Alberto Roteta Dorado: Grupos disidentes de las FARC protagonizan acciones terroristas en Ecuador. Primera parte.
Abril 4 de 2018
Santa Cruz de Tenerife. España.- El 24 de agosto de 2016 se llegó al acuerdo final respecto el tema del gran conflicto armado colombiano, el más prolongado de la historia del continente americano en estos tiempos. En dicho acuerdo se dejaba bien precisado: “Definitivo y Dejación de las Armas y Garantía de Seguridad”, lo que sin duda, constituyó un logro político, pero por encima de todas las cosas un logro social, por cuanto, durante más de cinco décadas de conflicto miles de colombianos fueron víctimas de las acciones terroristas de los guerrilleros integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, y el acuerdo de paz presupone el fin del hostigamiento a la población de los territorios más vulnerables a la influencia de este grupo en Colombia.
No obstante, lo que pudo ser un verdadero triunfo desencadenó otro grave conflicto toda vez que para alcanzar dicho acuerdo – cuyas negociaciones se extendieron por un período de alrededor de cuatro años, y que como se sabe las sendas reuniones se efectuaron paradójicamente en La Habana*– los líderes de las FARC exigieron su participación en la vida política colombiana, y además se les dejó impunes por los crímenes cometidos. (Consúltese mi escrito publicado hace poco en este medio con el título: Timochenko y las FARC, un peligro para Colombia y Latinoamérica)
Pero el drama colombiano es mucho más complejo de lo que algunos creen y que lamentablemente asumen muy a la ligera cuando lo abordan desde el punto de vista analítico. Las FARC no solo es un movimiento guerrillero político – y digo es en presente porque considero que, independientemente de cualquier acuerdo logrado desde lo aparente y formalizado mediante firmas y estatutos, la organización se mantiene, por cuanto no todos sus subgrupos asumieron el acuerdo de paz y se encuentran haciendo de las suyas– sino una organización de carácter terrorista tan temible como cualquier grupo extremista del Islam, y una verdadera maquinaria que ha llevado el control del tráfico de drogas en toda la región del sur y del centro de América.
La complejidad del asunto de las FARC además está sobredimensionado por las grandes divisiones dentro del movimiento narcoterrorista, lo que ha originado la presencia de subgrupos, algunos que decidieron no adherirse al acuerdo de paz y mantener a toda costa en la región el protagonismo del narcotráfico.
Por estos meses se han desatado una serie de acciones terroristas en territorios ecuatorianos cercanos a la frontera colombiana en los que un grupo armado procedente de las FARC está seriamente involucrado.
A continuación a modo de resumen expongo algunos de los más importantes sucesos relacionados con dichas acciones, de los que lamentablemente se ha comentado muy poco, excepto en Ecuador, a pesar de su trascendencia social y política toda vez que reafirman el carácter eminentemente terrorista y los intereses en el narcotráfico de ciertos grupos que se mantienen activos operando en las zonas fronterizas de los territorios de Colombia y Ecuador.
Sábado 27 de enero. El grupo de acciones se inició este día con la destrucción del comando policial del poblado de San Lorenzo, una pequeña comunidad a solo unos minutos de territorio colombiano. En el hecho, considerado el primer acto de tipo terrorista en Ecuador, resultaron heridas 28 personas, de las que 14 pertenecen al cuerpo policial, y se afectaron 37 viviendas tras la explosión de un coche bomba, quedando decretado un estado de excepción en la zona por parte del presidente Lenín Moreno. De igual modo se incrementó de manera significativa la presencia policial y militar en toda la zona.
Destrucción del comando de la policía en San Lorenzo, primer acto terrorista de Ecuador. La participación de miembros de las FARC en estas acciones demuestra que la guerrilla narcotraficante y terrorista sigue haciendo de las suyas en regiones suramericanas. (Foto tomada de BBC Mundo)
Sábado 17 y lunes 19 de febrero. Se reportó un primer tiroteo el 17 de febrero, cerca de la comunidad limítrofe de El Pan y dos días después otro choque en esa misma zona de la provincia de Esmeraldas dejó al menos dos soldados heridos.
Viernes 16 de marzo. Detonan un artefacto explosivo en el retén naval de Borbón, provincia de Esmeraldas, lo que se interpretó por parte de las autoridades ecuatorianas como un elemento para distraer la atención dentro de la Operación Libertador en relación con el atentado terrorista de San Lorenzo el pasado 27 de enero.
Fueron detenidos un grupo de criminales que colaboraban con un grupo armado residual en relación con Walter Arízala, conocido como “Guancho”, quien es el líder de un grupo delictivo en Colombia. La explosión solo produjo heridas leves en dos militares y daños en la edificación de la unidad militar.
Martes 20 de marzo. En la pequeña localidad de Mataje, un sitio fronterizo con Colombia perteneciente a la provincia de Esmeraldas tuvo lugar la detonación de un artefacto explosivo en una carretera donde se realizaban operativos militares, y donde las fuerzas policiales ecuatorianas están organizadas para hacer frente a los ataques de los grupos disidentes de las FARC.
Si bien en el primer incidente de San Lorenzo, dos meses antes, no hubo pérdidas humanas, ahora además de más de una decena de heridos hubo tres fallecidos. Inicialmente se dijo de un ataque de mortero lanzado desde territorio colombiano, lo que más tarde fue desmentido por fuentes oficiales de Ecuador que informaron que se trató de un artefacto casero.
