miércoles, agosto 26, 2020

Tania Díaz Castro desde Cuba: A casi un siglo de la fundación el primer partido comunista cubano, se sabe que la organización no posee una historia digna de contar. La verdad sobre la expulsión de Julio Antonio Mella del Partido Comunista de Cuba

Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

El médico, investigador y escritor César Reynel Aguilera  expresa: ¨Existió un partido comunista cubano, creado en 1919, que estuvo afiliado al Comintern. Fue una organización creada por Marcelo Salinas que no llegó a nada porque Salinas, que era anarquista, se desencantó del Bolchevismo cuando empezó a escuchar las noticias que llegaban desde Rusia sobre la forma en que los bolcheviques trataban a los anarquistas

Tengamos en cuenta que  el primer gobierno constitucional de Fulgencio Batista (1940-1944)  que es cuando Carlos Rafael Rodríguez y Juan Marinello fueron ministros sin carteras ( uno sustituyó al otro; no fueron ambos simultáneamente)  se llevó a cabo  durante la II Guerra Mundial donde hasta los EE.UU. se aliaron  a la comunista  Unión de Repúblicas Socialistas  Soviéticas  en la que mandaba el dictador genocida  José Stalin, para derrotar al eje Berlín-Roma-Tokyo.

El ¨palmacristi¨ (una sustancia que se ingería para evacuar los intestinos; es decir: un purgante) se usó como castigo  en muy contadas ocasiones durante los años de la década del 30 en que Batista, ayudado por José Eleuterio Pedraza,  era el ¨hombre fuerte¨,  pero no el Presidente de Cuba. En este blog pueden consultar todos los ejemplares de la revista Bohemia desde 1910 hasta el añp 2013 y comprobarán que en la anterior República (1902-1958) los periodistas tuvieron libertad de prensa salvo en muy contadas ocasiones y por muy breves períodos, después de los cuales podían publicar lo que  antes no se les había permitido publicar.

En entrevista a César Reynel Aguilera (CRA), autor del libro  El Soviet Caribeño. La otra historia de la Revolución Cubana,  por el periodista Felipe Lázaro (FL) se lee: 

FL:  Es curioso que ese intento de ocupación de ambos establecimientos militares fuese tachado por la alta dirigencia del PSP (casualmente reunida en Santiago de Cuba durante la acción fidelista) como una acción  del más puro blanquismo y  de pequeño burgués a su autor…  Aunque, después del estrepitoso fracaso militar, Fidel se rinde y. por suerte o destino, es apresado por el Teniente Sarría (militante del PSP)  que se niega a entregarlo a la soldadesca del oficial batistiano Chaviano y lo ingresa públicamente en el Cuartel, con lo cual le salva la vida. ¿Fue esta  dura condena pública del PSP, a la primera intentona militar castrista, una forma de desinformar a Batista y, a sus servicios de inteligencia, además de  negar toda participación en esa acción insurreccional?

CRAClaro que eso fue una maniobra de desinformación que, además, no les funcionó tan bien como ellos hubieran querido.

A mí me resulta muy difícil entender por qué hay tanta gente que acepta el contenido de esa declaración como una  prueba fehaciente de que los comunistas no estuvieron detrás de Fidel Castro. Estamos hablando de la misma organización que expulsó a Mella en 1926 y después se pasó décadas negándolo; del mismo Partido que en 1933 llamó a una huelga contra Machado y después se sentó a negociar con él; de los mismos comunistas que llamaron a Guiteras asesino y después colaboraron con él cuando se enfrentó a Batista; de los mismos ideólogos que en 1935 llamaron a Batista asesino y después, en 1938, hicieron alianza con él, de los mismos fanáticos que en 1939 celebraron el pacto Ribbentrop-Molotov y se opusieron a la guerra contra Alemania; pero que después, en 1941, llamaron a luchar en esa misma guerra para defender a ka URSS. La pura verdad es que, dado el historial de esa organización diciendo una cosa y haciendo otra, la famosa declaración contra Fidel Castro bien pudo haber sido lógicamente interpretada (o al menos debería serlo hoy) como codificante de algo que es exactamente contrario al enunciado.

