BARACUTEY CUBANO

Tomado de http://nuevoaccion.com/

 GUERRA CONTRA LA PRENSA LIBRE ENTRE LA PRESIDENCIA DE OBAMA Y TRUMP. ¿QUIÉN HA VIOLADO MÁS LAS LIBERTADES DE PRENSA? PRIMERA PARTE


Por María Argelia Vizcaíno- Fuente
www.mariaargeliavizcaino.com

Con este artículo solo deseo informar un poquito lo que otros, que debían hacerlo porque les pagan para eso, se quedan callados, no sé si por ignorancia, por miedo o por complicidad.

Desde que Donald Trump fue elegido el presidente número 45vo de esta gran nación se han incrementado los reproches contra cualquier cosa que diga o haga, no sólo de sus oponentes políticos sino de la mayoría de los grandes medios de comunicación, y se ofenden cuando Trump los acusa de dar falsas noticias (fake news). Ellos han publicado que Trump se comporta como un dictador coartando la libertad de la prensa y que recientemente no debió eliminar el pase de periodista a la Casa Blanca del reportero Abilio ‘Jim’ Acosta de CNN (por considerar su comportamiento poco ético al alzar su brazo tocando a la chica impidiendo que hiciera su trabajo, después de que el periodista ya había hecho su pregunta correspondiente al presidente o su acusación).

Es cierto que nadie golpeó a nadie, pero definitivamente estaba fuera de lugar la manera de impedir que la joven le quitara el micrófono. Días después, un recurso judicial preliminar obligó a la Casa Blanca a restablecer el pase de prensa, aunque evidentemente el «estándar de conducta» para los reporteros de la Casa Blanca que establece ser respetuoso con el presidente, fue violado.

El presidente Trump, puede que sea el más controvertido y poco convencional, y tenga muchísimos defectos, pero es también muy atacado por la mayoría de la prensa que intenta presentarlo como el peor de todos, omitiendo historias recientes que descartan esa posibilidad. A todo esto, el presidente saliente se ha sumado a la proliferación de las opiniones negativas acerca del presidente actual, como si el comportamiento de él con la prensa durante su mandato 2009- 2017, hubiera sido un mejor ejemplo.

Tratando de refrescarle la historia al expresidente Barack H. Obama y a todos los que se dedican a repetir lo que a él se le ocurra expresar sin estar acorde a la verdad, les recomiendo que sean más cuidadosos con sus falacias porque los hechos aún son muy recientes, y de esa manera se prestan a hacer el ridículo y restarle cada vez mayor credibilidad a todo lo que manifiesten.

Constancia para el futuro de la historia

Con este artículo trato de dejar constancia para el futuro de la historia de lo que ocurrió durante la presidencia de Obama contra la prensa libre, que no debe ser olvidado jamás (aunque no convenga a sus acólitos), porque su caso sí fue inédito hasta ese momento y no ha sido superado aún.

Y aclaro que no estoy de acuerdo con el antagonismo casi generalizado durante las ruedas de prensa entre el presidente Trump y los llamados periodistas que más parecen activistas políticos, perjudicando al periodismo independiente y al pueblo estadounidense.

Tanto comunicadores como el inquilino de la Casa Blanca merecen ser respetados, pero la prensa que tenemos mayoritariamente en la actualidad, lamentablemente se ha alejado de su misión, y vemos que carecen de prudencia, y constantemente mienten, o informan verdades a medias, exagerando la magnitud de los hechos cuando les conviene a su agenda, sembrando discordias, y eso es una forma de hostilizar, lo que tanto le critican que hace Trump, que es atacar también a la población y a la libertad de expresión. Y no se puede exigir libertades cuando se muestran totalmente parcializados a un lado. Hace veinte años lo disimulaban mejor, pero ahora no tienen consideración, lo que les ha ganado irrespeto y desprecio, con excepciones como en todo.

Esta unión de la mayoría de los medios de comunicación para acusar a Trump alegando que es «el presidente nunca antes visto en la Casa Blanca»; «el más mentiroso y ofensivo»; «sin precedentes», es la que hace que la mayoría del pueblo en Estados Unidos no los apoye porque omiten el registro histórico, que muestra todo lo contrario.

Thomas Jefferson

Históricamente todos los presidentes han tenido controversias con la prensa. Desde el tercer presidente Thomas Jefferson, uno de los Fundadores de la Patria y autor principal de la Declaración de Independencia, que al principio del siglo XIX los llamó «vehículos contaminados» al considerar la naturaleza partidista de los mismos por publicar ataques personales mostrando una parcialidad abierta.

