miércoles, julio 20, 2005

CORAJUDA CARTA ABIERTA DESDE LA PRISION

CARTA ABIERTA DE ROLANDO JIMENEZ POZADA AL DICTADOR FIDEL CASTRO RUZ

INTRODUCCION A LA NOTICIA

14 de junio de 2005 PayoLibre Desde Isla de Pinos, Cuba – PayoLibre– Por el título usted puede pensar que esta carta fue escrita en cualquier esquina en la Calle Ocho, en Miami, donde cualquier cosa se puede decir del actual gobernante de Cuba; pero no, fue escrita en la prisión “El Guayabo”, en Isla de Pinos, por un abogado de 34 años de edad, Rolando Jiménez Pozada, quien desde el 25 de abril del año 2003 –mes en que juicios sumarísimos pusieron a 75 cubanos a cumplir larguísimas condenas-, se encuentra encarcelado sin tener beneficio de juicio alguno. Su expediente en fase preparatoria es el No. 173 de 2003. Es considerado prisionero de conciencia por Amnistía Internacional. Esta carta, a simple vista, puede parecerle larga, y de hecho lo es, pero se está poniendo aquí completa porque está escrita con tal pasión que no hay de donde cortarle.

TEXTO DE LA CARTA

Prisión “El Guayabo”, 5 de junio del 2005.

Carta abierta al dictador Fidel Castro Ruz
Sr. Dictador Fidel Castro Ruz:

Que Dios bendiga al pueblo cubano concediéndole el favor de poder librarse de la funesta opresión que usted le impone.

El que suscribe, Rolando Jiménez Pozada, privado arbitrariamente de mi libertad para ejercitar mi legítimo derecho de disentir y oponerme a la cruel y vergonzosa dictadura, impuesta por usted en Cuba, me dirijo a su persona y a la opinión pública nacional e internacional para por esta vía ejercer mi derecho de ciudadano cubano a expresar mi opinión respecto a los asuntos de mi patria; aunque con ello atraiga contra mi persona la cólera de tiranos como usted.

Lamentablemente nuestro pueblo se encuentra imposibilitado de autodeterminar el régimen de gobierno de la nación, y con ello privado de su derecho a participar en la determinación de la política exterior del país y excluido de la administración de la justicia y los recursos de la patria, lo que constituye la peor de las ofensas y la mayor injusticia, que contra el pueblo cubano usted comete.

Permítame decirle lo que por temor a sus represalias, el pueblo cubano no se atreve a decir en público. A nadie engaña con su farsa de representar el papel de demandante de justicia para las víctimas cubanas de acciones terroristas. ¿Quién puede creer en el supuesto interés que por la justicia manifiesta el responsable de la muerte de los miles de cubanos que han sido fusilados, victimas de procesos judiciales carentes de las debidas garantías procesales? ¿Quién puede creer en el humanismo que dice profesar el que ha condenado a muerte a miles de cubanos, al obligarlos a suicidarse en el mar que nos separa de los EUA, en el intento de escapar de la tiranía a que se encuentran sometidos?
¿Como creer en la honestidad del que se apropió del poder en Cuba a través de acciones terroristas? ¿Acaso cree que el pueblo cubano ha olvidado la forma en que llegó usted al poder? ¿Cómo puede usted acusar a otra persona de supuestamente promover un acto terrorista contra el Cabaret Tropicana, cuando su organización, Movimiento 26 de Julio (M-26-7), hizo estallar una bomba en el mismo establecimiento el 31 de diciembre de 1956 y ejecutó cientos de actos terroristas para derrocar al tirano de Batista? Actos que por estar dirigidos contra un tirano, no dejaron por ello de ser actos terroristas.

La prueba determinante de su falsedad, es el tratamiento que usted mismo ha dado a los terroristas que lo han apoyado, los cuales son tratados como héroes y mártires, incluso los hay que han muerto al estallarle la bomba que iban a poner y ha erigido monumentos y tarjas que recuerdan su supuesto heroísmo.