Lo interesante del caso es que Batista, como buen conocedor que era de los comunistas, así lo hizo, y decidió ilegalizar al Partido, meter preso a unos cuantos militantes, cerrar el periódico Hoy, y deportar a una buena parte de la plana mayor de la organización. Es por eso que al final la maniobra de desinformación no les salió bien como ellos hubieran querido.

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Tomado de https://www.cubanet.org/

Casi un siglo de comunismo cubano

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A casi un siglo de la fundación el primer partido comunista cubano, se sabe que la organización no posee una historia digna de contar

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Por Tania Díaz Castro

25 de agosto, 2020

LA HABANA, Cuba. – El 15 de agosto pasado, vaya noticia, salieron cinco parrafitos sin firma http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2020-08-15/el-primer-partido-comunista-de-cuba-relevo-y-continuidad-1 en el periódico Juventud Rebelde. En esa nota, que recordaba la fundación del primer partido comunista de Cuba hace casi un siglo, el 16 de agosto de 1925, el nombre de Fidel Castro brillaba por su ausencia.

A este paso, es lógico pensar que, dentro de unos años más, aparezcan solo dos parrafitos recordándonos lo mismo, puesto que todo lo concerniente a aquella fecha tan controversial se ha olvidado. Recordemos que en 1925 ya se conocía la intransigencia de Stalin con su política de oportunismo, los conflictos internos de su partido, sus campos de concentración y sus millones de muertos.

Lo primero que descubrimos en esta nota de Juventud Rebelde son errores. El señor José Miguel Pérez y Pérez no fue el secretario general de aquel primer partido, sino un miembro más del grupo. Tampoco fue un partido que tuviera relación con el que fundara a finales del siglo XIX José Martí, que de comunista no tenía nada.

Otra falsedad en la que cae la nota es decir que el líder comunista Julio A. Mella había sido orientado por la dirección de su Partido a marcharse de Cuba y refugiarse en México, por temor a ser asesinado a manos de Machado. En realidad Mella marchó porque había sido separado del Partido, tras una huelga de hambre que hizo por iniciativa suya. Ya en México, según versiones más creíbles, fueron los propios comunistas de otros países, siempre en pugnas internas, quienes asesinaron a Mella.

A los pocos días de constituido, este primer partido comunista cubano comenzó a vivir en la más absoluta clandestinidad. Miguel Pérez fue considerado como “extranjero indeseable” y detenido por orden de Gerardo Machado, quien fue electo presidente por esos días y se mantuvo como enemigo de ideologías extranjerizantes. Luego, fue expulsado de Cuba hacia España, su país natal. Su historia terminó mal: acusado de organizar la resistencia contra el fascismo, fue condenado a muerte y ejecutado en 1936.

El partido comunista cubano no posee una historia digna de contar. Cuando los Estados Unidos le dan un ultimátum a Machado para que se marche de la Isla, el dictador, desesperado, les ofrece a los comunistas legalizar el partido a cambio de su apoyo, y los comunistas cometen el grave error de ceder, aun cuando la mayoría del pueblo quería la renuncia de Machado. El dictador huyó el 12 de agosto de 1933.

Durante el primer gobierno de Fulgencio Batista, en el cual este se pronunciaba por “una revolución verdadera” y los periodistas de la prensa libre eran reprimidos con aceite de ricino, el periódico Hoy de los comunistas fue legalizado, así como su Partido.

Es de destacar que, mientras Finlandia era invadida por la URSS, los comunistas Juan Marinello y Carlos R. Rodríguez se desempeñaban como ministros de Batista y Blas Roca estaba fundando la Revista Fundamentos. Por esa época aumenta el salario mínimo a 45 pesos cubanos al mes, Cuba compra oro por 22 millones de dólares para garantizar la moneda nacional, Batista establece relaciones diplomáticas con la URSS y es agasajado en Estados Unidos por el presidente Roosevelt.

Por último, bajo el triunfo revolucionario del castrismo, por los años 60 del siglo pasado, con sus miles de fusilados y presos políticos y una economía destruida, prácticamente desaparecieron los comunistas uno a uno en la llamada “microfracción”. Muchos de ellos salvaron sus vidas porque se exiliaron en Estados Unidos.

