Wilfredo Cancio Ysla y Luis de la Paz con dos merecidos obituarios para una misma persona: la periodista, activista y patriota Nancy Pérez Crespo o Nancy Turuseta
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Tomado de https://www.diariolasamericas.com/
Fallece en Miami la periodista y activista Nancy Pérez Crespo
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Durante varias décadas, Nancy Pérez Crespo fue una de las voces más intensas defendiendo la libertad de expresión en Cuba
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Por Luis de la Paz
7 de junio de 2024
MIAMI.- La vida cultural y política de Miami le debe mucho a la periodista, escritora, editora y activista por los derechos humanos en Cuba, Nancy Pérez Crespo, fallecida en la tarde del jueves 6 de junio del 2024, en el hospital Baptist de Kendall. Tenía legalmente 85 años.
Su hijo Fabián, quien es un reconocido editor, productor de multimedia y periodista, narró a este medio, que su madre llevaba más de un año con problemas de salud, desde que tuvo encefalitis y perdió la habilidad del mantener el balance y algo de la memoria, pero en general estaba bien para su edad y condición.
“Hace poco más de una semana que le diagnosticaron un cáncer avanzado en la vejiga, con metástasis, lo que finalmente terminó con su vida”. Luego explica: “El martes le tuvimos que llamar al rescate y se la llevaron al hospital. Anoche estaba alerta, conversando, aunque débil. Esta mañana de jueves entró en estado de coma, hasta que murió”.
El escritor y periodista José A. Albertini señala que “la muerte de Nancy Pérez Crespo, aunque conocía que no se encontraba bien de salud, me ha sorprendido y conmovido. Nancy, para mí, siempre fue una luchadora inclaudicable por la libertad de Cuba. Asimismo, comprendió que la cultura forma parte esencial de la lucha. Así lo demuestra su empeño editorial a través del sello SIBI para dar a conocer obras valiosas de creadores cubanos exiliados. Mis condolencias a familiares y amigos. Descanse en Paz, aunque en tierra no materna, la inolvidable Nancy”.
Nancy fue durante varias décadas una de las voces más intensas defendiendo la libertad de expresión en Cuba y el derecho de los cubanos en la Isla a recibir una información veraz y balanceada. Desde los micrófonos de Radio Martí se dirigía al pueblo cubano y gozaba de una gran audiencia.
(Nancy Pérez Crespo en otra etapa de su vida)
En varias emisoras de radio de Miami, se encargó de que los periodistas independientes de la Isla se escucharan en el exilio, brindando noticias frescas e inmediatas sobre lo que ocurría en distintas partes de Cuba.
También Nancy, junto a Juan Manuel, su inseparable esposo, crearon Cuba Press, donde se reproducían los trabajos de la agencia independiente del mismo nombre que operaba en Cuba. Posteriormente emprendió el proyecto de Nueva Prensa Cubana (NPC), una publicación periódica impresa con mucha noticias y artículos de opinión, donde se informaba y se ponía en contexto la realidad dentro de la Isla.
La tenaz Nancy llevó adelante también una labor cultural a través de la librería SIBI y su vertiente Editorial SIBI, donde se publicaron importantes libros de Enrique Labrador Ruiz, así como de escritores recién llegados a Miami en 1980 durante el éxodo del Mariel.
Su librería y su editorial, fueron el trampolín para escritores como Carlos Díaz Barrios y Miguel Correa, quienes publicaron sus primeros libros en el exilio gracias a las Ediciones SIBI.
El impulso por la cultura también se reflejó cuando abrió en Hialeah una nueva librería SIBI, que incluía una galería de Arte, que comenzó con una exhibición con obras de Arturo Rodríguez, recién llegado a Miami de España, y Juan Abreu, del grupo de pintores del éxodo del Mariel.
