martes, diciembre 10, 2019

Cuba. Arnaldo M. Fernández sobre Faure Cho,ón, la fierecilla de bajo costo domada por los Castro mediante el miedo y la compra usando para ello responsabilidades de segunda o tercera importancia en el desgobierno Castrista





Chomón: La fierecilla domada

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A la caída de Batista, Chomón ocupó con puro simbolismo mediático el Palacio Presidencial, mientras Camilo y el Che se apoderaran de los cuarteles claves de Columbia y La Cabaña
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Encuentro en Dos Arroyos, Escambray, Cuba (Instituto de Historia de Cuba).
 
Por Arnaldo M. Fernández
Broward
09/12/2019 


Debía el doctor Castro ser más prudente y responsable al hablar. Debía el doctor Castro recordar que aquí estamos los hombres del Directorio Revolucionario [DR] y que a ninguno nos puede dar lecciones de civismo, sacrificio, patriotismo, valentía ni desprendimiento. Debía el doctor Castro recordar que, mientras él estaba en México y los Estados Unidos, nosotros librábamos nuestra lucha con José Antonio Echevarría siempre al frente, en las calles de La Habana; que aún él no había arribado a playas cubanas y ya nuestro Rubén Aldama caía asesinado, en el mes de mayo de 1956, trabajando con el Directorio Revolucionario. Debía el doctor Castro recordar que todavía no había llegado él a Oriente y ya el Directorio Revolucionario atentaba contra los coroneles Blanco Rico y Tabernilla, mientras él desde México lamentaba la muerte del primero. Debía recordar el doctor Castro que mientras él estaba en las empinadas sierras orientales, nosotros en La Habana tiroteábamos el Castillo del Príncipe, propiciando la fuga de varios compañeros; le tirábamos al coronel Orlando Piedra, quemábamos 15 perseguidoras en Ambar Motors, y a pecho descubierto fuimos en plena capital a ajusticiar al déspota en su propia madriguera” [1].

Así respondió Faure Chomón Mediavilla (Manatí, 15 de enero de 1929-La Habana, 5 de diciembre de 2019) a Fidel Castro por la carta [Sierra Maestra, 14 de diciembre de 1957] en que había despachado como menudo de pollo a Chomón y demás firmantes del Pacto de Miami: “Mientras los dirigentes de las demás organizaciones que suscriben ese pacto se encuentran en el extranjero haciendo una revolución imaginaria, los dirigentes del Movimiento 26 de Julio [MR-26-7] están en Cuba, haciendo una revolución real” [2].

Hipóstasis de la revolución

Aunque las estrategias de guerrilla urbana del DR y rural del MR-26-7 contra la dictadura de Batista habían confluido en la llamada Carta de México, firmada el 29 de agosto de 1956 por Castro y Echeverría, presidente de la FEU y líder del DR [3], ni este apoyó el desembarco del Granma ni aquel respaldó el ataque al Palacio Presidencial.

(Faure Cjomón y Ernesto  ¨Che¨ Guevara en el Escambray en diciembre de 1958)

Al dar por Radio Reloj —el 13 de marzo de 1957, a eso de las 3:21 de la tarde— la fake news de que el dictador acababa de ser ajusticiado revolucionariamente en su propia madriguera, Echeverría tiró también pa’ la tonga al MR-26-7: “Somos nosotros, el Directorio Revolucionario, la mano armada de la Revolución Cubana, los que hemos dado el tiro de gracia a este régimen”. Castro se plantó entonces más firme todavía en su convicción que la hegemonía política del MR-26-7 estaba amenazada por el DR.

El fiasco del asalto a Palacio, la muerte de Echevarría y el infortunio de su lugarteniente, Fructuoso Rodríguez, junto a otros en Humboldt 7 rebajaron el protagonismo político del DR, que a la postre (rebautizado DR 13 de Marzo) adoptaría la estrategia de Castro y armaría su guerrilla rural en la Sierra del Escambray, con militantes exiliados [4] que salieron de Miami en el yate Scapade y entraron a Cuba por la playa de Santa Rita (Nuevitas) el 8 de febrero de 1958.