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Tomado de
http://www.desdecuba.com/articulos/9_01.shtml

Textos imborrables: El caso Mella

Nota de la redacción:
En la dirección de Internet www.cuba-urss.cult.cu investigadores cubanos han colocado 15 documentos relativos al caso en que Julio Antonio Mella fuera expulsado del Partido Comunista de Cuba a finales de 1925, tras la controvertida huelga de hambre que protagonizó al ser encarcelado. Hemos seleccionado para publicar en nuestra sección Textos Imborrables, la sentencia, una carta del Partido Comunista de Cuba dirigida al Partido Comunista de México, la Resolución sobre Cuba del Secretariado Político de la Internacional Comunista y la carta del PCC a la Internacional Comunista readmitiendo a Mella en el partido. Al final de esta selección indicamos los títulos de otros documentos que aparecen en este expediente, pero que no reproducimos aquí para no extendernos demasiado.

Documento Nr. 3: La Sentencia, En: RGASPI,
Fondo 495-105-2, folio 22

(enero 26)
(3-15 secr. i.p)

Los miembros del Jurado que firman abajo, proponemos al CCE del PCC la siguiente sentencia, en vista de los descargos hechos por el compañero Mella y habiendo investigado la verosimilitud de los extremos no probados plenamente en el acto del juicio, la siguiente

SENTENCIA

El compañero Julio Antonio Mella, miembro efectivo del Partido Comunista de Cuba y Secretario de Agitación y Propaganda en el CCE ha cometido faltas de: 1. indisciplina; 2. insubordinación a los acuerdos del CCE; 3. equivocación de las tácticas, nocivas a los intereses del Partido; 4. nexo personal con la burguesía y contra el proletariado y 5. falta de firme sentimiento de solidaridad.

El Jurado del Partido, designado por el CCE propone la siguiente pena, teniendo en cuenta para atenuarla, lo joven que es el compañero Mella en el Partido y la clase a que pertenece:

1. Separación total de toda actividad pública, por tres meses.

2. Separación de las actividades del PC por dos años, a contar ambas penas de la notificación oficial del CC al compañero.

3. Reconvención privada y pública. Ésta en la prensa del Partido y después de ser firme [sic] por las instancias superiores esta sentencia.

De lo cual damos veracidad:

Presidente del Jurado: A. Ruiz
Vocal: V. Felix
Vocal: J. Pedrín
Vocal: Rosky
Secretario del Jurado: Lucas Chacheiro

El Comité Central Ejecutivo aprobó la anterior sentencia en sus partes 2) y 3) reformándola en lo que se refiere a la primera en la siguiente forma: 1) Separación total de toda actividad pública por dos meses.
De todo lo anterior doy fe,
Por el Comité Central Ejecutivo del Partido Comunista de Cuba,
Francisco Pérez Escudero, Secretario General.


Documento Nr. 5: Carta del PCC a Rafael Carillo, secretario general del PCM del 23.03.1926 En: RGASPI, Fondo 495-105-2, folio 23

Rafael Carillo
Apartado 613
México

Habana, 23 de Marzo de 1926

Camarada Secretario del CC del Partido Comunista de México

Estimado camarada:

El CC del PC de Cuba, en junta celebrada ha considerado en todo su valor y consecuencia para el prestigio y auge de los ideales comunistas en Cuba, la labor que viene realizando desde vuestro país el Sr. Mella, expulsado de este P. En nombre de los deberes internacionales por que están vinculados los P. de la IC, pedimos a vosotros no olviden que el referido ex-militante es un perfecto y descarado saboteador de los ideales comunistas, a quien le tenéis que negar toda relación, y mucho menos ofrecerle tareas como si fuera un comunista acreedor a servir los ideales de los cuales ha renegado en Cuba vergonzosamente.