Así mismo la prensa oficial, órgano de comunicación del PCC (Partido Comunista de Cuba), denomina y califica a las acciones terroristas que se manifiestan en Iraq como “acciones de la resistencia”, dándole con ello un falso matiz de heroicidad a estas crueles acciones, que han cobrado la vida por igual de inocentes soldados norteamericanos que sólo cumplían con su deber, como también la de civiles y otros inocentes, sin contar el daño material que causan. En realidad los autores de estas mal llamadas acciones de la resistencia, no son más que miserables terroristas, incapaces de respetar el derecho ajeno a la vida. Igual tratamiento reciben los terroristas palestinos, afganos y de otras regiones del mundo por parte de esta prensa, promoviéndose y alentándose de esta forma la ejecución de los mencionados actos de terrorismo por parte del PCC y el gobierno cubano, pues es la prensa por ellos editada la que asume esta conducta.

Tampoco he observado la condena por su parte de los otros actos terroristas cometidos por los mal llamados movimientos revolucionarios de Latinoamérica, autores de cientos de secuestros, actos terroristas y vandálicos. Acciones que sin duda se inspiran en las realizadas por el propio M-26-7, que entre otras fechorías se le ocurrió el secuestro de Juan Manuel Fangio, el 23 de enero de 1958, lo que para mayor vergüenza e infamia es presentado por usted y por quienes lo alaban como un hecho heroico y patriótico. Ni usted, ni la facción política que lo sustenta pueden condenar las acciones terroristas de los mal llamados movimientos revolucionarios de Latinoamérica, pues además de haber inspirado sus acciones terroristas, también les han brindado apoyo económico, político, militar, técnico y logísticos. Verdad esta que en épocas pasadas su gobierno ni siquiera intentó ocultar, como lo hace ahora.

Sin embargo, mientras por un lado mantiene la conducta de alentar al terrorismo de la forma antes descrita, por otro promueve una campaña contra los que se le oponen con los mismos métodos empleados por usted, para despojarlos de sus derechos. ¿No fue usted el que antes de partir al exilio declaró: “Cerrados al pueblo todas las puertas para la lucha cívica, no queda más que la solución del 68 y 95”?

¿No fue usted, el que con su alegato, La historia me absolverá, esgrimió en su defensa el derecho al empleo de la fuerza y la violencia contra la tiranía? ¿No fue usted el que contra la voluntad popular y en detrimento de la buena práctica republicana y democrática, privó a nuestro pueblo de su derecho a asociarse libremente en partidos políticos para promover la defensa del bienestar y el interés común, imponiendo una dictadura que violenta, entre otros, el derecho de propiedad a los cubanos para beneficio de usted y de quienes lo apoyan?.

Por lo que no es necesario ser inteligente para comprender que el crimen de quienes se oponen a su dictadura por medio del terrorismo, consiste en imitar los mismos métodos empleados por usted para hacerse ilícitamente del poder. Quien desee ser honesto e imparcial ha de reconocer que toda la vida de usted, ha sido un canto de aliento al empleo de la violencia y el terror como método para imponer su voluntad personal y satisfacer su ambición y de rechazo al ejercicio de la razón y la justicia, pues ni la razón, ni la justicia nunca han asistido a su conducta tiránica.
No creo en la existencia de un terrorismo bueno. Para mi toda manifestación de terrorismo es nociva y perjudicial a la humanidad; ya que el mismo se fundamenta en la práctica antidemocrática de imponer una idea o interés personal, por medio del terror a las demás personas. Por lo que es falsa la creencia de que por medio del terrorismo se puedan defender o promover libertades o causas justas.

Durante los 46 años de su dictadura totalitaria, se ha institucionalizado el uso del terror como forma de gobierno, imponiéndose de manera ilícita una legislación que trata de brindar legalidad al empleo del terror. Legislación que además de privar al pueblo cubano de su legítimo derecho de oponerse a la tiranía por medios cívicos y pacíficos, erige a la legislación penal impuesta, como el principal instrumento de terror gubernamental, a través del cual se priva de libertad y hasta de la vida a quienes se oponen lícitamente a la dictadura.

