martes, febrero 04, 2020

Julio M. Shiling sobre el intento de ¨golpe de Estado¨ en EE UU. contra el Presidente Donald Trump mediante un juicio político de "república bananera"

Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

  • En las vistas  de los dos Subomité de la  Casa de Representantes (House  of Representatives) o Cámara Baja,  no se le permitió a los miembros del Partido Republicano de dicha Cámara  llevar  testigos para contrastar lo dicho por los 17 testigos que llevaron los congresistas del Partido Demócrata.

  • Tanto en el Subomité de Inteligencia presidido por  el congresista demócrata  Adam Schiff, como en el Subcomité de Justicia  presidido por el congresista demócrata Nadler, ambos presidente coactaron  en no pocas ocasiones y de manera prepotente y abrupta algunas de las  preguntas que los congresistas del Partido  Republicano  les hacian a los testigos presentados por el Partido Demócrata.

  • En los ¨impeachment¨ llevado a cabo a anteriores  Presidentes de los EE.UU,  la Cámara de Representante  es la encargada de hacer las investigaciones  y conformar las acusaciones (es decir: desempeña el papel de Fiscal) al Presidente, las cuales  se  presentarán en el Senado, el cual en estos procesos  desempeña solamente el papel de Jurado.  Al Presidente lo defenderá el o los abogados que él nombre para su defensa. Las acusaciones deben ser apoyadas de manera BIPARTIDISTA.  En este caso no se cumplió esa exigencia tradicional,  pues ningún congresista del Partido Republicano votó a favor de las DOS ACUSACIONES  que se le  hacen al Presidente Trump, las cuales NO SON TAMPOCO NINGUNA  DE LAS CUATRO ACUSACIONES  que plantea la Constitución de los EE.UU.por las cuales un Presidente pueda ser llevado a un proceso de impeachment.

  • En las presentaciones ante el Senado el equipo de la defensa del Presidente,   en menos del tiempo asignado, y usando para ello las propias declaraciones  de los testigos, ante los dos mencionados Subcomités, textos de la  Constitución y de Los Papeles Federalistas, la  información de la prensa,  la transcripción de la llamada telefónica de Trump  al Presidente de Ucrania,  las  posteriores palabras  del Presidente de Ucrania, las intervenciones de  congresistas y senadores del Partido Demócrata  en otro proceso de impeachment, etc. demostraron  la falta del fundamento necesario para llevar a cabo un proceso de impeachment , la no culpabilidad del Presidente Trump  y la falta de algunas de las garantías procesales durante el proceso.

  • Fue penoso que el Presidente de la Corte Suprema de los EE.UU. , el magistrado John Roberts Jr. , ejerciera una atribución que no le correspondía al ¨filtrar¨las preguntas  de los Senadores y en especial la del Senador  Rand Paul.

Sen. Rand Paul (R-Ky.) tells OAN why he thinks Chief Justice Roberts refused to read his question


En otro orden de cosas es importante apuntar que las investigaciones  a Joe Biden, a  su hijo Hunter Biden y a otras personas comenzaron antes de que Joe Biden se postulara para las elecciones presidenciales del 2020.  Desde 1995, siendo Presidente Bill Clinton,   existe un convenio entre el gobierno de los EE.UU.  y el de Ucrania de investigar sobre los casos de corrupción.

Joe Biden Brags about getting Ukranian Prosecutor Fired




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Un juicio político de "república bananera" en EE UU. 




Por Julio M. Shiling
3 de febrero de 2020

Un juicio político de «república bananera» en EE UU. ¿Bajo qué pretexto constitucional y moral se ha pretendido revertir la voluntad popular de una elección presidencial?. La frivolidad del caso contra Trump, no sólo se reflejó en los cargos cantinflescos presentado contra él. El proceso entero llevado a cabo por la Cámara Baja estuvo plagado de irregularidades desde su inicio.