Castro envió un mensaje solidario y la ulterior confluencia de la columna del Che Guevara con la guerrilla del DR-13-3 en el Escambray (Foto - [5]) parecía dar continuidad a la Carta de México, pero Castro dejaría bien clara en otra carta [Palma Soriano, 26 de diciembre de 1958], dirigida confidencialmente al Che, la concepción estratégica de ¡Todo el Poder al MR-26-7!:

“La guerra está ganada [como] consecuencia de una sola cosa: nuestro esfuerzo. No tiene sentido aupar [a] un grupito cuyas intenciones y cuyas ambiciones conocemos sobradamente, y que en el futuro será fuente de problemas y dificultades. Tan soberbios y presumidos son, que ni siquiera han acatado tu jefatura, ni la mía, pretenden erigir una fuerza militar autónoma y particular que no podremos tolerar de ninguna forma. Quieren en cambio compartir los frutos de nuestras victorias para robustecer su minúsculo aparato revolucionario y presentarse el día de mañana con toda clase de pretensiones. Es necesario que consideres este aspecto político de la lucha en Las Villas como cuestión fundamental” [6].

Transiciones revolucionarias

A la caída de Batista, Chomón y su guerrilla ocuparon con puro simbolismo mediático el Palacio Presidencial, mientras Castro mandaba, con pura lógica militar y mira política, que las columnas de Camilo Cienfuegos y el Che se apoderaran de los cuarteles claves de Columbia y La Cabaña para evitar que las armas se repartieran entre todos los grupos antibatistianos.

Cienfuegos impuso la Ley Marcial en La Habana y el DR 13 de Marzo rehusó entregar el Palacio. Para el 5 de enero de 1959, el presidente Manuel Urrutia —escogido por Castro en la misma carta de repudio al Pacto de Miami— hacía el vuelo Santiago-Habana y entraba en Columbia. De allí partió una delegación a Palacio y aquí Chomón se bajó de esa nube que apareció en su precitada respuesta a Castro: “El Directorio Revolucionario considera que ninguna organización puede ni debe en la forma exclusivista planteada por el doctor Castro reclamar para sí la representación única de una revolución que hace Cuba entera”. Chomón aseguró ahora al MR-26-7 que el DR 13 de Marzo sólo quería “que se reconociera su personalidad revolucionaria y la sangre vertida por sus miembros” [7]. A las siete y cuarto, Urrutia entró a Palacio.

Al otro día, el presidente provisional pregonó por el periódico del MR-26-7 su concepción del Gobierno Revolucionario: “Cuantos intervinieron en esta brega tendrán allí su representación” [8]. Sin embargo, ningún líder del DR 13 de Marzo desempeñaría cartera ministerial durante la administración Urrutia, a pesar de que el caricaturista Silvio Fontanillas sacó una historieta sobre “Barbas de Actualidad” con la secuencia Castro, Cienfuegos, Chomón y el Che [9].

Castro tomó en serio la reeducación de Chomón y lo mandó a la mejor escuela de instrucción revolucionaria —la Unión Soviética— como su primer embajador allí. Chomón había elogiado ya al campo socialista [10] y sería el único líder del DR 13 de Marzo en la Dirección Nacional de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) y del Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS). Así y todo, nunca formó parte del Politburó del Partido Comunista de Cuba (PCC) y su paso por la Administración Central del Estado sería brevísimo, como titular (1962-63) del Ministerio de Comunicaciones. Medraría como Primer Secretario del PCC en la recién estrenada provincia de Las Tunas (1976-80).

Estado totalitario en cierne

Nada más que entró en La Habana el 8 de enero de 1959, Castro remachó el monopolio de las armas como rasgo esencial de su Estado totalitario por venir. Durante su discurso triunfal en Columbia desarmó retóricamente al DR 13 de Marzo en este pasaje crucial: “Hay elementos de determinada organización revolucionaria (sic) que están escondiendo armas [y] están contrabandeando armas. Yo les voy a hacer una pregunta: ¿Armas para qué? ¿Para luchar contra quién?; ¿Contra el Gobierno Revolucionario, que tiene el apoyo de todo el pueblo?” Poco después, Chomón daría pie forzado a otro rasgo esencial de aquel Estado con la idea de “una asamblea de todos los sectores revolucionarios [como] el gran instrumento organizativo de la revolución cubana” [11], que cuajaría como partido único.

