El economista cubano Pedro Monreal advierte que el modelo económico impuesto por el Partido Comunista impide reformas reales
En 1958 se estimaba que en Cuba había 7 500 mendigos; esa cifra aparece en el libro oficialista En el último año de aquella república, publicado en Cuba en la década de los años 80s, escrito por Ramiro J. Abreu y prologado por Carlos Rafael Rodrñifuez, entonces miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba; hoy los mendigos en Cuba son cientos de miles o quizás millones, aunque ahora no puedan salir a las calles a mendigar de manera ostensible. Juan Francisco Noyola Vázquez (economista marxista mexicano fallecido el 27 de noviembre de 1962en el accidente de aviación cuando integraba la delegación de Cuba a una Conferencia de la FAO junto al economista cibano Raúl Cepero Bonilla) en conferencias pronunciadas en el Banco Nacional de Cuba por invitación de la dictadura impuesta a partir de 1959, afirmó que Cuba es uno de los países (en los años cincuentas ) con excepción, tal vez, de Costa Rica y Uruguay, donde está menos mal distribuido el ingreso de América Latina.
A continuación una página de mi libro La Historia de Cuba que te ocultaron y otros temas, el cual se puede adquirir en Amazon.
La Historia de Cuba que te ocultaron y otros temas
Economista: La esencia de la crisis en Cuba está en el 'anquilosamiento' deliberado de la planificación centralizada
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Pedro Monreal advierte que el modelo económico impuesto por el Partido Comunista impide reformas reales, mientras Mauricio de Miranda alerta sobre la 'haitianización' de Cuba.
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DDC
Madrid
27 Mayo 2025
El economista cubano Pedro Monreal consideró que la actual debacle económica del Estado no puede reducirse a simples "tropiezos del regulador", como plantea el relato oficial. Según el analista, se trata del "anquilosamiento" deliberado de un modelo económico basado en la planificación centralizada, sostenido por el Partido Comunista de Cuba (PCC) y que, lejos de actualizarse frente a las urgencias del país, continúa operando como un freno estructural a cualquier transformación profunda.
En un hilo en X, Monreal analiza un texto publicado por el portal oficial Cubadebate, "relativamente abarcador" que, en su opinión, "aborda temas importantes y soslaya otros", pero no deja "claro si refleja la voluntad oficial de debatir".
"El propio título desvirtúa la naturaleza de la crisis del Estado cubano al calificar de 'tropiezos del regulador' algo que esencialmente es el anquilosamiento políticamente premeditado por el PCC de un modelo económico anclado en la planificación centralizada", señala Monreal.
"Se transfigura la naturaleza del mandato del PCC expuesto en la llamada 'Conceptualización del modelo', que lejos de funcionar como fundamento de transformaciones trascendentes, se erige como escollo para superar el esquema de planificación centralizada", añade.
En opinión de Monreal, "la crisis de 'regulación' económica y social del Estado cubano no es un fallo de ejecución, ni de grados de descentralización, ni de fricciones en los límites y terrenos de los 'actores'. Expresa las indeseables, pero inevitables, 'costuras' de la concepción del modelo".
Cuestiona que la opción de la jefatura del PCC parece ser "continuar una política conservadora enmarcada en un modelo económico superado por la realidad (planificación centralizada) que ha mostrado no ser funcional para las necesidades del país".
También critica la falta de un debate serio sobre alternativas regulatorias al ignorarse experiencias de reforma en otros países gobernados por partidos comunistas, como China y Vietnam. En lugar de eso, se recurre a referencias clásicas como Marx o Lenin sin actualizar el marco teórico al contexto actual.
"Es llamativa la manera en que se evade una caracterización esencial del Estado al ignorar su función inherentemente represiva mediante diversos instrumentos de coerción. No es simplemente un ente 'regulador' que tropieza. Ni en Cuba ni en ninguna otra parte", considera.
Sobre un pasaje del artículo que menciona "un extraño muro entre los intereses de los trabajadores y de los ciudadanos con los del Estado", que supuestamente es resultado de una manipulación subjetiva, Monreal precisa que "la propia estadística oficial indica una clara tendencia 'post-ordenamiento' de compresión brutal de la participación de la remuneración de trabajadores en el PIB del país" y alerta de que "sin resolver eso habrá pobreza masiva, desigualdad y enajenación".
"No son simples tropiezos de la regulación estatal. Es una crisis derivada de la decisión de la jefatura del PCC de conceptualizar una versión 'light' de la planificación centralizada para preservar el poder en medio de la crisis. Es un problema político, no de regulación", concluye.