El ensayista estadounidense William Sydney Porter (conocido por su pseudónimo “O Henry”) durante su estadía en Honduras huyendo de la justicia de su país, escribió Coles y reyes a principio del siglo XX, una novela formulada sobre una república ficticia en América Central llamada la “República de Anchuria”. Es probable que O Henry al referirse a Anchuria como una “república bananera marítima”, nunca soñó que estaría acuñando un término que las ciencias políticas se ocuparía de convertirlo en una etiqueta peyorativa connotada para describir a países disfuncionales.

EE UU, con su modelo republicano presidencialista, ha constituido el ensayo democrático más saludable en la historia. El juicio político para destituir a Donald Trump, si logra fundamentarse como modelo prototípico, la estabilidad gozada por la patria que elaboraron Washington, Hamilton y Madison, será algo de antaño. Su reemplazo semejaría una democracia de vitrina donde los partidos políticos se convertirían en tribus de guerra y el imperio de la ley una herramienta de exterminio político.

Cuando la mayoría de la Cámara Baja norteamericana, en manos del Partido Demócrata, determinó presentar cargos de destitución (“impeachment”) contra el presidente republicano y cuyos dos cargos presentados omiten, categóricamente, la ejecución de una actividad criminal, se trivializó uno de los mecanismos más solemnes en el arsenal de una república constitucional. Los dos cargos que presentaron contra Trump, (1) “abuso de poder” y (2) “obstrucción del congreso”, carecen totalmente de constituir querellas legales por el cumplimiento de una actividad criminal. ¿Bajo qué pretexto constitucional y moral se ha pretendido revertir la voluntad popular de una elección presidencial y de negarle la posibilidad de postularse para la reelección en 2020 basándose en conceptos políticos desligados de actividad criminal?

Inicialmente, los demócratas contemplaron presentar cargos como “soborno” y “obstrucción de justicia”. Sin embargo, después de considerar su éxito remoto, el liderazgo del Partido Demócrata decidió sustituir los cargos por los actuales presentados. ¿Por qué los cambiaron? La respuesta es sencilla. Cargos de “soborno” y “obstrucción de justicia” conllevan un entendimiento de criminalidad, fácil de discernir. Como no hay duda o discusión sobre el hecho de que Trump no violó un estatuto o cometió ningún crimen, pues la ambigüedad de lo que constituye un “abuso de poder” y la farsa de “obstruir” una investigación del congreso al recurrir Trump a los tribunales, les ofreció a los arquitectos de esta patraña delirante, un espacio más viable para agenciarse la destitución, empleando el único recurso que tenían: el malabarismo del sofismo.

La noción de “abuso de poder” es un entendimiento conceptual ambiguo que, si no apunta a la violación evidente de la ley, puede ser subjetivo si se le añade determinadas circunstancias. El expresidente Obama le dijo en 2012 al líder titular ruso, Dmitry Medvedev, frente a un micrófono abierto, que tendría “más flexibilidad” después de las elecciones presidenciales en los EE UU para considerar descartar el proyecto del escudo de defensa antimisiles que protegería a Ucrania, Polonia y otras democracias del área. Esto era algo que Rusia quería mucho. ¿No abusó Obama del poder al enviarle este mensaje a Putin invitándolo a que el líder ruso lo favoreciera en su reelección? Obama no sólo abandonó el plan de sistema antimisiles, sino rehusó mandarle a Ucrania ayuda letal cuando Rusia invadió Crimea. ¿No fue esto un abuso de poder que tipifica un quid pro quo?

El segundo cargo presentado contra Trump, el de “obstrucción del congreso”, conspira contra la noción de la separación de poderes. Sustentado como todo jefe ejecutivo de una democracia, Trump tiene privilegios de la rama ejecutiva. Cuando surge una disputa entre un presidente y el congreso sobre la solicitud o las órdenes del congreso pidiendo la entrega de documentos o el testimonio de sus oficiales, la rama judicial intercede históricamente cuando el presidente recurre a ella, ésta se convierte en el árbitro y decide quién está al lado de la constitución. Trump fue a los tribunales. La Cámara Baja no quiso esperar la decisión de las cortes y partió a presentar los cargos, un fenómeno ahistórico.