Thomas Woodrow Wilson

El presidente Thomas Woodrow Wilson, el número 28, con todo su Premio Nobel entregado por el Comité Nobel Noruego, nadie puede negar que antes, cuando el Congreso había declarado la guerra en 1917, firmó su orden ejecutiva que creaba el Comité de Información Pública, de esta forma tener autoridad y poder ejercer censura sobre la prensa con la excusa de que la consideraba «necesaria para la seguridad pública» Fue gracias al Senado y la Cámara de Representantes y muy especialmente al esfuerzo de tres senadores republicanos, que las disposiciones de censura de Wilson nunca fueron ejecutadas pues lo único que pretendía era hacer propaganda a su favor.

Harry S. Truman

El 33vo presidente de los Estados Unidos, Harry S. Truman fue otro que mantuvo una tensa relación con los medios de comunicación, calificando a los escritores y columnistas de los periódicos, de «más peligrosos» que los que caminan por la calle y llegándolos a llamar «Prostitutas de la mente» o «Mentes de prostitutas».

Lyndon B. Johnson, John F. Kennedy y Franklin D. Roosevelt

El presidente Lyndon B. Johnson, el 36vo, que ganó simpatías de los residentes norteamericanos por su impulso a los primeros derechos civiles y de votación, igualmente su apoyo a la creación del Medicare, tuvo bastantes críticas de la prensa por continuar mintiendo, igual que su predecesor John F. Kennedy para mantener la invasión a Vietnam, aunque unos documentos que fueron evidentemente manipulados antes de ser desclasificados, culpan a la CIA de haberle escondido información, sí es un hecho que aumentó el número de tropas estadounidenses hasta que llegaron a más de 500,000, cuando decía lo contrario.

De no ser porque el también demócrata y 32vo presidente Franklin Delano Roosevelt (a pesar de su popularidad por la creación de la ley de Seguro Social de 1935), fue doblemente mentiroso, Johnson hubiera sido el campeón de las falacias. Roosevelt con tal de tratar de reelegirse por tercera vez prometió que «sus hijos no serán reenviados a ninguna guerra en el extranjero», y una vez reelegido todo fue diferente.

Richard M. Nixon

El presidente miembro del partido republicano Richard M. Nixon, el número 37vo, fue el caso más famoso, y en realidad, él no fue el único en cometer el delito por el que hicieron que renunciara, ya que todos los presidentes espían a sus oponentes, lo que no a todos los presidentes la prensa se le encarniza de la misma manera. Por lo que miente el Miami Herald cuando escribió hace muy poco que «ni siquiera Nixon incitó a la violencia contra reporteros» (para criticar a Trump). Posiblemente no tuvo ataques verbales fuertes, pero estaba decidido a controlar la cobertura de los medios, para lo que creó la Oficina de Comunicaciones de la Casa Blanca, y compiló una lista de «enemigos» de la prensa y los hizo auditar, y dejó preparada una campaña para retirar la licencia de una estación de televisión propiedad del Washington Post, que fue la que rompió el escándalo de Watergate.

Si bien Nixon no retiró formalmente las credenciales de prensa del Washington Post, los reporteros del Post no pudieron participar en más ningún evento social de la Casa Blanca, luego de que el periódico desatara el caos de su presidencia.

William Jefferson Clinton

Hasta el campeón de chanchullos de faldas, el número 42do, William Jefferson Clinton tuvo arduas batallas mediáticas por su comportamiento promiscuo dentro de la Casa Blanca que lo llevó a cometer perjurio, logrando desviar la atención de sus otros grandes desaciertos en su gobierno.

Muy poco se ha dicho cuando Clinton prohibió a todos los miembros de su gobierno que utilizaran el vocablo «genocidio» y ejercieran presión en la prensa, al referirse a los asesinatos de cientos de miles que desde abril de 1994 la Cruz Roja Internacional había denunciado que estaba sucediendo en Ruanda. Utilizar la palabra «genocidio» implicaba que la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Ruanda (UNAMIR) de la cual USA era miembro, tendría que intervenir de inmediato y la idea de esa censura era demorarla, para así complacer a sus aliados de la agenda socialista. De no haber frenado el esfuerzo de ayuda emergente ejerciendo la censura, se hubiera evitado al menos, unos cuantos miles de muertos.

Barack H. Obama

Durante la administración de Barack H. Obama, el presidente #44 fue un poco más allá de la censura y manipulación mediática, llegando al burdo espionaje y la intimidación. Se pasó ocho años reprimiendo las libertades de prensa de periodistas de todas las tendencias y espiándolos para pasarle la cuenta a quienes no se le plegaban.

