BARACUTEY CUBANO

El militante anticastrista Luis Posada Carriles entró ilegalmente a Estados Unidos a finales de marzo del 2005 a bordo de una embarcación donde viajaba un informante del FBI relacionado también con agentes castristas, revelan documentos presentados en un tribunal federal en Fort Lauderdale.
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Gilberto Abascal, testigo clave de la fiscalía en el caso de los activistas exiliados Santiago Alvarez y Osvaldo Mitat, informó a las autoridades de su participación en el operativo ilegal para traer oculto a Posada desde Isla Mujeres, México, a Miami en el barco camaronero Santrina.

La documentación entregada al tribunal esta semana indica además que Abascal se comunicó al menos en seis ocasiones con agentes de la inteligencia cubana, desde el 2001, en relación con una fallida incursión armada que concluyó con el arresto de tres exiliados, al norte de la provincia de Villaclara.

El informante llegó a Estados Unidos en 1999 y realizó varios viajes familiares a Cuba entre 2001 y 2005, pero los datos proporcionados por la fiscalía aseguran que, poco después de radicarse en Miami, frustrado y agobiado por la separación familiar, había intentado retornar a la isla en una embarcación junto a un grupo de emigrados cubanos. La expedición fue capturada cuando aún estaba en aguas territoriales estadounidenses.

Pero --según los reportes avalados por la fiscalía-- el instigador de esa abortada aventura marítima logró retornar a Cuba y a su llegada llamó a Abascal para pasarle al teléfono a un supuesto funcionario cubano, que comenzó a interrogarlo.

Poco tiempo después, a comienzos del 2001, Abascal fue contactado en numerosas ocasiones por presuntos oficiales de inteligencia en relación con Ihosvani Surís, uno de los tres miembros del comando que fue capturado con fusiles AK-47 y un rifle M-3 con silenciador, el 26 de abril de ese año.

Una carta firmada por el fiscal general Alexander Acosta y el fiscal asistente Randy Hummel, señala que ''el informante reportó al FBI sus contactos [con Cuba] varios meses después de ocurrir la incursión'' del trío armado.

La carta, fechada el 6 de abril, constituye un sorpresivo paso del gobierno estadounidense sobre los vínculos de Abascal con Cuba, luego de haberlo negado en una carta similar el pasado 27 de febrero.

Ambas misivas fueron incluidas como pruebas anexas de una moción presentada por los abogados de la defensa ante el juez federal James I Cohn, y reconocen que, entre agosto del 2005 y marzo de este año, Abascal ha recibido $25,538 por sus servicios al FBI.

Los defensores de Alvarez y Mitat --acusados por posesión ilegal de armas y explosivos-- están enfocados en desacreditar el testimonio de Abascal en el proceso judicial, argumentando que se trata de un ''doble agente'' manipulado por la inteligencia cubana para crear pruebas de delito contra ambos exiliados.

El juicio debe comenzar el próximo 8 de mayo en un tribunal de Fort Lauderdale.

La revelación acerca de Posada aparece en la carta inicial del 27 de febrero, enviada por la fiscalía en respuesta a una petición del abogado Arturo Hernández, que representa a Alvarez.

''El [Abascal] también viajó con Santiago Alvarez en su embarcación [Santrina] a México durante la exitosa aventura de contrabando humano que resultó en la entrada ilegal de Luis Posada en Estados Unidos'', señala el texto de la carta.

Es la primera vez que un documento gubernamental corrobora que un informante del FBI estuvo en contacto con Posada durante su traslado a territorio estadounidense. El gobierno cubano sostuvo desde abril esta versión, sustentada en un reportaje del periódico mexicano Por Esto!, pero Posada siempre aseguró que llegó a EEUU tras cruzar en automóvil la frontera por Texas y viajar luego en ómnibus a Miami.

Abascal, de 40 años, quien se encuentra en el programa de protección de testigos, confirmó anoche su declaración durante una breve conversación telefónica con El Nuevo Herald.

''Es cierto, todo lo que he dicho está ya en documentos públicos'', dijo Abascal, que declinó ofrecer detalles sobre su desempeño como informante.

Eduardo Soto, abogado de Posada, manifestó que cree en la versión de su cliente, pero señaló que ``a estas alturas es irrelevante la forma en que entró''.

''En su caso no importa realmente cómo llegó, porque existía una razón poderosa para buscar asilo en este país'', reconoció el abogado.

Abascal, Alvarez y Mitat figuraron entre los tripulantes del Santrina, junto al patrón José Pujol y Rubén López Castro. La embarcación viajó a Isla Mujeres y encalló en una zona de arrecifes, el 14 marzo del 2005, y luego de una minuciosa investigación de las autoridades mexicanas fue autorizada a zarpar rumbo a Miami, adonde arribó cuatro días después.

''Ratifico que Luis Posada Carriles no entró a este país en el Santrina'', enfatizó Pujol. ``Abascal es un hombre mentalmente deficiente y se ha prestado para esta infamia contra el exilio cubano, orquestada por la inteligencia castrista''.

El juez Cohn autorizó la presencia de Posada como testigo en el caso contra Alvarez y Mitat, pero Soto dijo anoche que su cliente no testificará en el juicio.

Posada, de 78 años, se encuentra detenido en una prisión de El Paso, Texas, desde el pasado 17 de mayo. Su principal benefactor, Alvarez, y Mitat, ambos de 64 años, fueron arrestados a finales de noviembre tras las pistas ofrecidas por Abascal para la ocupación de una nevera con armas.