Nosotros estimamos y así lo hacemos comprender a los camaradas de México, que un PC por joven que sea y por modestos que resulten sus efectivos, ha de merecer siempre la atención, y sus comunicados han de considerarse que revisten toda la seriedad, cuya verdad y la honradez en los hechos, no deben ponerse en duda, y oír a un P. antes que la opinión de un líder extraviado que no descansa en sabotear, por infinitos medios, nuestra heroica labor; esto no quiere decir que neguemos a vosotros, apreciables camaradas, sus esperadas y sabias apreciaciones referentes al enojoso asunto; pero en la forma que se manifiesta el Sr. Mella, y de la que hace alarde como desautorizando nuestro legítimo y ineludible prodecer, parece a la vista de él y de sus amigos, que para desgracia del comunismo en Cuba, que vosotros apoyáis esa infame labor con el propósito de utilizar algunos miembros de este P., haciendo ver que es una cuestión personal, lo que a las claras se deduce que es un caso bien definido de tácticas y doctrina comunista, apareciendo también entre ellos, individuos que nada tienen de proletarios ni de comunistas, "que no han roto el puente aún“, que no sólo tratáis de desautorizar a dignos militantes, sino que con vuestra acogida cordial a un renegado comunista, hábil simulador, estáis despreciando internacionalmente a un PC digno de que se le enseñe y oriente en cuantos le sean necesarios; pero no merecedor a que lo obliguen hacer un ridículo papel ante las masas trabajadoras, inutilizándolo para crear un poderoso sector de combatientes disciplinados, ganando la confianza y la dirección del proletariado de este país.

El Sr. Mella se viene dedicando a solicitar de algunos organismos obreros que nada tiene de conciencia ni de espíritu de clase, ni son capaces de apreciar lo hecho por él, que le remitan copias de certificados que le acrediten que no es "traidor“, por lo que se ve, es una pregunta capciosa con que sorprende con su confusionismo, pretendiendo lograr de los Comités de Organizaciones indiferentes y enemigas del comunismo la patente de que no es "traidor", siendo nuestra acusación de oportunista y desertor y ahora, después del juicio del P., de un traidor de nuestras ideales, cuyas pruebas han de conocer por las cartas insultantes que nos ha remitido, negando suficiencia y honradez para juzgarlo, burlándose del P. para quien no tuvo valor de enaltecer con la rebeldía de un conciente revolucionario.

Además se dedica a escribir a individuos pretendiendo crear un núcleo mellista para inclinarlo contra el P., comenzando ya a verse los fatales intentos, así que, su labor es negativamente comunista.
También nos extraña como el Secretario del CC del PC de M. haya entregado al Sr. Mella el secreto confidencial de nuestra dirección, pues dicho individuo escribe a dicho lugar, siendo ustedes los únicos conocedores de la tal secreta dirección.

Así que, a reserva de enviarle copias de los documentos que acreditan al Sr. Mella como un perfecto y condenable renegado de nuestros ideales, el CC del PC de C., en nombre de los deberes internacionales, reitera a ustedes que consideren a Mella como un expulsado de nuestro P., a quien hay que tratar como tal, contribuyendo, con vuestra benévola acogida a que los individuos oportunistas no burlen de las tácticas y principios, base de nuestros Partidos y fundamento, de solidez internacional a que todos aspiramos. Quedando gustos y con deseos de oír vuestros oportunos consejos.

Fraternalmente,
Por el CC Ejecutivo
Secretario General


Documento Nr. 9: Fragmentos de la „Cuban Resolution” del Secretariado Político de la Internacional Comunista (Traducción al español) del 28 de enero de 1927.
En: RGASPI, Fondo 495-105-5, folios 14-21

Resolución sobre Cuba

(…)

4. El gobierno cubano, agente servil y ejecutor de las órdenes del imperialismo norteamericano, no puede permitir el desarrollo de un movimiento obrero revolucionario y de una organización anti-imperialista. Ha intervenido brutalmente contra organizaciones que han existido sólo unas pocas semanas, disolviendo a aquellas a las que no pudo corromper, deportando a los líderes, expulsando a revolucionarios extranjeros e ilegalizando al partido comunista. Las organizaciones obreras eran muy jóvenes y estaban poco preparadas como para resistir esta oleada de la reacción. El partido comunista se reorganizó a sí mismo en la ilegalidad, pero perdió contacto con las masas. Sólo la Liga Antiimperialista mostró signos de vitalidad al comienzo del período de represión, cuando tuvo éxito en realizar en torno a uno de sus líderes, Mella, que se declaró en huelga de hambre en la prisión, un vasto movimiento de protesta de las masas anti-imperialistas.

5. En el curso de este período de represión, se cometieron errores que pueden explicarse por la falta de preparación y la juventud del partido comunista y de la Liga Anti-imperialista. El individualismo era un peligro para el Partido Comunista de Cuba, debido al hecho de que tenía un origen doble en el partido: 1) la tradición de anarco-sindicalismo que se encuentra en los movimientos obreros de todos los países latinos, especialmente en los países que poseen una lengua y cultura española o portuguesa, y 2) la mentalidad de los intelectuales, especialmente de los estudiantes. Entre este último elemento, que ha jugado un importante papel en la Liga Anti-imperialista de Cuba, Mella se unió al Partido Comunista sin entender la necesidad de una disciplina colectiva estricta, especialmente en momentos en que las persecuciones policiales obligaban al partido a organizarse en la ilegalidad.

