martes, agosto 15, 2006

GENERAL RAFAEL DEL PINO: "CASTRO NECESITA QUE LO MANTENGAN, Y SOLO HUGO CHAVEZ PUEDE HACERLO" . ENTREVISTA AL GENERAL RAFAEL DEL PINO

Una entrevista al General Rafael del Pino


CASTRO NECESITA QUE LO MANTENGAN, Y SOLO HUGO CHAVEZ PUEDE HACERLO"



General Rafael del Pino dice que Fidel va a llevar a Venezuela a la bancarrota y que lo siente por dicho país, porque va a "echarse arriba 12 millones de mendigos cubanos".


Erika Luters Gamboa
El Mercurio
Chile
Infosearch:
José F. Sánchez
Jefe de Buró
Cuba
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Agosto 14, 2006


Hace 19 años, la espectacular huida del general Rafael del Pino a bordo de un bimotor Cessna 402 desde Cuba remeció los cimientos del régimen de Fidel Castro. Quien fuera vicecomandante de la Fuerza Aérea de Cuba hoy sigue siendo el militar de mayor graduación que se haya exiliado en el extranjero.

Por razones de seguridad, el general sólo accede a responder las preguntas por correo electrónico desde Washington, donde dice que vive actualmente. Con una nueva identidad, en Estados Unidos se dedicó a la venta y compra de acciones en la bolsa de Nueva York, actividad que hoy mantiene, pero sólo a través de internet.

El trabajar codo a codo con Fidel Castro durante los primeros años de la revolución lo convierte en la actualidad en una voz autorizada para analizar los últimos acontecimientos en la isla. Y debido justamente a esa relación es que hoy piensa que la enfermedad del líder cubano es sólo "un show".

-¿Qué cree que está pasando realmente con la salud de Fidel Castro?

"No se puede ocultar que la salud de Fidel Castro está muy deteriorada, pero no creo que su condición sea terminal. A él le gusta este tipo de show donde crea la incertidumbre sobre su posible muerte para después aparecer como ave Fénix resurgiendo de las cenizas. Este ensayo de su posible muerte le permite ver cuál es la reacción de la disidencia en Cuba, observar y medir la reacción de los militares, especialmente los que forman el círculo más cercano a Raúl Castro y medir la reacción del pueblo cubano".

"Probablemente tenía pendiente alguna cirugía para removerle algún pólipo y aprovechó el pretexto para montar las bambalinas. Es imposible que, con el control que tienen sobre su salud los médicos que lo acompañan constantemente, le hubieran permitido solo días antes viajar a Argentina. Una afección intestinal es predecible con los chequeos continuos que recibe Castro".

"Ya lo veremos el 2 de diciembre junto a Raúl y al Presidente venezolano, Hugo Chávez, en la Plaza de la Revolución, muertos todos de la risa. De las veces que he deseado estar equivocado creo que esta es la principal".

-Casi todo el mundo coincide en que Raúl no tiene el carisma de Fidel, ¿cuál es su opinión del hermano de Castro?

"Es cierto que Raúl no tiene el carisma de Fidel, pero es más pragmático y organizado y esta es una condición esencial para sacar a Cuba del manicomio castrista. Creo que Raúl optará por la vía china de reformas económicas para poder poner comida en la mesa de los cubanos. No creo que él ni su equipo de trabajo tengan intenciones suicidas de ignorar el sentir de la mayoría del pueblo. Pero esto sólo sucederá cuando Castro esté fuera de escena definitivamente".

-¿En este momento, usted prefiere hablar de transición o de sucesión?

"Ni una cosa ni otra. Yo lo catalogaría como una sustitución provisional. En definitiva, en la proclama leída por el vocero de Fidel Castro se dice claramente que esta sucesión es temporal".

-¿Cuál debería ser el papel del exilio en una transición?

"Yo creo que cualquiera que inicie una transición hacia la democracia y a un estado de derecho en Cuba cuando Fidel Castro salga definitivamente de la escena debe ser apoyado por el exilio. Cambiar las estructuras de un sistema totalitario estalinista como el implantado por Castro no es nada fácil y requiere un proceso paulatino. Creo que el primer paso sería cambiar las estructuras y el sistema económico que le den la oportunidad a los cubanos de liberarse del chantaje de ser todos empleados del Estado. Una vez ocurrido esto se puede ir a una verdadera apertura política".

-Y la disidencia interna, ¿tiene alguna posibilidad de jugar un rol protagónico?

"Muy pocas. El control absoluto de todos los medios de comunicación por parte del régimen totalitario hace que no le llegue al pueblo cubano el mensaje ni la plataforma política de la disidencia".