Nadie apoyó a los escritores y artistas del Mariel como Nancy y Juan Manuel. En lo personal puedo decir que leí por primera vez ante el público de Miami en las tertulias que Nancy acogía cada viernes en su librería. Además, Nancy me dio cabida como librero en su tienda en Bird Road y la 95 Avenida, lo que me permitió entrar en contacto con las novedades que salían al mercado, y sobre todo, conversar y escuchar, a escritores como Carlos Montenegro, Lydia Cabrera, Enrique Labrador Ruiz, Eugenio Florit y Pura del Prado.
Según el escritor y pintor Juan Abreu, “todos los marielitos estamos en deuda con ella. Nos recibió con cariño y generosidad. Recién llegado, durante mis días de mayor desamparo, me alojó en su librería en Hialeah. Nancy fue para nosotros un hada madrina, una mujer excepcional. Su muerte es un duro golpe para un exilio militante y anticastrista (la emigración es otra cosa) en vías de extinción. Hoy es un día triste para los cubanos, para la gente del Mariel, y para mí, especialmente”.
La última de las librerías SIBI estaba localizada en la Calle 8 y la 57 Avenida y tuvo un mayor crecimiento, pues fue galería de arte y en el segundo nivel, se construyó un teatro, donde, entre otros, Herberto Dumé, que también fue librero en SIBI, estrenó obras.
A Nancy se le debe le Festival de las Artes del Mariel, que se celebró en el Tamiami Park, donde se conmemoraba el tercer aniversario del éxodo. Ese fin de semana de agosto de 1983, hubo exhibición de artes plásticas, se expusieron libros recién publicados por los cubanos del Mariel, entre ellos Reinaldo Arenas. El coreógrafo Pedro Pablo Peña hizo un espectáculo de danza. Se llevó a escena El flaco y el gordo de Virgilio Piñera y se presentó durante el festival, el primer número de la Revista Mariel, dedicado a José Lezama Lima, con colaboraciones de los escritores recién llegados y de quienes llevaban años en el exilio.
Fabián resalta que su madre fue la más pequeña de 10 hermanos y por discrepancias en la inscripción de nacimiento, aparece que nació en Cueto, en el oriente de Cuba, el 6 de diciembre de 1938, “pero ella decía que fue el 12 de diciembre de 1940, por lo que su segundo nombre era Guadalupe, por ser esa fecha el día de la Virgen de Guadalupe. Legalmente fue en 1938”, explica.
Como apuntó en su portal de Facebook el escritor y preso político Manuel Vázquez Portal, que colaboró estrechamente con Nancy: “Hoy he sabido de la muerte de esta mujer excepcional”. Y así era Nancy Pérez Crespo, un ser faro, que trazó con su labor como periodista y editora, el camino de la libertad para Cuba. Una vía complicada, que ella no pudo recorrer hasta el final, pero quienes hemos seguido su legado, continuamos andando, buscando el final.
La escritora Uva de Aragón la recuerda con cariño: “Nancy Pérez Crespo fue una infatigable y apasionada luchadora contra el castrocomunismo. Ayudó asimismo a muchos opositores. Junto a su esposo Juan Manuel, fue también una promotora de nuestra cultura. La recuerdo especialmente en la década de los 80, cuando en la librería SIBI animaba inolvidables tertulias a las que acudían importantes figuras de nuestra cultura como Lydia Cabrera, Carlos Montenegro y Enrique Labrador Ruiz, entre muchos otros. Acogió con igual generosidad a la generación del Mariel. Guardo una memoria agradecida de una lectura en SIBI en la que participé junto a Reinaldo Arenas, uno de sus protegidos. Fue una noche mágica, y no sé si le expresé debidamente mi gratitud. Nancy, como tantos exiliados, no vio la Cuba mejor por la que tanto luchó, pero puede descansar en paz por la meritoria labor de toda una vida”.
Fabián contó que esta mañana le dijo a su madre: “Mami estamos orgulloso de ti, viviste como tú querías y por el bien de Cuba”.
La familia informa que no habrá velorio, ni misa. Más adelante se hará una celebración de vida. Sus restos serán cremados.