Coda

En el exilio temprano, el caricaturista Antonio Prohías representó a Chomón como ratón, así como a Castro como mofeta, Raúl Roa como pavo real, Osvaldo Dorticós como cucaracha, Efigenio Amejeiras como cobra, Blas Roca como gallina… [12]. Ya todos fallecieron, pero la rebelión en la granja República de Cuba pervive bajo el mandamiento clásico de que todos los animales son iguales, aunque algunos sean más iguales que otros.

Notas

[1] “El Directorio Revolucionario hace pública su posición ante las declaraciones del Doctor Fidel Castro que dan por terminadas las labores de la Junta de Liberación Cubana”, en BNJM, Fondo 1952-1958 (sin fecha ni lugar de impresión). Según tertuliano de este foro, a este fondo se tiene acceso ya sólo con permiso del Consejo de Estado.

[2] “Señores dirigentes del Partido Revolucionario Cubano, Partido del Pueblo Cubano, Organización Auténtica, Federación Estudiantil Universitaria, Directorio Revolucionario y Directorio Obrero Revolucionario”, en BNJM, Fondo 1952-1958. Esos dirigentes eran Manuel Antonio de Varona, Roberto Agramonte, Carlos Prío, Juan Nuiry, Chomón y Pascasio Lineras, respectivamente. El pacto se había formalizado en Miami Beach, el 15 de octubre de 1957, con el Documento de Unidad de la Oposición Cubana frente a la Dictadura de Batista y la formación de la Junta de Liberación Cubana. Castro desacreditó a su Delegado de Asuntos Bélicos en el Extranjero, el moncadista Léster Rodríguez, y al economista Felipe Pazos, quienes habían participado en nombre del MR-26-7. La junta se desinfló.

[3] Cf.: Granma. Compilación de Documentos, La Habana: Centro de Estudios de Historia Militar (1981), 78 s. Al salir esta carta hubo conmoción en la Universidad de La Habana. La presidenta de la Escuela de Pedagogía, Elvira Díaz Vallina, y otros tres presidentes de escuela sazonaron al secretario de la FEU, René Anillo, quien había acompañado a Echeverría a la reunión con Castro, porque la alianza con Castro no se había discutido en ni se comunicó a la dirección colegiada de la FEU. Se alegó que Echeverría debía haber firmado en nombre del DR y no de la FEU, pero se caía de la mata que, como el DR llevaba apenas seis meses de constituido, el pedigrí de la FEU pesaba más en la declaración conjunta de ir contra Batista por las malas. El vicepresidente de la FEU, Fructuoso Rodríguez, calmó los ánimos y consiguió que la FEU ratificara la carta.

[4] Chomón llegó a Miami el 24 de abril de 1957, como nuevo líder del DR, tras evadir la cacería derivada del asalto a Palacio, que el 20 de abril había cobrado ya las vidas de Fructuoso Rodríguez y otros militantes del DR en Humboldt 7. El lugarteniente de Chomón, Rolando Cubela, estaba ya en exilio por balear de muerte al jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) batistiano, coronel Antonio Blanco Rico, el 27 de octubre de 1956 en el cabaret Montmatre.

[5] De izquierda a derecha (de pie): Jorge Martín, Humberto Castelló, Faure Chomón, René Rodríguez, Rolando Cubela, Che Guevara y Ramiro Valdés; (arrodillados): José Moleón y Raúl Nieves. Tomada el 21 de octubre de 1958 en el campamento de Dos Arroyos (Escambray).

[6] Cf.: La contraofensiva estratégica, La Habana: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado (2010), 343 ss.

[7] “La entrada del presidente Urrutia en Palacio”, Bohemia, 11 de enero de 1959, 88. En este mismo número (pp. 56-59) se publicaron las notas de Mario García del Cueto “El aporte del Directorio Revolucionario en la lucha contra la tiranía”.