Pues usted, al igual que todos los tiranos y déspotas, emplea el presido político, la pena de muerte, el acoso y el hostigamiento como formula gubernamental para eliminar y obstaculizar la actividad de quienes se le oponen; y como instrumento para aterrorizar a la población cubana, con el objeto de obligarla a aceptar la dictadura.

Los periodos de prisión sufridos por la Sra. Martha Beatriz Roque Cabello, por promover la asamblea para la sociedad civil en Cuba; la hostilidad y el acoso que sufren el Sr. Oswaldo José Payá Sardiñas y los demás promotores del Proyecto Varela; y el presidio político que sufrimos personas como: Dr. Oscar Elias Biscet, Nelson Aguiar Ramírez, Julio Cesar Gálvez, Ricardo González Alfonso, Ángel Moya Acosta, Felix Navarro Rodríguez, Pablo Pacheco Ávila, Héctor Palacios Ruiz, Fabio Prieto Llorente, Dr. Marcelo Cano Rodríguez, Arnaldo Ramos Lauzurique, Víctor Rolando Arroyo, Normando Hernández, Héctor Maseda Gutiérrez, entre otros, pues es interminable la lista de victimas del uso del presidio político, la pena de muerte, el acoso y el hostigamiento, son instrumentos de terror gubernamental para que el pueblo cubano renuncie a sus aspiraciones de libertad y decoro, lo que demuestra que usted nunca ha renunciado al empleo del terrorismo como método de satisfacer sus ambiciones.

Es por ello que no puedo dejar de observar con indignación la farsa, por medio de la cual usted se presenta como el supuesto abanderado del pueblo cubano en la lucha contra el terrorismo, promoviendo una campaña nacional e internacional contra Luis Posada Carriles, lo que me impone el deber de denunciar por este medio los verdaderos objetivos que persigue usted con su farsa, los cuales son:

- Desviar la atención de la opinión pública nacional e internacional de las violaciones que de sus derechos humanos sufre la población cubana por parte de la dictadura implantada por usted, hacia el tema de Luis Posada Carriles.

- Imponer su voluntad, a las naciones democráticas que se niegan a apoyar su dictadura.

- Desacreditar a quienes disientan con su régimen, tratando de brindar la imagen de que están vinculados al terrorismo, conducta con la que usted manifiesta su capacidad de montar farsas, con las cuales beneficiarse, ocultar la crueldad de su régimen y al mismo tiempo tratar de poner en dudas la credibilidad de los que disienten con su dictadura.

Es por ello que no daré crédito a las acusaciones formuladas por usted contra Luis Posada Carriles, respecto a su presunta participación en el crimen de Barbados y los actos terroristas contra las instalaciones hoteleras cubanas, hasta que un tribunal imparcial y competente dictaminé su culpabilidad, con lo cual no lo exonero de la responsabilidad penal que pudiera poseer, ni me parcializo con él, ni le brindo apoyo a ninguna manifestación de terrorismo. Sólo respeto el derecho que posee toda persona acusada a ser considerada inocente, hasta que se pruebe su culpabilidad conforma a la ley.

Así mismo reconozco por medio de la presente el derecho que le asiste a todo estado democrático y respetuoso de los derechos humanos a negarse a extraditar a una persona que se encuentre bajo so jurisdicción hacia otro estado, en el que impere un régimen de gobierno incapaz de asegurarle al sujeto de extradición la integridad personal y un proceso judicial en el que se observen las debidas garantías procesales, que hacen posible la administración de justicia con imparcialidad. El ejercicio de este derecho por parte de un estado democrático no debe ser interpretado, ni calificado, como una maniobra para garantizar la impunidad penal al sujeto de le extradición; sino como el cumplimiento de un deber humanitario y un ejercicio de soberanía.

Para nadie es un secreto que en Cuba rige una dictadura totalitaria que priva a sus ciudadanos del disfrute del ejercicio íntegro de sus derechos humanos, por lo que Posada Carriles nunca podría ser juzgado con imparcialidad en nuestro país. Prueba de ello lo constituye mi propia situación legal, manteniéndoseme durante más de 2 años en prisión provisional sin poder disfrutar del derechos que me asiste a ser juzgado sin dilaciones indebidas; violándoseme el derecho a la igualdad de las partes en el proceso, en detrimento de las garantías mínimas del mismo, lo que me imposibilita establecer una defensa adecuada y me coloca en estado de indefinición al estar imposibilitado para interponer un recuso eficaz contra estas violaciones.

