viernes, diciembre 22, 2017

Alberto Roteta Dorado: La enajenación de los líderes de la izquierda latinoamericana.; un artículo a propósito de la “lección” que Maduro pretende ofrecer a Macri sobre cómo proteger al pueblo.


La enajenación de los líderes de la izquierda latinoamericana. 

A propósito de la “lección” que Maduro pretende ofrecer a Macri sobre cómo proteger al pueblo.


Por  Dr. Alberto Roteta Dorado.
21 de diciembre de 2017

Santa Cruz de Tenerife. España.-  Resulta conocido por todos que los líderes de las tendencias izquierdistas, y de manera particular aquellos que han profesado el llamado Socialismo del siglo XXI – tendencia que se encuentra agonizando en Latinoamérica, región donde tuvo cierta difusión en los últimos años–, se han caracterizado por una serie de rasgos comunes que los unen en lo que pudiéramos considerar un prototipo, que cual aberrante paradigma, se nos muestra en estigmas originados desde los primeros intentos de imponer modalidades socialistas a través de la historia.

Así las cosas, lo que de manera ideal fue concebido como ejemplo de sistemas democráticos muy pronto – tal vez nunca lo fueron– se convirtieron en regímenes dictatoriales totalitarios. Los casos particulares de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y parte de los países de Europa Oriental, así como los sistemas establecidos con posterioridad en Corea del Norte, China, Vietnam y Cuba, por solo citar los más sobresalientes en este sentido, constituyes ejemplos de este paradigma al que nos referimos.

La perpetuación en el poder es uno de los rasgos más sobresalientes de los líderes de la tendencia socialista. Para lograrlo sus protagonistas han acudido a todas las formas posibles que permitan concretar como acto sus ideas, las que van desde pequeñas enmiendas a las constituciones de sus países, la modificación casi absoluta de estas últimas, la manipulación de las instituciones de gobierno como las Asambleas Nacionales o Parlamentos, hasta llegar a la violencia mediante golpes de estado, agresiones e invasiones a conveniencia.

(Nicolás Maduro; montaje fotográfico; foto añadida por el bloguista  de Baracutey Cubano)
    
Para el contexto particular de América Latina no creo que resulte necesario hacer una descripción detallada de la serie secuencial de figuras políticas que alcanzaron esa perpetuidad o que aún luchan por lograrlo. Recordemos que Fidel Castro logró permanecer a la fuerza al frente de Cuba por cuarenta y nueve años, entre 1959 que alcanzó el poder, hasta que se vio obligado a dejarlo en 2008 y ceder el trono a su propio hermano – que no fue elegido por el pueblo cubano; sino a través de la manipulación de su fraudulento sistema eleccionario creado para garantizar dicha perpetuidad– dado su estado de salud tan deteriorado.

Hugo Chávez ocupó la presidencia de Venezuela desde 1999 hasta su muerte en 2013, es decir, por un período de catorce años, siguiéndole Nicolás Maduro, quien garantizó el continuismo político hasta el presente con una de las peores dictaduras de la historia continental, con lo Venezuela lleva dieciocho años de Chavismo. Evo Morales, el ignorante presidente indígena boliviano, lleva once años en el poder y pretende continuar a partir de 2019 por un nuevo período de cuatro años más, en lo que sería su cuarto mandato, lo que de lograrse sumarían dieciséis años en la presidencia, mientras que Daniel Ortega, el ya anciano presidente de Nicaragua, ocupó el cargo durante el periodo 1979-1990, y desde 2006 hasta el presente. Con su reelección su mandato se prolongará hasta el 2021, con lo que logrará un total de veintisiete años en el poder, algo que le convierte en el mandatario latinoamericano de mayor trayectoria en sus funciones, solo superado por el dictador cubano Fidel Castro, y en el pasado por el mexicano Porfirio Díaz, con treinta y cinco años, entre 1876 y 1911, reelecto en nueve ocasiones.

Pero no solo ese intento por una perpetuidad en el poder los distingue, sino que todos los mandatarios – al menos los de la izquierda Latinoamericana en los que centralizo mi reflexión– caen en lo que pudiéramos interpretar como un estado de delirio que les hace ver sombras que obstaculizan sus proyectos y se anteponen a sus ambiciones por doquier. Esa sombra de manera sostenida es lo que llaman el imperialismo yanqui siguiendo las viejas costumbres de Castro y Guevara, los primeros en hacer un uso reiterativo del término de manera despectiva para referirse a los gobiernos de Estados Unidos, el principal enemigo de las dictaduras comunistas latinoamericanas, según las absurdas hipótesis de los limitados “socialistas modernos”.