[8] Revolución, 6 de enero de 1959, 1.

[9] “Apuntes sobre la Revolución”, Bohemia, 18-25 de enero, 166 s. José Antonio “Pepín” Naranjo, fundador del DR, sustituyó el 11 de junio de 1959 a Luis Orlando Rodríguez como Secretario de Gobernación y trajo a Cubela de Subsecretario, pero el trampolín de Pepín fue que, siendo Delegado en el Exterior del DR 13 de Marzo, había desviado a la Sierra Maestra para el MR-26-7 un avión cargado de armas destinado al DR 13 de Marzo en la Sierra del Escambray. Pepín llegaría a ser valet de Castro.

[10] “Elogia Faure Chomón a China comunista y a la Unión Soviética”, Diario de la Marina, 27 de noviembre de 1959, 1.

[11] “Somos partidarios de la unidad sincera de las fuerzas revolucionarias”, Bohemia, 18-25 de enero de 1959, 72 ss.

[12] “Zoológico”, El Avance Criollo [Miami], 3 de febrero de 1961, 15.

© cubaencuentro.com
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Nota del Bloguista de  Baracutey Cubano
Es extremadamente muy frecuente que  se obvie al escribir sobre  el asalto al Palacio Presidencial el 13 de marzo de 1957 la participación de la Organización Auténtica  (OA), el brazo armado del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico),  pese a que de los 42 asaltantes al edificio del Palacio Presidencial 36 pertenecían a la OA y solamente 8 pertenecían al Directorio Estudiantil.

En el   libro La verdadera República de Cuba   del antibatistiano Dr. Andrés Cao Mendiguren se plantea que el Partido Socialista Popular o PSP  (nombre del entonces partido comunista en Cuba) obstaculizó  el ataque al Palacio Presidencial y, entre otros ejemplos,  escribe que el empleado del Palacio de Bellas Artes que tenía la misión de abrirle la entrada a los asaltantes para que subieran   a los altos del edificio y  dispararan desde  ahí   en contra de los defensores de Palacio que estaban ubicados en la azotea, era miembro del PSP  con la tarea asignada de  no cooperar  con la entrada de los asaltantes a dicho edificio. Tengo la opinión que los obstáculos  del PSP a dicho ataque no fue para favorecer a Batista sino a Fidel Castro.

Fidel Castro rechazó el asalto al Palacio Presidencial porque de haber triunfado el asalto,  se hubiera convertido en una persona de segunda importancia y no  obtendría TODO el poder político y no hubiera podido imponer su dictadura. En sus declaraciones expresó que rechazaba los atentados personales pero en 1973 le encomendó al posteriormente fusilado Antonio ¨Tony¨ de la Guardía,  que secuestrara a Batista en España y que en un barco lo trasladara a Argelia y de ahi en avión lo llevara a Cuba para ser  juzgado. El día que llegó Tony de la Guardia a España  fallecía Batista de muerte natural.

 

 
 


Lo que más molestó a Fidel aquel 13 de marzo

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Nunca Castro confesó con sinceridad por qué se molestó tanto cuando conoció del ataque a Palacio
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Por Tania Díaz Castro
Marzo 14, 2017


De izquierda a derecha, Popi Corpión, José Antonio Echeverría, Fidel Castro, René Anillo y Rafael del Pino Siero (NO ES EL GENERAL DE BRIGADA DE LA AVIACIÓN CASTRISTA) durante la primera visita de José Antonio Echeverría a México donde redactan y firman “La Carta de México”, 29 de agosto de 1956 (foto Cubadebate)



LA HABANA, Cuba.- Nunca Fidel Castro confesó con sinceridad por qué se molestó tanto cuando conoció del ataque a Palacio, perpetrado por el Directorio Revolucionario (DR) aquel 13 de marzo de 1957.

Fue obvio que por primera vez vio en peligro el futuro de su Movimiento 26 de Julio, cuando aquel grupo armado de revolucionarios, encabezado por José Antonio Echeverría y Faure Chomón, estuvo a punto de haber dado muerte a Batista, de hacerse de aquel imponente edificio, con toda una guarnición militar rendida y posiblemente al mando de un nuevo gobierno.