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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
He notado que muy frecuentemente cuando se habla de PERIODISMO INDEPENDIENTE se olvidan, por ejemplo, del periodismo que desarrollaban EN CUBA desde los años 90s del siglo pasado algunas revistas de la Iglesia Católica:
Tomado de https://centroconvivencia.org
30 AÑOS HACIENDO REVISTAS
Por Dagoberto Valdés Hernández *
3 de junio, 2024
El primer número de la revista Vitral salió a las calles de Pinar del Río el 3 de junio de 1994. Hoy se cumplen 30 años. Había sido pensada, acunada, y diseñada sobre papeles de reciclaje, en la sala de mi casa en la calle de Sol 50-G por un grupo de laicos que, con mucha ilusión, la presentamos a la consideración del Obispo Siro en el Obispado un atardecer del mes de mayo de 1994. Incluía mucho riesgo, provocaba miedo, incertidumbre, sacrificio, pero también pasión, afán, reto. Encendía el fervor interior que provoca ser apóstoles de la verdad. Desde aquel llamado “período especial” en los años 90 hasta esta etapa terminal que vivimos hoy, Dios ha estado con nosotros. No tengo la menor duda. Todos aquellos sentimientos, negativos y positivos, se han incrementado hoy. Crear y mantener un proyecto editorial independiente en Cuba durante tres largas y agónicas décadas no es tarea fácil.
Debemos dar gracias a Dios y también a muchas personas que, desde el principio hasta hoy, han colaborado fiel y sacrificadamente en este proyecto único en su fin y diverso en sus formas: escritores, artistas, editores, diseñadores, correctores, mecanógrafos, distribuidores en las parroquias, pueblos y universidades, mensajeros en bicicletas, operadores de las fotocopiadoras, empaginadores a mano, revisores hoja por hoja, presilladores, los que pegaban el lomo, los que hacían los paquetes, las secretarias de redacción, las secretarias de la Conferencia de Obispos, de los obispados de toda Cuba, de las parroquias desde Mantua en Pinar hasta Baracoa en Guantánamo. Gracias a los suscriptores en toda Cuba, que contribuían, si podían, con 12 pesos cubanos al año, dos por cada revista bimestral, gracias a su apoyo llegamos a imprimir 12 mil ejemplares de 60 páginas cada dos meses, sin fallar ni una sola vez.
Es indispensable agradecer, para siempre, el patrocinio, el entusiasmo, la protección, el ánimo y la total confianza que depositó siempre en su director, en el consejo de redacción y en su digno asesor el entonces Padre Manolo de Céspedes, quien fuera el padre y pastor incansable, valiente y entregado, de la Diócesis de Pinar del Río y de su revista Vitral, el venerable VI obispo de Pinar del Río, Monseñor José Siro González Bacallao, a quien Dios tiene en la gloria, y que ojalá la Iglesia comience rápidamente su proceso de canonización para oficializar lo que es: un santo.
Hicimos una encuesta en Vitral y arrojó que cada revista era compartida, prestada o regalada a un promedio de 5 personas que no estaban suscritas. Todavía hoy hay colecciones completas de los primeros 78 números de Vitral, algunas de ellas encuadernadas en piel, como una que vi, personalmente, en Ciudad de México, preservada amorosamente en la vitrina de una biblioteca privada. Otras humildemente cuidadas en el viejo escaparate de una abuela que las relee y se las enseña a sus nietos como una reliquia. Cada vez, esas colecciones, tendrán más valor testimonial.
Estuvimos durante 13 años puntualmente, sin fallar una, cada dos meses, siendo fieles a este servicio. Damos gracias a Dios y a todos los que trabajaron, arriesgaron y sacrificaron. Yo ofrezco aquellos 10 años y un mes en que fui castigado a trabajar en un tractor con una carreta recogiendo yaguas. Soy y seré siempre yagüero, fueron los mejores 10 años de mi vida, gran parte de ellos, con un pie en las yaguas y otro pie en los salones de Justicia y Paz del Vaticano, gracias a Dios y a Vitral.