Comenzando en el 2008, durante su campaña electoral ya Barack Obama expulsó a tres reporteros de los periódicos conservadores de su avión de campaña, se trataba de los diarios The Washington Times, The New York Post y el Dallas Morning News. Con el pobre argumento que solo había un número limitado de asientos en el avión para los reporteros, que seguirían al candidato de entonces en los últimos cuatro días de su campaña presidencial. Dando las primeras señales de cómo sería su comportamiento con la prensa que no se les rindiera a sus pies.

Obama y la guerra abierta contra Fox News

En 2009, la Casa Blanca excluyó intencionalmente al galardonado periodista de Fox News Chris W. Wallace (con tres premios Emmy y quien estuvo seis años cubriendo a Reagan en la Casa Blanca), de participar en una ronda de entrevistas relacionadas con el impulso del presidente Obama a la reforma de la atención médica.

Curiosamente Obama cuando lo necesitó, solicitó ser entrevistado por Wallace en abril de 2016, en su programa «Fox News Sunday» del cual es anfitrión desde 2003, aprovechándose de que el programa tenía la más alta audiencia en su historia, de acuerdo con los datos de Nielsen.

Ese mismo año 2009 los funcionarios de la administración Obama intentaron impedir que los reporteros de Fox entrevistaran al “pay czar” Kenneth Feinberg, lo que los otros medios de difusión callaron hasta que en el 2011 se descubrió un correo electrónico fechado el 22 de octubre de 2009, donde el director de medios de difusión de la Casa Blanca les decía a los funcionarios del Tesoro que ellos preferían se saltaran a Fox «por favor».

El gobierno de Obama le declaró la guerra abierta contra Fox News admitiendo públicamente que los estaba castigando por su «cobertura negativa», cuando en octubre de 2009 la directora de comunicaciones de la Casa Blanca, fue a la CNN para denunciar a Fox como «ala del Partido Republicano» y dijo que la Casa Blanca iba a dejar de tratarlos como una «red de noticias», como si al Poder Ejecutivo le correspondiera decidir unilateralmente qué constituye una red de noticias real. Y argumentaban «como están emprendiendo una guerra contra Barack Obama y la Casa Blanca, no tenemos que fingir que esta es la forma en que se comportan las organizaciones noticiosas legítimas». Lo que no hace mucha diferencia al lenguaje que critican de Trump contra la prensa, sólo en la manera rebuscada de expresarlo, porque Trump es más directo.

La reverenda Brenda Lee

(En la foto que aparece arriba, se ve a agentes del Servicio Secreto arrastrando por la fuerza  a la reverenda Brenda Lee, lejos del avión presidencial en Los Angeles California, por order del entonces presidente Obama)

Por Internet y específicamente en Facebook publican unas fotos que muestran a una mujer siendo arrastrada por varios hombres. Se trata de la reverenda Brenda Lee, escritora de la publicación mensual «Georgia Informer» en Macon, residente en Anaheim, California, con credenciales de prensa, que en mayo de 2009 fue sacada por la fuerza mientras protestaba por su expulsión de un área de prensa, unos 10 minutos antes de que Obama llegara al aeropuerto internacional de Los Ángeles en un helicóptero para abordar el Air Force One. Ella declaró que quería entregarle una carta al presidente Barack Obama y los agentes de seguridad que primero se lo permitieron haciéndole prometer que no gritaría ni saludaría, luego llegaron otros agentes y le dijeron que se fuera y les diera a ellos la carta, a lo que ella se negó, entonces la alzaron por los pies y los brazos, deteniéndola. Más tarde fue puesta en libertad.

Lo más lamentable de este caso es que la web ‘snopes’ que supuestamente está para clarificar las noticias que corren por la red, ha manipulado la verdad de los hechos, diciendo primero que es FALSO lo que en realidad ocurrió. Aunque sí es cierto que ella no fue removida del lugar por orden directa del presidente Obama que todavía no estaba en el aeropuerto, ni ha quedado aclarado que haya recibido las credenciales de prensa de la Casa Blanca, sólo que supuestamente «la retiraron por negarse a prestar atención a las instrucciones del personal de seguridad».

Lo que no han podido ocultar es que ella no estaba parada causando una escena repudiable, ni gritando, ni siendo grosera, que es una mujer muy educada de la raza negra y «pro-vida», lo que es doblemente detestada por la izquierda que no conciben que las personas de esa raza sean seres autodeterminados y pensantes, un ejemplo de los dobles estándares izquierdistas y la hipocresía liberal.(Continuará)