jueves, octubre 23, 2025

Roberto Álvarez Quiñones: En solo 36 meses Cuba perdió 30.767 médicos, en su abrumadora mayoría porque emigraron a un ritmo de más de 10.000 anuales. ¿Por qué emigran tantos médicos cubanos?


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 Tomado de https://diariodecuba.com/

¿Por qué emigran tantos médicos cubanos?

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En solo 36 meses Cuba perdió 30.767 médicos, en su abrumadora mayoría porque emigraron a un ritmo de más de 10.000 anuales.

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Por Roberto Álvarez Quiñones

Miami

19 Oct 2025 

¿Cuántos médicos suizos, holandeses, daneses, canadienses, japoneses, o estadounidenses han emigrado y hoy, dispersos por todo, el mundo ejercen esa vital profesión incluso en otros continentes?

¿Cuántos médicos cubanos antes de 1959, graduados en Cuba, emigraron para ejercer esa profesión en otras naciones? La respuesta a ambas preguntas es la misma, poquísimos.

Para empezar, todo médico (y cualquiera otra persona) que emigra lo hace porque no le va bien en su país, o tiene su horizonte profesional muy limitado y quiere ejercer la medicina en un país que sí le ofrezca las oportunidades para su desarrollo, y a la vez, vivir mejor él y su familia.

Surgen entonces dos preguntas claves: 1) ¿cuántos médicos cubanos emigraron antes de 1959?; y 2) ¿cuántos lo han hecho después? Aquí las respuestas sí son muy diferentes.

No se sabe exactamente cuántos galenos cubanos se fueron a ejercer su profesión en otros países cuando la Isla era "explotada por el imperialismo", pero sí que fueron muy poquitos, casos aislados, singulares. Luego de asaltar el poder los Castro y el argentino Guevara son decenas de miles los médicos cubanos los que han emigrado, y lo siguen haciendo en oleadas impresionantes.

En solo 36 meses se fueron de Cuba unos 30.000 médicos

Bueno, en verdad más que emigrar los médicos cubanos se escapan. Huyen del mismísimo Diablo, para decirlo en términos literarios, hacia cualquier nación del mundo que les permita ejercer con dignidad y a plenitud su noble y vital profesión.

Antes de 1959 ocurría todo lo contrario. Algunos jóvenes estudiaban Medicina en el extranjero, pero para regresar y ejercer la profesión en Cuba. También médicos cubanos, la mayoría recién graduados en la Universidad de La Habana, cursaban estudios avanzados de posgrado en el exterior para ejercer la profesión en Cuba con mayor rigor científico.

Y eso lo digo con conocimiento de causa. De tres primos míos médicos, uno estudió la carrera en Francia, y los dos graduados en Cuba hicieron la especialidad en EEUU. Pero los tres regresaron y ejercieron en la Isla… hasta que llegó el comunismo.

Al grano, según el Ministerio de Salud Pública (MINSAP), en 2021 en Cuba había 106.131 médicos, pero al inicio de 2025 la cifra era de 75.364 galenos. En solo 36 meses Cuba perdió 30.767 médicos, en su abrumadora mayoría porque emigraron, a un ritmo de más de 10.000 médicos anuales, que ahora prestan sus servicios en otros países.

El MINSAP en 2021 contaba con 312.406 trabajadores, y al iniciarse el año 2025 la cifra era de 234.884.  El país perdió 77.522 trabajadores de ese importantísimo sector, incluyendo también técnicos calificados y enfermeros. En su abrumadora mayoría emigraron y ninguno de ellos para regresar más calificado a Cuba.

No hay en el mundo otro caso parecido al de Cuba

No hay en el mundo otro caso ni siquiera parecido al de Cuba. De la India, el mayor emisor de migrantes médicos del planeta, con una población de 1.451 millones de habitantes, emigran anualmente unos 50.000 médicos. Aplicada a la población de Cuba esa relación población-médicos emigrantes de la India, de la Isla debieran emigrar 310 médicos cada año, no 10.000.

Otro ejemplo más a la mano, de Honduras, un país muy pobre que tiene 11 millones de habitantes y 21.000 médicos, emigraron unos 1.000 médicos, entre 2022 y 2024, el 4,7% del total de médicos, una cifra muy inferior al 28,2% médicos cubanos que emigraron en los últimos tres años

Mucho menos existe otro Gobierno en el planeta que haya convertido en propiedad del Estado a decenas de miles de médicos a los que explota como esclavos modernos en decenas de países para apropiarse del 85%-90% de sus salarios en divisas.

Pero hagamos hoy abstracción de esta delincuencial trata de personas en pleno siglo XX, de la exportación de médicos cubanos como si fuesen "instrumentos parlantes" (así definía Marco Terencio Varrón a los esclavos en la Roma antigua). Detengámonos ahora en la pregunta de por qué se van de Cuba tantos médicos.