Damos gracias también por Ediciones Vitral en la que publicamos más de 40 libros y monográficos, fruto del Concurso Literario anual. Entre ellos publicamos un libro histórico dado por extraviado, “Instituciones de Filosofía Ecléctica Editadas para el Uso de la Juventud Estudiosa. Tomo II. Metafísica”, del Padre Félix Varela. Obra escrita y publicada, por primera vez, en 1812 en la Tipografía Antonio Gil de La Habana, que se dio por perdida durante casi un siglo y cuyo original, en latín, fue encontrado, por el Dr. Amauri B. Carbón Sierra, encuadernado junto con el Tomo I, en la Biblioteca de la Universidad de La Habana. Ediciones Vitral fue la única editorial de Cuba que aceptó la reedición del hallazgo de esta obra de Varela y lo hizo en su colección Huellas en 2006 con una cuidada edición bilingüe (latín y español) y facsimilar. Una joya de Ediciones Vitral que marca la cumbre de su servicio editorial que incluyó la revista infantil Meñique, la revista literaria DeLiras y varios boletines especializados en economía, educación e informática. Todo lo publicado en papel, revistas y libros, también estuvo recopilado y publicado en un sitio web www.vitral.org que ha desaparecido de la red con todo esa riqueza creadora.
Sin embargo, el día del equinoccio de primavera, 21 de marzo de 2007, la nueva autoridad eclesiástica de la diócesis de Pinar del Río, a la que pertenecían el centro de formación y la revista sociocultural, decidió intervenir la revista Vitral con el propósito de cambiar su perfil editorial, junto con la extinción del Centro de Formación Cívica y Religiosa, fundado desde el 29 de enero de 1993. El último número de esa etapa fue Vitral 78, marzo-abril 2007, año XIII. El equipo de laicos que fundó y dirigió Vitral decidió no marcharse de la Iglesia, ni de Cuba, y darse un año sabático para discernir qué hacer para ser fieles a su compromiso cristiano en Cuba.
Seis meses después nacía el proyecto Convivencia, el 15 de octubre de 2007 en la significativa fiesta de Santa Teresa de Jesús, Doctora de la Iglesia, mística y poetisa del Siglo de Oro español. Ese día dimos continuidad a la formación cívica cada martes en la sala de la casa de la familia Toledo López. Cuatro meses después, el 15 de febrero de 2008 era publicada, en un nuevo sitio web, la revista Convivencia: www.centroconvivencia.org. Aquí podrán encontrarse tanto la colección completa de Convivencia, como los números del 1 al 78 de Vitral que, por cierto, en otra decisión incomprensible, fueron borrados como se puede comprobar en su actual sitio web, pero recuperados en HTML en el sitio web de Convivencia.
(En la foto Monseñor José Siro González Bacallao y a su lado Dagoberto Valdés; delante y agachado Ernesto Ortiz quien tuvo un gran desempeño en la labor de edición de la revista hasta que partió para España; dada la calidad de la foto no distingo si la persona que está a su lado es Yenia, quien se ocupó durante mucho tiempo del diseño de la revista)
De esta forma, el Centro de Estudios Convivencia y su revista sociocultural Convivencia son herencia y continuidad del Centro de Formación Cívica y Religiosa y su revista Vitral. Hoy arribamos a los 30 años continuos de este servicio a la verdad y a “la libertad de la luz”. Convivencia superó con creces los números de aquella Vitral, ya estamos preparando el número 100 para julio-agosto de 2024, pero hemos mantenido fielmente: el perfil editorial, el lenguaje, la inspiración cristiana, el respeto a la persona y al bien común, y su transparencia audaz y serena. Comparto la felicidad del deber cumplido, durante 30 años, con todos los colaboradores y patrocinadores que hoy están aquí, allá, o en el Cielo.