Si pasamos revista a lo que ocurrió un poco antes, podemos entender bien aquel enredo del que hoy no se habla en la prensa nacional y que ocurrió entre las organizaciones más activas del momento.

El 8 de julio de 1956, el republicano español Luis Dam, acusa de comunista a Fidel en la Revista Bohemia y el día 15, Fidel le responde en el mismo medio, con un artículo titulado “Basta ya de mentiras”.

Puede pensarse que con aquellos truenos contra Fidel, el máximo líder del DR, José Antonio Echeverría, un ferviente católico y como demócrata, opuesto al comunismo, se haya visto forzado a entrevistare con Fidel, para aclarar las cosas.

Arranca veloz para México y firma allí un documento, conocido como Pacto o Carta, donde ambos líderes se comprometen a la lucha armada y sobre todo, descartan cualquier colaboración con los comunistas cubanos.

Con el tiempo transcurrido, muchas versiones se han hecho sobre aquella historia. Unos han dicho que Echeverría traicionó a Fidel, al declarar que era su organización -sólo ella-, la que había precipitado el fin de la dictadura a través del ataque a Palacio, sin mencionar para nada la guerra que comenzaba a librar Fidel en la Sierra. Otros alegan que fue Fidel quien lo traicionó, censurando el ataque del Directorio como una acción inútil, que sólo había ocasionado derramamiento de sangre.

Lo expresó al periodista Wendell L. Hoffman, de la CBS, publicada en la Revista Bohemia el 26 de mayo de 1957: “…el ataque a Palacio había derramado sangre inútilmente” http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article2036750.html . Luego señaló que rechazaba enérgicamente “los atentados personales” y que condenaba “el terrorismo”.

¿Pero no derramaba sangre él también, inútilmente, mientras hacía estas declaraciones, parapetado sobre las lomas de la Sierra Maestra, disparando desde muy lejos a los soldados de Batista con su fusil de mirilla telescópica, mientras era protegido por el resto de los rebeldes?

La causa del disgusto de Fidel Castro no tenía nada que ver con la sangre derramada.

Había una razón que jamás declaró.

Él se dio cuenta de que entre él y Echeverría había una carrera de velocidad y que el Directorio Revolucionario quería llegar primero al poder, también mediante la lucha armada.

Es posible además que la acción casi suicida del Directorio se hubiera precipitado, cuando el periodista H. Matthews, del periódico New York Times, el más importante de Estados Unidos, destacó a Fidel como jefe nacional, luego de entrevistarlo el 24 de febrero de 1957  , en las lomas de la Sierra Maestra. Incluso cuando se sabía que su reducido grupo de guerrilleros, había fracasado en Alegría del Pío en su primer choque con los militares.

Han transcurrido casi 70 años de aquellos hechos y todavía hoy nos preguntamos que hubiera sido de Cuba si hubiéramos tenido como gobernante a un joven con sólidas ideas demócratas, creyente de Dios, amante de las libertades civiles, al Fidel Castro que padecimos a través de una dictadura totalitaria, prolongada en el tiempo por medio del terror y la astucia de un fiel alumno de Maquiavelo.

El final del Directorio tampoco se comenta en la prensa nacional: sus sobrevivientes se concentraron armados los primeros días de enero de 1959 en el Palacio Presidencial y en la Universidad de La Habana, llega Fidel a La Habana preguntando “¿armas para qué?”. El Directorio se rinde, se intenta suicidar uno de sus líderes, el teniente Chinea, más tarde Fidel se deshace de Faure Chomón brindándole una espléndida estancia como embajador en Moscú y claro está, por suerte para el nuevo dictador, a José Antonio Echeverría se lo había tragado la tierra.

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VIDEO DONDE SE MUESTRA LAS VERDADERAS RELACIONES ENTRE JOSÉ ANTONIO ECHEVERRÍA Y FIDEL CASTRO

Streaming - presentación del libro: “FIDEL CASTRO Y EL DIRECTORIO REVOLUCIONARIO