Viernes 23 de marzo. Tres disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, murieron en un enfrentamiento con el ejército colombiano en el sur de este país. Tropas militares colombianas encontraron un campamento en la localidad de Tasan, Nariño, en el sur de Colombia en el cual se produjo el enfrentamiento con el grupo llamado Guerrillas Unidas del Pacífico, procedente de las FARC, al cual está vinculado “el Guancho”, y según se estima han sido los responsables de los ataques recientes en tierras ecuatorianas.
Lunes 26 de marzo. Secuestro de Javier Ortega, periodista, Paul Rivas, fotógrafo, y Efraín Segarra, conductor, integrantes del equipo de trabajo del popular diario ecuatoriano El Comercio. El incidente ocurrió cerca de la frontera con Colombia en la provincia de Esmeraldas, Ecuador. Los secuestrados se encontraban haciendo una cobertura periodística acerca de las condiciones de vida de los pobladores de esta zona, algo que está en relación con los atentados terroristas ocurridos en las últimas semanas en esta zona fronteriza con Colombia.
La última vez que se les vio fue a las 9:30 a.m. del 26 de marzo en las cercanías de Mataje, donde ha habido varios atentados relacionados con los miembros disidentes de las FARC.
Inicialmente su identidad se manutuvo en secreto "por recomendaciones oficiales y para garantizar la seguridad y buen avance de las investigaciones", según las declaraciones de sus familiares. No obstante, luego de haber transcurrido varios días desde la confirmación del secuestro creyeron oportuno revelar la identificación exacta de las víctimas.
Martes 3 de abril. Varios familiares y amigos, así como colegas del grupo periodístico del diario El Comercio, medio donde laboran los secuestrados, entregaron este martes en la Nunciatura una carta dirigida al Papa Francisco. En la epístola de dos cuartillas se insiste en la necesidad de que el Sumo Pontífice interceda en la causa a favor de los secuestrados toda vez que, aunque el gobierno ecuatoriano ha declarado que se encuentran bien, lo cierto es que no se conoce el paradero real de las víctimas de los ex-miembros de las FARC. Además este día las autoridades del gobierno se reunieron con familiares de las víctimas tras la difusión de un video que se filtró, en el cual se ve a los tres secuestrados encadenados y haciendo pedidos al presidente Lenín Moreno.
Manifestación este martes en la emblemática plaza Rocafuerte, Guayaquil, la ciudad más poblada de Ecuador, para pedir la liberación del equipo de trabajo periodístico de El Comercio. (Foto tomada del diario ecuatoriano El Universo)
Miércoles 4 de abril. Tuvo lugar una explosión en la madrugada de este día cerca del puente de la parroquia Viche, ubicada a más de cuatro kilómetros de Quinindé, cantón de la provincia de Esmeraldas. La detonación no dejó víctimas ni daños materiales, pero impidió el paso por el sector durante las primeras horas de este miércoles. El puente es una vía que conecta Esmeraldas con otras provincias de Ecuador. Fueron detenidos cuatro individuos, de los que tres son ecuatorianos y uno de nacionalidad colombiana, los que serán procesados por delito de terrorismo.
Explosión de un artefacto artesanal afectó parte de la estructura de una torre de transmisión eléctrica en el poblado de Viche, en Esmeraldas, hecho que evidencia el incremento de los ataques de grupos terroristas procedentes de las FARC en Ecuador. (Foto tomada del diario ecuatoriano El Universo)
Viernes 6 de abril. Fueron detenidos 23 miembros de un grupo armado colombiano dedicado al narcotráfico, el cual se cree mantiene secuestrado a un equipo de trabajo del medio periodístico ecuatoriano El Comercio. El General Ramiro Mantilla estima que con la captura del grupo de narcoguerrilleros colombianos se le cierran las puertas para el abastecimiento de precursores químicos para la elaboración de drogas y la logística para el transporte de estupefacientes.
Sábado 7 de abril. El Ministro de Defensa colombiano, Luis Carlos Villegas, hizo declaraciones respecto a la participación activa del ejército de su país y del trabajo en conjunto con las autoridades ecuatorianas para dar con el paradero de alias “Guacho”, disidente de la antigua guerrilla de las FARC, sospechoso del secuestro de tres trabajadores del diario ecuatoriano El Comercio.
* Resulta paradójico que un país donde cada día son violados los derechos humanos -algo que es reconocido en todas partes del mundo y resulta ser un hecho innegable- y en el que existe un grado de represión devenida en marcada violencia, sirva de escenario para la negociación de acuerdos de paz de un conflicto “aparentemente ajeno” a su política. Téngase presente que existen sospechas y hasta afirmaciones precisas, aunque no salidas a la luz totalmente, respecto a ciertos vínculos de los gobiernos de Cuba y Colombia en relación al narcotráfico.
Consúltese: (http://www.cubademocraciayvida.org)
(Continuará)
En la segunda parte de este trabajo los lectores podrán conocer acerca de “Guancho”, el principal sospechoso del secuestro del equipo periodístico del diario El Comercio, así como de la organización conocida en Ecuador como Grupo Armado Organizado Residual, GAOR, escisión de las FARC.
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