Desde aquel 3 de junio de 1994, ambas publicaciones forman un único proyecto, un mismo propósito, tienen una misma mística y pretenden un mismo fin: servir al pueblo cubano con la verdad. Aunque las modalidades y las circunstancias hayan cambiado. Ahora somos independientes del Estado y de las estructuras pastorales de la Iglesia. Y, como siempre, también ahora lo hacemos desde la fe cristiana, siendo miembros fieles de la Iglesia católica, y permaneciendo en la Isla, aunque siempre, antes y ahora, abiertos y en colaboración y convivencia con el pulmón de la Diáspora, hasta donde debe llegar también la gratitud por su apoyo y colaboraciones literarias y artísticas.
Al cumplir 30 años de este compromiso quiero, en el plano personal, dar gracias a Dios por la inspiración, la fuerza interior y la perseverancia, que solo vienen de Él. Y también quiero dar gracias a la comunidad eclesial, gracias a nuestros hermanos, que siempre han apoyado durante estas tres décadas y que forman, como este servidor, parte del laicado comprometido de la Iglesia.
Y debo, quiero y deseo, dar gracias también a esa parte de la Iglesia que, aunque con decisiones escritas en renglones a veces incomprensibles, me ha ayudado a ensanchar los horizontes de mi compromiso cristiano más allá del servicio intraeclesial en el que estuve imbuido desde mi niñez, cuando correteaba en las galerías del Obispado y era monaguillo en la Catedral, pasando por múltiples compromisos eclesiales, hasta el 21 de marzo de 2007, providencialmente el inicio de la primavera, signo de vida nueva. Fui casi toda mi vida, gracias a Dios, un hombre del mundo entregado al trabajo en el corazón de la Iglesia, desde la base hasta su cúpula. Ahora, gracias a aquella inescrutable decisión y, sobre todo, gracias a los insondables designios de Dios, he logrado ser un hombre de Iglesia en el corazón del mundo, de Cuba, de sus dos pulmones, a la intemperie, sin paraguas humanos, pero en las Manos de Dios, cobijado en el corazón de Cristo y acurrucado en el regazo de su Madre que en Cuba se llama Virgen María de la Caridad.
Por todo ello, por ambas etapas, por toda mi vida, y aún por lo que vendrá y desconozco, doy gracias a Dios y me entrego totalmente a Él en la construcción de Su Reino aquí y ahora. Todo lo que he podido hacer y haré, ha sido, es y será con ese fin, desde la fe y la esperanza. Estoy convencido, y confío sin reservas, que, como dijo otro santo obispo cubano, Monseñor Adolfo Rodríguez Herrera: “mañana, antes que salga el sol, habrá salido, sobre Cuba y sobre el mundo entero la Providencia de Dios”.
Gracias Señor, por estos 30 años haciendo revistas y ofreciendo educación ética y cívica.
Hasta el próximo lunes, si Dios quiere.
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* Dagoberto Valdés Hernández (Pinar del Río, 1955).
Premios “Jan Karski al Valor y la Compasión” 2004, “Tolerancia Plus” 2007, A la Perseverancia “Nuestra Voz” 2011 y Premio Patmos 2017.
Dirigió el Centro Cívico y la revista Vitral desde su fundación en 1993 hasta 2007.
Fue miembro del Pontificio Consejo “Justicia y Paz” desde 1999 hasta 2007.
Trabajó como yagüero (recolección de hojas de palma real) durante 10 años.
Es miembro fundador del Consejo de Redacción de Convivencia y su Director.
Reside en Pinar del Río.
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VIII Aniversario revista Vitral. Palabras del Obispo José Siro González Bacallao
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Año 2000: VI Aniversario revista Vitral. Opiniones de Pedro Pablo Arencibia y de Humberto Bomnín
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2003: IX Aniversario revista Vitral. Dagoberto Valdés y José Prats Sariol
2003: IX Aniversario de la revista Vitral. Palabras de Pedro Pablo Arencibia en el año de ola represiva conocida como la Primavera Negra de Cuba
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Las siguientes palabras de reconocimiento y admiración hacia nuestra querida Vitral fueron escritas sobre la base de los sesenta títulos de los editoriales que Vitral ha publicado en estos diez años de arduo y perseverante trabajo; trabajo con imperfecciones, como toda obra humana, pero lleno de esperanzas y amor.