-¿Qué opina de la relación entre Castro y Chávez?

"Hay que reconocer que a Castro, a pesar de estar decrépito, le queda todavía materia gris para seguir aprovechándose de cuanto idiota surja en el mundo. Desde el mismo inicio, la relación con Chávez ha sido para mantener a flote un sistema inoperante y fracasado a costa de otro. Anteriormente fue la Unión Soviética, la que con sus 5 mil millones de dólares anuales de subsidio mantuvo al parásito cubano. En este caso, Chávez con su chequera de petrodólares ha venido a llenar ese vacío dejado por la URSS. Yo siempre le he dado el crédito a Castro y no a Gorbachov por haber acabado con la URSS. El comunismo nunca funcionó en la URSS y se mantenía gracias a las enormes reservas naturales, de las cuales el petróleo era una de las principales. Castro puso a la URSS en bancarrota y lo mismo va a ocurrir con Venezuela. Creo que va a ser peor, porque la URSS por lo menos tenía una base industrial, pero Venezuela tiene solamente el petróleo. Yo lo siento por los venezolanos, no es fácil con la miseria del país echarse arriba 12 millones de mendigos cubanos".

-Y con Evo Morales, ¿se relaciona de la misma forma?

"De ninguna manera es igual, como tampoco es igual con Lula o con Ortega en Nicaragua. La relación con Chávez es totalmente especial. Castro necesita que lo mantengan y el único que lo puede hacer es Chávez".

-¿Qué espera para Cuba?

"Cuba esta totalmente destruida. Solo hay que tomar un índice cualquiera, como por ejemplo la producción de azúcar. El colmo es que actualmente produce menos que lo que hacían los españoles durante la Colonia. El país ha retrocedido mucho más de un siglo. Esta situación no se puede mantener por más tiempo".

"No soy la excepción"

El día 27 de mayo de 1987, cuando junto a su esposa y dos de sus hijos abordó el Cessna con rumbo a Estados Unidos, cambió para siempre la vida del general Rafael del Pino y Díaz.

"Del día que escapé de Cuba con mi familia me queda el recuerdo de la decisión más importante que he tomado en toda mi vida", dice hoy a los 68 años. En Cuba dejaba una brillante carrera militar y hasta el título de "Héroe de Playa Girón", debido a su lucha contra la invasión frustrada de anti castristras en Bahía de Cochinos. Antes de convertirse en vicecomandante de la Fuerza Aérea fue asistente de Fidel Castro para asuntos relacionados con la aviación, durante la crisis de los misiles, en octubre de 1962. Posteriormente fue destinado a Vietnam del Norte (1968) y, entre 1975 y 1977, fue el jefe de la Fuerza Aérea del primer cuerpo expedicionario cubano en África. Del Pino indica que "tengo confianza en que muchos altos oficiales al igual que yo estén deseando ponerle fin a ese régimen. Seria ilógico pensar que yo fui la excepción de la regla".

Chilenos en la isla

En 1972, el general Rafael del Pino fue testigo privilegiado de una fracasada acción de Fidel Castro para adoctrinar a militares chilenos, profundamente anticomunistas, enviados a Cuba por Salvador Allende.

-¿Qué actuación tuvo usted durante la visita de los militares chilenos?

"Yo fui uno de los oficiales principales que Castro designó para atender a las delegaciones militares chilenas. Tuve oportunidad de confraternizar con ellos en esas visitas. Todos eran muy profesionales. Yo recuerdo que durante unas maniobras en San Julián Fidel, extremo occidental de la isla, Castro le dedicó especial atención al coronel Roberto Souper. La inteligencia cubana le había informado a Fidel que el coronel no era de confiar y Castro trató por todos los medios de adoctrinarlo".

Del Pino recuerda que la delegación era espiada las 24 horas del día, ya que los anfitriones debían elaborar un parte diario a Fidel para reportar el estado de opinión de las visitas.

"Sus habitaciones en el hotel Habana Libre estaban llenas de micrófonos por todas partes", recalca. Por eso, tras conocerse en La Habana la participación de Souper en el "tanquetazo", en 1973, la furia de Fidel se dejó caer sobre los oficiales que no realizaron la operación de "lavado de cerebro" a los chilenos para que apoyaran a Allende.

Hoy la historia se repite, pero con oficiales venezolanos. "Esto parece increíble, pero desgraciadamente es así. Ahora con las visitas de oficiales venezolanos a Cuba se ha incrementado este tipo de adoctrinamiento", sostiene Del Pino.

"Hay que reconocer que Castro, a pesar de estar decrépito, le queda todavía materia gris para seguir aprovechándose de cuanto idiota surja en el mundo".