Esta condición patológica que, cual paranoia común se ha arraigado en todos, les ha permitido al propio tiempo culpar al “enemigo brutal” de todas sus derrotas y de las imperfecciones de sus mandatos.

Por estos días Nicolás Maduro, uno de los principales líderes delirantes de la región, ha vaticinado que ya el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido quién será el candidato por la oposición venezolana para los próximos comicios presidenciales a celebrarse este 2018; pero no solo esto, sino que arremetió contra Mauricio Macri, su homólogo de Argentina, luego de conocerse los reajustes económicos que ha tenido que hacer para disminuir un crecimiento de la inflación de la economía argentina de más de un 20%. Al parecer Maduro desconoce que la de su país se encuentra por encima de 1300%, lo que demuestra que casi se ha triplicado en menos de un año, toda vez que al finalizar el 2016 el nivel de inflación era de 500%, la más alta del mundo.

Maduro afirmó que Macri ha cometido un crimen contra el pueblo argentino, lo que le da una gran tristeza y hasta ganas de llorar. Esto demuestra la idea que pretendo defender sobre el estado de delirio que suelen padecer los líderes de la izquierda continental. Recordemos que el pasado jueves 14 de diciembre durante su sorpresiva visita a La Habana por motivo de la celebración del decimotercer aniversario del ALBA, hizo gala de su estado delirante al referirse a "la felicidad de los humildes" en zonas depauperadas de América Latina.

¿Acaso puede alguien llegar a estados de enajenación tan inusitados como para comparar el efecto de un reajuste salarial que, sin duda, afectará a los jubilados argentinos con el centenar de muertos y los miles de heridos que hace solo unos meses dejaron las enormes protestas desatadas contra la política chavista-madurista, y de modo especial en oposición a la instauración forzada de la constituyente venezolana?
 
¿Estará ajeno el mandatario de Venezuela a los elevados índices de desnutrición que afecta a la población en general, y de modo particular a niños pequeños y ancianos que mueren por los efectos de este mal? Si es que Venezuela tiene ese modelo ideal que Maduro le ha sugerido a Macri para que lo imite, entonces por qué está pensando en obstaculizar la frontera con Colombia para impedir el paso continuo de miles de venezolanos hacia este país fronterizo.

Inmerso en su eterna idiotez, y ahora más enajenado que nunca, Nicolás Maduro a expresado: "Uno puede afrontar dificultades, pero lo primero que tiene que hacer es proteger a los más necesitados, a los viejitos, a los trabajadores, a los niños, a los estudiantes, proteger al pueblo. Ese es el modelo nuestro, proteger al pueblo".

En fin que este disparate anterior es el equivalente de los Castro cuando han afirmado que Cuba es el país más democrático del mundo y que tiene diseñado el mejor sistema eleccionario a través de una democracia participativa, lo cual demuestra, independientemente de que se refieren a temas aparentemente distintos, el grado de abstracción, por decirlo de algún modo más artístico y acudiendo a los recursos expresivos de la literatura y la filosofía (por no decir de cinismo deliberado y de premeditación con alevosía), de los dictadores de estos tiempos, los que, como es lógico, desconocen la enseñanza de Platón respecto a las virtudes que deberían tener los gobernantes: “Mientras no reinen los filósofos en las ciudades, a los ahora llamados reyes y soberanos que no se entreguen verdadera y completamente a la filosofía, no habrá tregua para las ciudades ni tampoco a mi parecer, para los hombres”. (Diálogos de “La República”).
**********
Maduro estalló contra Macri por la reforma previsional



*********
afpes
Published on Dec 16, 2016
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, llamó “ladrón” y “cobarde” a su homólogo argentino Mauricio Macri, el viernes, tras acusarlo de ordenar una agresión contra la canciller venezolana Delcy Rodrígue

Maduro llama a Macri “ladrón” y “cobarde”


1 Comments:

At 8:47 p. m., Blogger Julio Cesar tarrago hernandez said...

Pero si habla con pajaritos y yo lo vi en tv mandar un cheque en un globo para el comandante chavez en el Infierno!!!!

 

Publicar un comentario

<< Home