Vitral, la revista del Centro Católico de Formación Cívica y Religiosa de la Diócesis de Pinar del Río, es un ejemplo de publicación socio-cultural que vincula armónicamente Cultura y religión(44) y ha sido en sus DIEZ años de existencia un Espacio y proyecto (7) fundamentado en La fuerza de lo pequeño (8) que Buscando la verdad en carne viva(6) nos ha traído a muchos La Libertad de la Luz (1), pues nos ha enseñado que con el No a la violencia(3) y con Moderación y diálogo(13) podemos pasar De la Confrontación al consenso(43) y de ahí, a la Convivencia y tolerancia (9) para así llegar, sin recelos ni ánimos de revanchas disfrazadas de justicia, a Una gran alegría para todo el pueblo(22), a esa otra y constante Navidad: fiesta de utopías(4) , fiesta del pueblo (28) y Celebración pública(16) en la que nos sentiremos nuevamente hermanos en el Amor, que es sentirnos hermanos en Cristo, en esa (al decir de nuestro Apóstol) fusión dulcísima y consoladora de amores y esperanzas que será nuestra Patria. Vitral, en todos estos años de su existir, siempre ha sido fiel a la doctrina de Paz de la Iglesia; Vitral siempre nos ha invitado, nos invita y estoy seguro que nos seguirá invitando, a que No cerremos la puerta a la esperanza(5) y a Celebrar entre todos la convivencia pacífica(52) .
Vitral durante estos DIEZ años (¡nada fáciles!) nos ha enseñado: que debemos Vivir en la verdad(18), que No sólo de pan vive el hombre(10), que Sin trabajo no hay país (12) y que tenemos El derecho a un nivel de vida digno (47) y a usar y disfrutar de El Transporte(51) sin una agónica espera ; que hay que tener en cuenta El agua y la luz (15) y que le debemos decir No a la cultura del individualismo (11) y No a la pena de muerte (45) y sí a La cultura de la vida (30), considerando la Cultura: ¿ajiaco o caldosa(14)? Confianza y espacio para crear (37) y a La Educación, el derecho de elegir cómo ser (24).
Vitral nos ha ilustrado, durante esta década de su existir, de que debemos vivir Atentos a los signos de los tiempos (19), pues Todo pasa (50) pero sin perder de vista que si bien La causa de Dios es la causa del Hombre (21), debemos Ser protagonistas de nuestra propia Historia (29) haciendo uso de la Responsabilidad para que no se apague la esperanza(26) y para que no prevalezcan El desorden social(48), La corrupción(59) y La violencia cotidiana(60); Vitral ha sembrado en nosotros la seguridad de que en algún momento de nuestra historia patria Las puertas se abrirán (40) Hacia la Reconciliación Nacional(32) dando paso a La libertad de conciencia(42) , La libertad de expresión(25) , La magnanimidad(38) y a La solución pacífica de los conflictos(41) , dejando atrás al Inmovilismo, callejón sin salida(31), y llevando a las Relaciones Iglesia y Estado(20) a como deben ser: normales y fluidas, pues ambas instituciones tienen al hombre como objeto y sujeto de su actuar.
(Portada de la revista Vitral No. 61)
Aquellos que: Creemos en un solo Dios(39), en La Virgen de la Caridad y la Patria(27) ; los que consideramos como una bendición de Dios La visita del Papa a Cuba(17) y que Cuba después de la visita(23) no fue la misma; los que creemos que aún estando en medio de esta realidad debemos en Cuba: vivir en tránsito(36), estamos totalmente convencidos que el Abrir las puertas a la redención(34) personal nos traerá (en estos tiempos tan cercanos al Centenario de la República de Cuba(49) ) La libertad(57) para todos (y no para algunos o para la mayoría) así como nuevos y grandes Desafíos y esperanzas(35) pues Las Escrituras ya lo han dicho: «y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres» (Juan 8, 32). Vitral, por medio de sus editoriales y otras secciones, nos ha presentado magistralmente esa única Verdad inculturada en nuestro contexto social actual e histórico.