La frivolidad del caso contra Trump, no sólo se reflejó en los cargos cantinflescos presentado contra él. El proceso entero llevado a cabo por la Cámara Baja estuvo plagado de irregularidades desde su inicio. La rama legislativa en los EE UU es bicameral, consistiendo en la Cámara Baja (diputados) y el Senado o Cámara Alta (senadores). El primero tiene la tarea durante estos procesos de destitución, de obtener la evidencia, evaluar los datos, determinar si existe mérito constitucional para presentar cargos y si ese fuera el caso, presentarlos. El segundo tiene el cometido de decidir sobre el caso. En otras palabras, el Senado tiene el papel constitucional de servir de juez, no de fiscal.

Los diputados demócratas, comprometidos con el frenesí de propiciarle a Trump un linchamiento político, degradaron el mecanismo constitucional de destitución, a un extremo indigno. En adición de negarle al presidente norteamericano el debido proceso de la ley y extenderle el respeto por el principio sacrosanto que otorga un Estado de derecho que es la suposición de la inocencia, hubo una manipulación descarada de los testigos, audiencias secretas, coordinación de filtraciones mediáticas e interpretaciones de la ley que violentaba todo precedente establecido.

La campaña para intentar derribar la presidencia de Trump la anunció el Washington Post, uno de los diarios más importante en los EE UU, el 20 de enero de 2017, el mismo día de su inauguración. “La campaña para destituir al presidente Trump ha comenzado” fue el título del artículo de Matea Gold, una editora de investigación del periódico. Esta acción impúdica del Washington Post tipificó la metamorfosis del periodismo al activismo político. El Senado acaba de votar a favor de no extenderle vida a esta manifestación de canibalismo político. En unos días quedará absuelto Trump de los cargos. Los jacobinos que encabezan el Partido Demócrata fallaron en este intento de removerlo y de convertir a EE UU en una “república bananera”.
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T V Libertad
Enero 24, 2020

A fondo del juicio político a Trump. Análisis de la trama sucia del partido DemocRata contra Trump comenzada desde antes que el presidente ganara las elecciones en el 2016. Julio M. Shiling y la periodista y presentadora María Laria abordaron le tema del "impeachment" en el programa María Laria Bajo la Luna transmitido por La Poderosa 670 AM el 22 de enero, 2020.

La administración del ex Presidente Obama en enero del 2016 y el Departamento de Justicia de los EEUU dieron indicaciones al gobierno de Ucrania a que suavisara las investigaciones sobre la corporación Burisma donde trabajaba el hijo del ex Vice-Presidente Joe Biden y le dieran información del exjefe de campaña del presidente Donald Trump, Paul Manafort, fue el FBI, la CIA bajo Obama el que inicio los contactos con el gobierno de Ucrania y los agentes de inteligencia para fabricar y tender trampas de delito contra personas en el entorno de Trump con la idea de poder espiar la campaña de Trump.

Rusia nunca fue una preocupación para el Presidente Obama, ya que fue uno de los presidentes que más concesiones le dio a Rusia, como es el caso cuando fue captado en cámara a microfono abierto con el Primer Ministro ruso Medvédev dejale saber a Putin que en mi segundo término voy a brindarle mayor espacio refiriendose al "Escudo Antimisil" un quid pro quo o trueque mucho mas serio con la defensa estratégica de Ucrania, Polonia la Republica Checa prometiendole a Rusia que los EEUU no tendría el Escudo Antimisil sistema que proteje a los EEUU contra un ataque ruso y fue Obama el que nego la asistencia al gobierno de Ucrania y nunca defendio los intereses de Ucrania y siempre fue un defensor de lo que Rusia quería, incluso dandole acceso a minerales y Uranio para que pudiera incrementar su arsenal nuclear, convirtiendolo en un actor mundial de peso, ademas Obama le grarantizó a Rusia su presencia en Siria, y las relaciones entre Rusia e Iran


A fondo del juicio político a Trump


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T V Libertad
Enero 24, 2020

Análisis de la farsa del juicio a Trump de Julio M. Shiling con Lucy Pereda sobre las mentiras esgrimidas por los DemocRatas que están obsesionados en destituir al presidente utilizando cualquier vía, en el programa Acontecer de La Poderosa 670 AM, transmitido el 22 de ener, 2020.