Hacia la “haitianización” de Cuba
Por su parte, el economista Mauricio de Miranda Parrondo compartió el lunes en su perfil de Facebook algunos puntos de su intervención en el Congreso LASA 2025.
Miranda Parrondo advierte que el mantenimiento del modelo económico centralizado y las políticas implantadas por el régimen cubano han llevado al colapso del sistema productivo, al estancamiento de la inserción internacional y a una reducción sostenida del nivel de vida.
(Mauricio de Miranda Parrondo)
El especialista alerta sobre la "haitianización" de Cuba, un proceso de empobrecimiento masivo, desigualdad creciente y deterioro acelerado de las condiciones de vida que haría colapsar aún más la estabilidad nacional.
Denuncia la estructura política "arcaica y esclerosada" del país —con un poder oficial y otro "en la sombra"— y la incapacidad del Partido Comunista para renovar su política de cuadros, lo que mina la credibilidad interna y externa en la capacidad del sistema para afrontar la crisis.
Para revertir esta dinámica, Miranda Parrondo propone transitar hacia un modelo de economía mixta bajo un Estado democrático, con instituciones inclusivas que aseguren mercados transparentes, pleno estado de derecho y libertades civiles.
Plantea la sustitución de entidades extractivas por otras que regulen el mercado con transparencia, redistribuyan la riqueza hacia los más vulnerables, gestionen recursos naturales y desarrollen infraestructura. Aboga también por reducir el sector presupuestado y la burocracia, fomentar la iniciativa privada y cooperativa, y restaurar la soberanía y convertibilidad real del peso cubano mediante un tipo de cambio flexible.
Según Miranda Parrondo, el modelo de acumulación vigente es incapaz de superar el subdesarrollo, lo que no solo bloquea la llegada de inversiones extranjeras, sino que también hunde a la población en una "sangría migratoria" y la amenaza con un nuevo estallido social, al tiempo que pone en riesgo las conquistas sociales de las últimas décadas.
El especialista alerta sobre la "haitianización" de Cuba, un proceso de empobrecimiento masivo, desigualdad creciente y deterioro acelerado de las condiciones de vida que haría colapsar aún más la estabilidad nacional.
Denuncia la estructura política "arcaica y esclerosada" del país —con un poder oficial y otro "en la sombra"— y la incapacidad del Partido Comunista para renovar su política de cuadros, lo que mina la credibilidad interna y externa en la capacidad del sistema para afrontar la crisis.
Para revertir esta dinámica, Miranda Parrondo propone transitar hacia un modelo de economía mixta bajo un Estado democrático, con instituciones inclusivas que aseguren mercados transparentes, pleno estado de derecho y libertades civiles.
Plantea la sustitución de entidades extractivas por otras que regulen el mercado con transparencia, redistribuyan la riqueza hacia los más vulnerables, gestionen recursos naturales y desarrollen infraestructura. Aboga también por reducir el sector presupuestado y la burocracia, fomentar la iniciativa privada y cooperativa, y restaurar la soberanía y convertibilidad real del peso cubano mediante un tipo de cambio flexible.
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Breves fragmentos tomados de mi libro La Historia de Cuba que te ocultaron y otros temas:
EDUCACIÓN;
«En 1958 había en el país 21 Institutos de Segunda Enseñanza, 6 Escuelas Normales para maestros, 9 Escuelas Profesionales de Comercio, 11 Escuelas del Hogar, 1 Escuela Nacional de Bellas Artes, 3 Escuelas de Artes Plásticas, 3 Escuelas de Artes y Oficios, 3 Escuelas Técnicas Industriales, 108 Escuelas Primarias Superiores, 40 Misiones Educativas, 1 824 Escuelas Primarias Elementales Urbanas, 4 114 Escuelas Primarias Elementales Rurales, 9 898 Aulas Escuelas Elementales Urbanas y 4 669 Rurales, 1 597 Kindergartens (o preescolar) y 736 Centros de Enseñanza Privada, 6 Escuelas de Agricultura, 350 Clubs de Enseñanza Agrícola, 1 Instituto Cívico Militar y Centro Superior Tecnológico. Todo el sistema educacional de Cuba estaba integrado por unos 20 000 profesores y 500 000 alumnos aproximadamente». (Anuario Azucarero de Cuba 1958, p. 11).
En el año 1900, según el Censo de Población de ese año, la población de Cuba era de 1 572 797 habitantes. El 64% de la población no sabía leer, y sabía leer pero no escribir el 2%. El 57% de la población mayor de 10 años era analfabeta (DEHA, 1929, tomo XXVI, p. 748).