Sí, porque estamos hablando de la "potencia médica" de la cual tanto presumió el Embaucador en Jefe como una "obra de la Revolución", cuando era el tío Alexei quien desde Moscú obsequiaba el dinero para mantener aquella vitrina propagandística. Claro, al fallecer el tío la vitrina se vino abajo.

La salud pública castrista solo funcionó con dinero soviético

Antes del castrismo la salud pública cubana gozaba de fama mundial por alta calidad y eficiencia, y si luego de 1959 funcionó adecuadamente fue porque la Unión Soviética la financió. Luego, por un tiempo la narcodictadura venezolana evitó el colapso total del sistema sanitario cubano. Pero se acabó la plata venezolana y quedó al desnudo la "prepotencia médica". Hoy Cuba tiene un sistema sanitario muy inferior al de la Cuba precastrista.

A la hora de explicarse por qué tantos médicos cubanos se van del país alguien podría argüir que por las mismas razones que lo han hecho 3,5 millones de cubanos desde que los Castro Ruz y el argentino Guevara asaltaron el poder.

Pero no es así, porque en el caso de los galenos hay otro factor adicional que va más allá de la pobreza y el malvivir: el no poder ejercer debidamente la medicina en Cuba debido a las asombrosas dificultades que tienen para realizar su trabajo quienes al graduarse hicieron solemnemente el juramento hipocrático, llamado así en honor al griego Hipócrates (460-370 A.C), considerado como "Padre de la Medicina".

Se trata de un código de ética en la práctica de la medicina, que entre otras cosas declara: "Pondré todos los medios a mi alcance para  mejorar la calidad de la atención médica y para fortalecer la salud pública (…) siempre en beneficio del paciente (…) consagraré mi vida al servicio de la humanidad".

Porque uno de los peores azotes adicionales al malvivir de los médicos en Cuba es la insólita escasez de medicamentos y de insumos de todo tipo. Un cirujano cubano amigo mío que trabajaba en el hospital Miguel Enríquez de La Habana, me contó a principio de los años 90 que con frecuencia no se podían realizar intervenciones quirúrgicas porque no había hilo para hacer las suturas o gasa para contener la sangre. Que las jeringuillas para coger la vena eran reusadas y a veces no había cuchillas para sacarle punta a las agujas ya en mal estado.

Es sabido que en Cuba los pacientes tienen que llevar a los hospitales las sábanas, almohadas, bombillos y hasta el mercurocromo. No hay agua, las paredes y pisos están sucios, pululan cucarachas, mosquitos y los malos olores. En las farmacias cubanas no hay medicamentos, ni siquiera aspirina u otros analgésicos. Según reportan periodistas independientes, los hipertensos, cardíacos o diabéticos están meses sin sus medicamentos. Nadie sabe cuántos cubanos mueren al año por falta de medicamentos vitales.

Sin dictadura se restaurará el prestigio de la medicina precastrista

Y de regreso un instante a la explotación de médicos cubanos en ultramar. Hay aquí dos caras de la moneda. En una, esa trata de personas en ultramar agrava la crisis de la atención médica en Cuba, cada vez más carente de médicos y sobre todo de especialistas.

Aunque a los médicos en "misión" les retiran sus pasaportes y son vigilados por esbirros del MININT (vestidos de blanco), les es más factible escapar del Big Brother comunista en otro país y ejercer allí libremente la profesión, o irse para otra nación. Eso facilita el éxodo migratorio, la única válvula que tienen para dejar de ser explotados, realizarse plenamente como médicos, y vivir mejor ellos y sus familias.

Pero en la otra cara de la moneda vemos que Cuba ha perdido y sigue perdiendo gran parte uno de los segmentos más preciado de su capital humano, con el éxodo de esos médicos.

Así se cae por gravedad la pregunta medular: ¿Habrían emigrado tantos miles de médicos cubanos si Fidel Castro no hubiese existido?

Y ahí está el detalle, en la respuesta negativa. Es una desgracia paradojal de origen "revolucionario" que miles de galenos sean prácticamente forzados a emigrar y beneficien así a otros pueblos, no al de Cuba, con el ejercicio de su noble profesión. Gracias, Fidel. Gracias, Raúl.

Conclusión: el descalabro del sistema de salud pública únicamente puede ser detenido y solucionado si se echa del poder a la cofradía mafiosa que lo usurpa. Solo así se restaurará la merecida admiración y el respeto internacional de que gozaba la medicina cubana antes del diluvio castrista-comunista, cuando los nombres de extraordinarios doctores cubanos eran elogiados por todo el mundo.

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