El primer día del juicio en el Senado para el impeachment del presidente Trump se alargó hasta altas horas de la noche y los senadores republicanos cerraron fila y votaron en contra de las 11 enmiendas que propuso el senador demócrata Chuck Schumer.

Comenzó el juicio en el Senado presidido por el juez John Roberts extendió hasta altas horas de la noche pasada la madrugada cuando dichos juez llamó la atención a ambas partes para que bajaran el tono de sus comentarios y mantener la dignidad del proceso.

Los demócratas tuvieron el tiempo y las cámaras a sus anchas para presentar sus acusaciones, las cuales están basadas en suposiciones y comentarios de funcionarios que o bien odian al Presidente Trump y lo quieren fuera de la Casa Blanca.  Que el presidente haya tomado decisiones políticas por medidas extraoficiales sin contar con ellos, queda claro por la desconfianza tan grande que debe tener el Presidente con toda esa gente que lo está rodeando que no son otras cosas de espías del pantano. Los congresistas demócratas, han montado un show político porque acaba de comenzar la campaña del 2020 y ellos quieren impugnar las elecciones del 2016 y lo comenzaron a hacer minutos después que el presidente Trump ganó la presidencia y quieren también interferir en las elecciones del 2020 para que no pueda postularse. Eso es lo que está pasando aquí y aunque ellos pierdan y a Trump no lo lleguen a encontrar culpable al hacer el impeachemnet ellos han tenido un teatro político de semanas y meses para poder hablar y descargar en contra de Trump. La mitad de todas las cosas son equivocados y son mentiras.

De acuerdo a las reglas del proceso legal establecida por Mitch McConnell el Presidente del Senado y los congresistas demócratas presentarían los cargos y después los senadores harían una votación para decidir si iban a permitir o no los testigos y los documentos que los demócratas querían traer en su testimonio. Este es el punto álgido de la controversia entre ambos bandos, pero lo que ocurrió ayer es que los congresistas demócratas hablaron de los diferentes testigos que quieren llamar, el por qué lo quieren llamar, los documentos que ellos quieren presentar y explicaron por qué era importante su comparecencia en el juicio, lo que Chuck Schumer pidió una enmienda en cada caso y sumaron 11 las enmiendas que Schumer pidió para que se admitieran esos testigos, pero en las 11
instancias que el Senado hizo una votación y se la negó.

Entonces la cuestión es que de ellos están faltando totalmente a las reglas del juego que puso McConnell, porque McConnel no quería hablar de testigos hasta después que ellos hicieran la presentación de sus cargos y hay otra cosa muy importante que me pareció que los abogados del presidente fueron demasiado suaves en no haber objetado ante muchas de las presentaciones que hicieron los congresistas demócratas que trajeron en sus presentaciones menciones de testigos y testimonios que ellos no habían traído antes durante los hallazgos de los interrogatorios que hicieron, como por ejemplo el testimonio que está dando en estos días el que era asociado de Giuliani, el cual dijo un montón de cosas que Trump le había mandado a él a entrevistarse con Zelensky y que él lo sabía y una serie de emails que tenía que empezaban con la z y a lo que se estaba refiriendo en esos emails que le mandaba a Giuliani al que fue dueño de Burisma creo que que también empieza con z. Dijeron también que el congresista Devin Nunes se había reunido con no se quien en Ucrania en no se que fecha con funcionarios ucranianos y Devin Nunes después desmintió a Adam Schiff que una vez más sigue mintiendo y mintiendo y mintiendo y dijo que jamás había estado en esa fecha en Ucrania.

Análisis de la farsa del juicio a Trump



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