sábado, mayo 27, 2006

EL NUEVO CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS: ¿ MAS DE LO MISMO ?

El nuevo Consejo de Derechos Humanos: ¿más de lo mismo?


Por Yaxys D. Cires Dib

Muchos recibimos con escepticismo al nuevo órgano de las Naciones Unidas, el Consejo de Derechos Humanos. Si leemos la resolución 60/251 de la Asamblea General y destacamos las palabras y frases más importantes de la parte en que se dispone las funciones y atribuciones del órgano, las más significativas serían:

-“El Consejo será responsable de promover el respeto universal por la protección de todos los derechos humanos …”
-“deberá ocuparse de las situaciones en que se violen los derechos humanos, incluidas las violaciones graves y sistemáticas, y hacer recomendaciones al respecto.”
-“la labor del Consejo estará guiada por los principios de universalidad, imparcialidad, objetividad y no selectividad, diálogo internacional constructivo y cooperación a fin de impulsar la promoción y protección…”
-“Promoverá la educación y el aprendizaje …”
-“Servirá de foro para el diálogo sobre cuestiones temáticas …”
-“Formulará recomendaciones…”
-“Promoverá el pleno cumplimiento …”
-“Realizará un examen periódico universal, basado en información objetiva y fidedigna, sobre el cumplimiento por cada Estado de sus obligaciones y compromisos en materia de derechos humanos de una forma que garantice la universalidad del examen y la igualdad de trato respecto de todos los Estados; el examen será un mecanismo cooperativo, basado en un diálogo interactivo, con la participación plena del país de que se trate y teniendo en consideración sus necesidades de fomento de la capacidad;”
-“Contribuirá, mediante el diálogo y la cooperación...”
-“Cooperará estrechamente en la esfera de los derechos humanos con los gobiernos…”
-“Formulará recomendaciones…”
-“Presentará un informe anual a la Asamblea General…”

Promover el respeto, servir de foro, formular recomendaciones, realizar exámenes, presentar informes –que tanto gusta a la burocracia-, cooperar, son las funciones del Consejo. En este sentido, aunque algunos me digan que estoy simplificando, creo que según la letra de la resolución, las funciones atribuidas al Consejo bien podrían ser las de cualquier ONG internacional, canal televisivo o cofradía parroquial. De las frases arriba citadas se puede distinguir como la más comprometida en coherencia con un órgano de tal relevancia la que señala que el Consejo “deberá ocuparse de las situaciones en que se violen los derechos humanos, incluidas las violaciones graves y sistemáticas”. Sin embargo, no puedo dejar de manifestar mi inquietud por el hecho de que diga “deberá” en vez de “tiene” y porque no expresa de qué forma se ocupará de las violaciones, si lo hará sancionado o como fue costumbre en su antecesora, con bochornosas y tímidas resoluciones. En caso que se pueda interpretar que el mecanismo de solución fuera el “hacer recomendaciones al respecto” no sería otra cosa que continuismo. Recordemos en que quedaron muchas de las recomendaciones hechas por la Comisión (resoluciones sobre Cuba).

El organismo especial de las Naciones Unidas para la protección de los derechos humanos debió haber nacido con un mandato más imperativo, con atribuciones serias que evocara el nuevo rumbo que supuestamente se le quiere dar al tratamiento del tema en el marco de la organización. La normativa y las instituciones relacionadas con los derechos humamos deben tener un lenguaje y un accionar coactivo y coercitivo; lo primero, dado el poder que le respalda, el de la ONU y, lo segundo, por las consecuencias que podría acarrear la violación de los dictados.

Pero cuando los astutos o los que desprecian el orden quieren que un convenio no sirva, que una resolución tenga un limitado alcance o que un documento u órgano contente a una mayoría en detrimento de sus función a cumplir, manipulan su letra y lenguaje o lo suavizan hasta que a todos – entre ellos liberticidas- parezca cake. Por ello encontramos resoluciones, leyes, decretos, que podemos considerar ambiguos y estériles. Puede ser que en el caso del Consejo haya pasado algo parecido y las consecuencia ya se hicieron sentir desde el momento de su conformación, donde lograron colocarse como miembros estados entre ellos China y Cuba, que cuentan con un historial muy precario en materia de Derechos Humanos.

Es paradójico, que al nivel de conciencia existente en la Sociedad Internacional sobre el respeto a los derechos humanos, no correspondan esfuerzos más serios; que los estados firmen declaraciones regionales, universales y a la vez humillen y persigan a los ciudadanos que discrepen con ellos; que órganos como el Tribunal Internacional de Justicia utilizando como base la inmunidad de un Ministro de Relaciones Exteriores impida que sea capturado por las autoridades de otro estado en el cual se le ha condenado por genocida (caso “Yerodia” Congo contra Bélgica); que para algunos valga más los favores petroleros o los negocios que la dignidad de la persona humana; que existan pueblos olvidados asediados por las más horrendas prácticas genocidas como sucede en Dafur.

Falta mucho por recorrer y lamentablemente, mientras el Derecho Internacional sea tan excesivamente respetuoso de la soberanía de los estados, considerándolos feudos intocables, las autoridades de muchos países seguirán tratando a las personas como vasallos o siervos de la gleba. Esta es parte de la hipocresía internacional que impide la llegada de la “justicia supranacional”

Confío más en el “poder blando” – del que habla Nye- de las sociedades y Estados serios, que en los espectáculos de algunos órganos de la ONU, que más parecen cumpleaños de Mugabe o de Musharraf que otra cosa. El “poder blando” de la sociedad civil cosmopolita no cuenta con grandes estructuras clásicas de poder, ni con policías, cárceles o ejércitos, pero si con las armas que aporta la globalización y si con las armas de la solides moral y la responsabilidad. Existen iniciativas a las que hay que seguirle el paso, como el gran entramado de defensores de los Derechos Humanos en la red formado por diversos sitios de internet que constantemente están denunciando, opinando e intercambiando ideas.

También hay iniciativas relevantes en el marco de los estados, entre ellas, la apertura por parte de la Audiencia Nacional Española de una causa criminal al ex presidente Chino, Jiang Zemin y a otros dirigentes de ese país por el genocidio en el Tíbet, tomando como base el principio de “Jurisdicción Universal”; o como la de algunos estados de denegarle la visa a los violadores de los derechos humanos.

No obstante, hay que esperar y ver la evolución del Consejo de Derechos Humanos. Pero desde ahora podemos asegurar que muy mal se la verán los estados demócratas, pues las presiones y el petropoder estarán a la orden del día. Ojala esté equivocado y lo que presiento no sea otra cosa que una novela de ciencia ficción al estilo de las que andan por ahí.

Sitio recomendado:http://www.un.org/spanish/News/focus.asp?focusID=9