La inmigración masiva hasta mediados de los años treinta (el crecimiento demográfico de Cuba por décadas entre 1902 y 1919 fue de una magnitud extraordinaria: 39%, según plantea Pichardo en su página 468), y muy en particular los miles de braceros antillanos, influyó en la tasa de analfabetismo de los habitantes del país. El 24.8% de 1 193 058 de inmigrantes que llegaron a Cuba entre 1902 y 1934 eran procedentes de Jamaica, Haití y Puerto Rico (Ibarra, 1992, p. 452); la inmensa mayoría eran braceros. No obstante lo anterior, en la década de los cincuenta, el nivel de analfabetismo se encontraba entre el 18% y el 23% (según diferentes autores), siendo uno de los más bajos de América. Existía la enseñanza pública (gratuita) a cargo del Estado para todos los actuales niveles y tipo de enseñanza pero con otros nombres: Primaria, Superior, Bachillerato, Comercio, Técnica Industrial, Universidad, etc.; en algunas de ellas, la selección se hacía por escalafón mediante exámenes de ingreso dado el número limitado de plazas.
En el año 1956-1957 se gastaron 75,8 millones en Educación y Cultura, los cuales representaban el 22,3% de los gastos del presupuesto del Estado cubano (Zuaznábar, 1989, p. 107); porciento que comparado con los que dedicaron a ese rubro el resto de los países latinoamericanos en los años 1975, 1980 y 1984, solamente fue superado por Costa Rica en 1975, Bolivia en 1980 y 1984, Colombia en 1984, Ecuador en 1975 y 1980 y Venezuela en 1984 (Anuario Estadístico de Cuba 1988, p. 672). La enseñanza pública en la anterior República no estaba politizada en cuanto a sus contenidos, objetivos y exigencias.
En China y Vietnam la mortalidad infantil en 1996 era respectivamente de 34 y 40 por mil nacidos vivos (Robaina, 35).
La población cubana en 1958 era de aproximadamente 6 763 736 habitantes y había en el país 6 286 médicos ( sin incluir estomatólogos ) y un total de 32 501 camas y de ellas 28 536 de asistencia médica (Anuario Estadístico de 1988, 564 y 569). Del total de camas de servicio hospitalario 10 643 pertenecían al servicio estatal, servicio en el cual laboraban 1 125 médicos (Zuaznábar, 5). El 51% de las camas de los hospitales estaban situadas en la capital del país (Abreu, 40). Los números de habitantes por cama (237) y de habitantes por médico (1076) en 1958 eran mejores que los de la mayoría de los países latinoamericanos en esa época y más aún, que los que tuvieron esos países aproximadamente 20 años después como se puede comprobar observando la página 675 del Anuario Estadístico de 1988. Observando las cifras de aproximadamente el año 1980 diré, que solamente Puerto Rico (789), Argentina (521), Uruguay (533) y Venezuela (888) tuvieron mejores índices de habitantes por médico que el que tuvo Cuba en 1958; el resto lo tuvieron peor. Al comparar las cifras de aproximadamente el año 1980 con relación al número de habitantes por camas diré que solamente Argentina (176 ), Puerto Rico (229) y Guyana (215) tuvieron mejores índices que el que tuvo Cuba en 1958; el resto de los países latinoamericanos todavía en el año 1980 presentaron índices peores que el que presentó Cuba en 1958. En la Cuba de 1958 el número de camas de asistencia médica por cada 100 000 habitantes era de 422, En América Latina en su conjunto y en estos momentos es solamente de 220 camas (Granma, 5).
La prevalencia de la Lepra en 1958 era de 0,7 por cada mil habitantes (Informe Anual 1976, Anexo p. 46). Las tasas de morbilidad por cada 100 000 habitantes de muchas enfermedades en la Cuba de finales de los años cincuenta eran también mejores que las de muchos países latinoamericanos: Tuberculosis (18,2); Difteria (2,4); Escarlatina (0,1). No se habían presentado casos de Fiebre Amarilla, Tifoidea y Peste Bubónica; al comenzar la República, la Tifoidea, por ejemplo, había presentado una morbilidad de 5,1 por mil habitantes. Las cifras de morbilidad de Viruela, Tifus, Tosferina, Sarampión, Sífilis y Hidrofobia eran de las mejores en América Latina. Las siguientes tasas de muerte por 100 000 habitantes en el año 1958, salvo que se especifique otro año, apoyan lo anterior: Fiebre Tifoidea (0,4); Tétanos (3,0); Tuberculosis en 1959 (16,6); Poliomielitis aguda (0,1); Sarampión (0,4); Meningitis no meningococcica (2,1); Paludismo (0,4); Difteria en 1959 (0,9); suicidio o lesiones autoinfligidas (13,9); accidentes de vehiculo de motor y otros accidentes de transporte (7,2); defunciones maternas (125,3) y defunciones maternas por aborto (9,3). Las dos últimas tasas son por cada 100 000 nacidos vivos. (Informe Anual de 1976, Anexos 36-43). La tasa de mortalidad materna de Cuba en 1958 de 125,3 era mejor que las que aún aparecen en el año 1992 para Países en Desarrollo (350) y Países menos Desarrollados (590) en la Tabla mencionada del Material de Estudio del MINED..