Por si fuera poco, durante este periodo de presidio que arbitrariamente se me ha impuesto, se me ha mantenido aislado en un celda cuyas condiciones violan lo regulado en las Reglas Mínimas para el Tratamiento a los reclusos de la ONU, con el deliberado propósito de incrementarme los sufrimientos y penalidades que la reclusión provoca y afectar mi salud física y mental, debiendo así mismo soportar el trato cruel, degradante e inhumano de los funcionarios penitenciarios, que va desde la amenaza continua contra mi vida y la de mis familiares, hasta golpizas como represalia a la expresión por mi parte de mi desacuerdo con la dictadura castrista, lo cual me hace temer con fundamento por la vida Luis Posada Carriles en caso de que fuera extraditado hacia Cuba o Venezuela, pues en Venezuela impera un gobierno, que además de ser cómplice y aliado de la dictadura de Fidel Castro Ruz, también evoluciona hacia la dictadura totalitarista.

Estoy convencido de la capacidad del gobierno norteamericano para darle el tratamiento adecuado a Luis Posada Carriles. No para satisfacer mezquinos deseos de venganza suyos, sino para la administración de justicia con imparcialidad y de acuerdo con las leyes democráticas que rigen en los EUA, por lo que apoyo al gobierno de ese país en el ejercicio que le asiste como estado soberano de resolver esta situación de acuerdo con sus leyes y las buenas prácticas republicanas y democráticas.

Si se quiere ser justo, ante todo se ha de ser imparcial. Como ser humano rechazo toda manifestación de terrorismo y reconozco la necesidad social de reprimir y sancionar toda conducta terrorista. Por lo cual le exijo a usted, que desconociendo los derechos del pueblo cubano nos impone su tiranía, permita a nuestro pueblo administrar justicia con imparcialidad a toda manifestación de terrorismo que hay dañado a nuestro país. Lo cual implica no sólo exigir responsabilidad a quienes se le han enfrentado por medio de acciones terroristas, sino también a usted y a quienes lo han apoyado por medio de manifestaciones terroristas y han alentado y promovido en América latina y otras partes del mundo la ejecución de actos terroristas. A usted por emplear el Terror como formula gubernamental de imposibilitar a nuestro pueblo la promoción de una transición democrática y pacífica que le permita el ejercicio íntegro de sus derechos humanos, modalidad esta del terrorismo empleado por usted que más daño a causado a nuestro pueblo.

El día que los cubanos podamos ejercitar nuestro derecho de ponerlo a usted y sus cómplices a disposición de un tribunal imparcial y competente para que los juzgue por todos los actos terroristas realizados contra nuestra pueblo y promovidos en otras naciones, se materializará uno de los mayores triunfos de la justicia humana en su lucha contra el terrorismo, pues usted es el terrorista de origen cubano que más crímenes ha cometido contra la humanidad.

Doy conclusión a la presente, convocando nuevamente el favor de Dios para mi patria. Rogándole que la bendiga concediéndole al pueblo cubano la oportunidad de poner término a la dictadura implantada por usted, Fidel Castro Ruz y sus cómplices del PCC, en Cuba. Y que este deseo sea alcanzado por nuestro pueblo, con el empleo de proyectos cívicos y pacíficos como el Proyecto Varela y el de la Asamblea para Promoción de la Sociedad Civil en Cuba, que expresan la voluntad de nuestro pueblo a promover una transición democrática y pacífica en contra de la voluntad del tirano que nos oprime.

Rolando Jiménez Pozada

1 Comments:

At 6:16 p. m., Anonymous Anónimo said...

Fantástica carta, con mucho contenido desgraciadamente real.
Mis mejores deseos para el autor de la misma y para el pueblo cubano.

 

Publicar un comentario

<< Home