miércoles, diciembre 20, 2017

Esteban Fernández: “LOS ESTADOS UNIDOS DE AYER”




“LOS ESTADOS UNIDOS DE AYER”

Por Esteban Fernández
19 de diciembre de 2017

Hasta la saciedad les he hablado de la Cuba de Ayer. Siempre que escribo de “la Cuba de ayer” me refiero específicamente a los años 50’s. Al terminar la década de los 50’s Cuba se perdió.

Eso lo sabe todo aquel que tiene dos dedos de frente, pero hoy les voy a hablar de algo que quizás sea la primera vez que usted lea y se entere.

Porque casi nadie sabe que JUNTO CON LA DESTRUCCIÓN DE CUBA comienza el declive de U.S.A. TAMBIÉN. Durante los años 50’s la felicidad cundía en los Estados Unidos. Igual que yo les hablo del “Cabaret Regalías” y de “Jueves de Partagás” sólo hay que darle un vistazo al programa “Happy Days” que se inicia en 1974 representando a los años 50’s para sentirse melancólico y añorar esa América.

Pero durante los años 60s  las cosas comienzan a echarse a perder aquí. ¿Fue el castrismo el solitario caldo de cultivo provocador de los inicios de la hecatombe en el gran país vecino? No, pero no hay dudas de Fidel Castro fue uno de los arquitectos e instigadores del desastre político que ha azotado a los estadounidenses desde que a  90 millas de sus costas se creó una cabeza de playa extremadamente peligrosa y agresiva.

Al unísono del triunfo rojo en Cuba aquí se destapan los Hippies, pacifistas, profesores marxistas, una prensa socialista, y una farándula al servicio del comunismo internacional.

Desde Cuba, con la solidaridad de todos los enemigos de USA, lograron fomentar las broncas entre negros y blancos, entre ricos y pobres, entre demócratas y republicanos, entre nativos y extranjeros.

Mientras -desde el año 1960 y en lo adelante- comienzan a utilizar el método que tan buenos resultados les dio en Cuba de desprestigiar a los políticos, a los policías, a las fuerzas armadas, y a cuanto conservador levante la cabeza durante casi 60 años.

Los años 50’s en Cuba y aquí fueron muy parecidos, dos pueblos felices y prósperos, al pasar 60 años la patria que nos vio nacer está completamente depauperada y esclava, mientras la patria adoptiva, está dividida y a veces luce abocada a una guerra civil. Ambas situaciones son creadas por el mismo monstruo.

Exactamente igual que hicieron en Cuba hoy quieren borrarle a la juventud norteamericana su pasado histórico y glorioso.

Y al igual que hicimos con los venezolanos llevamos muchas décadas advirtiéndoles el grave peligro que les acecha a los norteamericanos desde el mismo instante en que un insigne cubano (Luis V. Manrara) no se cansó en profetizar y el resto de nosotros en repetir: “¡Se salva Cuba o se pierde América!”