Todo esto debemos de enmarcarlo en el desarrollo incipiente que existía de las vacunas y, en general, del desarrollo de las Ciencias Médicas en esa época a nivel mundial (por ejemplo, la vacuna antipoliomielítica que se aplica en Cuba desde hace cuatro décadas fue creada por Albert Sabin a principios de la década de los sesenta), aunque debo recordar que en esos años los niños de entonces recibimos de manera masiva y gratuita en las escuelas, yo era alumno de escuela pública, las vacunas contra el tétanos y el tifus. Existen cifras de una muy citada encuesta de 1957 de la Agrupación Católica Universitaria realizada a una muestra de 2 500 familias de obreros agrícolas que difieren mucho de esos índices (Pino, 119-120) y que a mí personalmente, me hacen cuestionar la representatividad de la muestra o la fiabilidad de las fuentes indirectas por mí consultadas sobre esa investigación, aunque conozca que en el ambiente rural las cifras de morbilidad y mortalidad de muchas enfermedades eran muy superiores a las que se presentaban en el entorno urbano. La prostitución, de la que se habla en el Análisis Globalizador, se había reducido extraordinariamente pese a la propaganda de algunas agencias de viajes extranjeras, publicadas también en algunas revistas extranjeras, que promocionaban a Cuba como el burdel de América. El bajo índice de enfermedades venéreas que presentaba el país y la información aparecida en el periódico El Mundo del 14 de febrero de 1958 que plantea, que aproximadamente 11 000 personas vivían de la prostitución, hablan del bajo índice de prostitución del país. Debo aclarar que en esa cifra se encuentran: los dueños de casas, burdeles y bares, las matronas, los proxenetas, el personal de servicio y limpieza, los policías corruptos, etc. y los llamados inversionistas, que eran los que echaban a andar el negocio (Abreu, 49). Esa actividad se llevaba a cabo generalmente en zonas muy específicas y era criticada y rechazada socialmente.
En 1958 los gastos del presupuesto del Estado para la salud pública fueron el 5,3% (18 millones) del total de gastos del presupuesto nacional para ese año (Zuaznábar, 107).
Los tres sistemas nacionales de salud (estatal, privado y mutualista) existentes al triunfo de la Revolución de 1959, no cubrían las zonas rurales más apartadas del país. En 1959 se inició la construcción acelerada de 50 hospitales rurales (Informe Anual 1976, 22). A finales de la década de los cincuenta, la muerte por enfermedades diarréicas agudas, muertes fácilmente evitables, ocupaba el tercer lugar entre las causas de muerte para todos los grupos de edades y en primer lugar para los menores de un año (Informe Anual 1976, 45); esta situación continuó hasta 1963 en que ocupó el quinto lugar con el 6,0% del total de defunciones del país.
Albert Einstein prologó una de esas obras de Gómez Gimeránez y escribió de él que “no sabemos si es un biólogo en el mundo de las matemáticas o un matemático en el mundo de la biología”.
(Albert Einstein)
Albert Einstein en carta, escrita el 27 de noviembre de 1942, al Presidente Fulgencio Batista, que el "doctor Domingo H. Gómez me ha dicho que él ha tenido la suerte de recibir su poderosa ayuda. Yo he tenido la oportunidad de familiarizarme con parte del trabajo científico del doctor Gómez relacionado con Hemodinámica y Angiocinética. En esta área, él ha creado y desarrollado una nueva técnica experimental, con la cual ya ha obtenido nuevos e importantes resultados"...
Y agrega en la misiva: "Sería muy conveniente darle la oportunidad al doctor Gómez de divulgar su trabajo"... "Los caminos nuevos en la ciencia siempre encuentran una resistencia pasiva considerable por parte de otros especialistas, los cuales en este caso, tendrán dificultad para informarse acerca de las teorías y métodos experimentales que el doctor Gómez ha desarrollado eficazmente".
En la obra de 10 volúmenes titulada Historia de la Nación Cubana, publicada en Cuba en 1952, se encuentran más relevantes logros de la Medicina en Cuba obtenidos por médicos cubanos.
Etiquetas: centralizada, control político, cuba, cubana, economía, economista, fracasado, haití, haitianización, modelo, PCC, Pedro Monreal, planificación, prioridad. económico
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