Vitral ha esclarecido posiciones y conceptos cuando ha habido Una confusión lamentable(54) o cuando se ha tenido que abordar el tema de Cuba y las relaciones internacionales(33) en ocasión de una importante reunión internacional en el país; también Vitral, ante la ignorancia, la duda o la incertidumbre, ha respondido con claridad meridiana las preguntas: Navidad en Cuba ¿Apertura o aislamiento?(46) y ¿Hacia dónde va la Iglesia en Pinar del Río?(53). De igual modo, Vitral en estos dos lustros nos ha llamado y alertado a meditar seriamente sobre nuestro existir al preguntarnos: ¿Qué estamos haciendo con nuestra vida?(58) para que no desaprovechemos este preciado don de Dios. Por último, Vitral, con lenguaje claro y sencillo, sin utilizar recursos del, tan de moda, lenguaje apocalíptico, ha trasmitido una advertencia llena de proverbial sabiduría: Quien cierra el paso al cambio en paz, abre la puerta a la violencia(55).
Para que todo no sean lisonjas y complacencias hacia la admirada homenajeada, retomo las palabras del editorial del segundo aniversario: «Nadie presta mayor servicio a Vitral que quienes más la critican» y señaló que en sus editoriales Irse del país, solución o problema(2) y La emigración(56) así como en otros artículos en los que se ha abordado esencialmente el tema migratorio, se ha obviado, muy probablemente por mesura y no por desconocimiento, el ideario y las posiciones que asumió el mayor de todos los cubanos ante ese hecho y dilema; se ha obviado a aquel que con mucho más que un poco de luz en la frente expresó: «prefiero ser extranjero en otras patrias a serlo en la mía». La esencia y presencia de ese legado martiano en dichos editoriales no sólo nos habrian ayudado a esclarecer algunas causas sino también a comprender que hay personas que aunque se van del país no lo abandonan, ni huyen, ni escapan del mismo. También en esos editoriales se han obviado la constitución apostólica Exsul Familia y el mensaje de navidad de 1952, ambos del Papa Pío XII, así como la encíclica Pacem in Terris, específicamente su párrafo 25, del Papa Juan XXIII, documentos en los cuales la Iglesia reconoce el derecho a emigrar del país aún cuando esa emigración sea producida por causas económicas, que no es el caso cubano, por no cumplir la emigración cubana con las características generales que la literatura científica especializada, la biodemográfica, le asigna a dicho tipo de migraciones. Hasta aquí mi servicio a la trascendente Vitral, revista de temas cubanos que hoy solamente cede, a mi modesto entender, ante la singular Encuentro*, aunque reconozco que los objetivos y lectores a los que ambas están dirigidas no son los mismos.
Finalmente para concluir quiero expresar: ¡ Gracias y Felicidades Vitral! por cumplir tu promesa fundacional de ser «palabra y cauce, resonancia y espejo…a cuantos tengan sed de comunicación, reflexión y diálogos, sin distingos de colores ni empobrecedores filtros para la luz» ** ; ¡ Gracias y Felicidades Vitral!, por haber sido la Puerta de Luz que me dio fuerzas para recorrer durante estos siete años y medio, el oscuro túnel de la muerte incruenta. Muerte civil que me privó de ganar el sustento familiar y grados científicos y de darle a mi pueblo, los mejores y más maduros frutos de mi vida profesional y académica. Vitral, tú has sido la Puerta; ¿ la Luz ? : ¡Tú, mi Señor !.
¡MUCHAS GRACIAS!
Pedro Pablo Arencibia Cardoso
Nota:
* Me refiero a la revista Encuentro de la Cultura Cubana, editada en Madrid y cuyo fundador, ya fallecido, fue el destacado intelectual cubano Jesús Díaz.
** Editorial « La libertad de la luz» año 1.no 1. mayo-junio. 1994
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