Por el otro lado, el Comité Central del Partido, con una visión correcta de contrarrestar el individualismo que, bajo las circunstancias existentes en el partido, podría conllevar el peligro de disolución, aplicó una disciplina estricta y a menudo mecánica, sin comprender suficientemente bien que en un partido joven, bajo las circunstancias que existen en Cuba, su papel era el de aplicar la disciplina con el objetivo de agitar a los miembros, y no de purificar al partido con una expulsión que le diera al partido un carácter sectario y que involucrara a un cierto número de elementos fuera del partido. El caso de Mella es característico de este doble error de los elementos intelectuales que se inclinan al individualismo, y del comité central del partido que, como reacción, se ha deslizado hacia el sectarismo.
No hay ninguna duda de que Mella actuó individualmente, y sin tomar en consideración al partido, el cual tuvo una tendencia a subordinarse a su personalidad, y que careció del espíritu de disciplina que deben tener todos los miembros del partido comunista. Pero la sanción de expulsión del partido no guarda relación ni con la importancia de su infracción de la disciplina, ni con las exigencias de la situación política, pues la tarea del partido comunista en ese momento no era sólo el protegerse a sí mismo contra el individualismo y establecer una firme disciplina interna, sino también, y sobre todo, la de mantener el contacto con las masas que habían sido movilizadas para la defensa de Mella, utilizar este vasto movimiento popular para el partido comunista, para su defensa y para su Liga Anti-imperialista. Si el partido hubiera reconocido estas tareas políticas esenciales, habría tratado este caso de infracción de la disciplina y de individualismo de Mella con más elasticidad, sin disminuir de ninguna manera su autoridad.

La rígida política seguida por el Comité Central tuvo una repercusión política contraria a aquello que el partido quería alcanzar. Lejos de hacer que Mella y sus amigos intelectuales de la Liga Anti-imperialista entendieran y aceptaran la disciplina, la expulsión de Mella dio lugar a manifestaciones repetidas de individualismo de parte de los elementos intelectuales en la Liga, y creó una situación de malas relaciones entre el partido comunista y la Liga Anti-imperialista, que Mella y sus amigos han intentado convertir en una organización rival del partido. También condujo a un aislamiento del partido comunista respecto de las masas populares pequeño-burguesas que apoyaban a la Liga Anti-imperialista e incluso de ciertas organizaciones sindicales que Mella logró exitosamente movilizar en su defensa. La política seguida en el momento actual por Mella y sus amigos, de convertir a la Liga en una organización rival del partido, es un nuevo error que pervierte el carácter que la Liga tiene que tener: una organización de masas anti-imperialistas, y que es dañina tanto para el desarrollo del movimiento comunista y el movimiento anti-imperialista, los cuales en los países de América Latina deben trabajar mano a mano, y no en organizaciones competidoras y rivales.

6. Pese a estos errores tácticos cometidos por el CC del PCC en este período, la Internacional Comunista enfatiza el hecho de que, bajo difíciles circunstancias, y sin conexión directa con ello, el PCC se ha empeñado en desarrollar una actividad comunista revolucionaria y en seguir las instrucciones de la Internacional. El ejecutivo de la Internacional Comunista reconoce que la causa del PCC con la IC no tuvo relación con sus intenciones, y después de oír a los representantes del PCC, el ejecutivo ha decidido admitir al PCC como una sección de la Internacional Comunista.

(…)

8. Como uno de los primeros pasos en su actividad, debe plantearse el problema del desarrollo de la Liga Antiimperialista en una organización de masas que incluya a obreros, campesinos, intelectuales y a la pequeña burguesía rural y urbana. Es absolutamente esencial reestablecer la relación normal entre el partido comunista y la Liga Antiimperialista, y resolver el caso de Mella y sus seguidores, tomando en consideración los requerimientos de nuestra política general en América Central en el momento actual. El CC permitirá su readmisión en el partido bajo la condición de que se someta a la disciplina.

(…)

Documento Nr. 10: Carta del PCC al EKKI: Comunicación sobre la readmisión de Mella en el Partido, del 29.05.1927. En: RGASPI, Fonds 495-105-8, folio 3

Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista

Copias: Secretariado Latino-Americano de la IC
Comité Central del PC de México,
c. Julio Antonio Mella

La Habana, 29 de Mayo de 1927

Compañero:

Hemos recibido la resolución de la Internacional recaída en la cuestión cubana, en la que se soluciona el "caso Mella". Se nos ordena reconsiderar nuestro dictamen confirmatorio de la sentencia impuesta por el juicio del Partido de fecha 10-13 enero de 1926.

El Comité Ejecutivo ha estudiado de nuevo el asunto y CONSIDERANDO: Que habiendo guiado al CCE del Partido Comunista de Cuba, en todo lo relacionado con la actitud del c. Julio A. Mella, un solo motivo y un solo fin: mantener el prestigio y la disciplina del entonces naciente Partido de Cuba, y estando ambos garantizados por nuestra afiliación a un organismo superior – la IC – que no permitiría se repitieran actos de igual o parecida índole a los cometidos por Mella, y pareciendo, asimismo, que el citado compañero, ha rectificado, por lo menos en el extremo de la disciplina, su manera de pensar y proceder, y no olvidando, desde luego, que debemos acatamiento a las instancias superiores del Partido.

RESUELVE: Dar entrada de nuevo en el Partido Comunista de Cuba, Sección de la Internacional Comunista, al c. Julio A. Mella, restableciéndolo en todos sus derechos y deberes de afiliado; haciendo constar que cada vez que se repitan las mismas condiciones con cualquier compañero, este CCE aplicará los fueros disciplinarios que le conceden los estatutos, las resoluciones y los precedentes de la IC de los Partidos hermanos.

Por el Comité Central Ejecutivo

G. Cortina
Secretario General

Otros documentos que aparecen en el expediente:

Documento Nr. 1: Dos cartas de Mella, que envió en diciembre de 1925 al CC del PCC y a uno de sus miembros.
En: RGASPI, Fondo 495-105-2, folio 34
Documento Nr. 2: Protocolo del juicio del PCC a Julio A. Mella.
En: RGASPI, Fondo 495-105-2, folios 13-22
Documento Nr. 4: Comunicación a la Internacional Comunista sobre la expulsión de Mella del partido.
En: RGASPI, Fondo 495-105-2, folio 48
Documento Nr. 6: Carta del PCC a los miembros del Comité Central del PCM del 31.05.1926 En: RGASPI, Fondo 495-105-2, folios 44-47
Documento Nr. 7: Carta del secretario general del Partido Comunista de los EE UU, Ruthenberg, al PCC del 15.07.1926
En: RGASPI, Fondo 515-1-635, folios 66-68
Documento Nr. 8: Fragmentos del Informe sobre el PCC del camarada Automayor, delegado del PCC en Moscú, del 31.12.1926
,En: RGASPI, Fondo 495-105-1, folios: 39-55
Documento Nr. 11: Carta de Mella a Willi Münzenberg del 06.05.1927.
En: RGASPI, Fondo 534-2-108/542-1-18, folio 19
Documento Nr. 12: Cartas de Victorio Codovilla al Secretariado Latinoamericano de la Komintern del 21.08.1928. Tema: el “Caso Mella”.
En: RGASPI, Fondo 503-1-19, folios 29, 32-33, 34
Documento 13: Carta del Partido Comunista de México, Sección Mexicana de la Internacional Comunista, Comité Central Ejecutivo, Secretaría, dirigida al Secretariado Latino de la Comintern, Moscú, URSS, del 14.06.1928
En: CEMOS, Fondo PCM, Caja 3, Exp. 17 y RGASPI, Fondo 495-108-84, folio 42
Documento 14: Tren Blindado, Nr. 1, editado por la Asociación de Estudiantes Proletarios, México D.F.
Documento 15: Circular No. 295. Urgente. Reservada. Al Comité Central del PCM. Dado en Moscú, 8 de julio de 1928
En: Archivo General de la Nación (México D.F.) AGN, Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales. Secretaria de Gobernación. Departamento Confidencial. Año 1928/Julio. Tomo I. (III. Internacional).


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