LA BATALLA QUE PERDIÓ BIN LADEN
Por Raúl Fernández Rivero
El líder reconocido de La Base (Al Queda), Osama Bin Laden, no puede ufanarse de haber ganado la Batalla de las Torres Gemelas.
La organización islámica radical, que de grupo guerrillero que enfrentó a las tropas de ocupación Soviéticas en Afganistán se convirtió en brazo armado de fundamentalismo Mahometano más radical, tomó la decisión de combatir aquellos que consideraba responsables de la permanencia de los infieles judíos en la tierra santa de Jerusalén.
En el año 620, Mahoma realizó un viaje de dos días que es conocido como Isra y Miraj. Isra es la palabra en árabe que se refiere a un viaje milagroso desde La Meca a Jerusalén. Isra fue seguido por el Miraj, su ascensión al Cielo, donde recorrió los siete cielos y se comunicó con profetas que le precedieron como Abraham y Moisés. Por ello los musulmanes consideran la recuperación de Jerusalén con asunto de Honor.
Osama llamó a estos “infieles” que mantenían con su dinero, su fuerza y su tecnología la prepotencia de los “invasores judíos”, agentes del demonio. Se refería a los Estados Unidos de Norte América, la poderosa nación que había entrenado, armado y ayudado de todas las formas posibles a los combatientes “mujaidines”, que heroicamente lucharon por la libertad afgana, variopintos grupos y hasta grupúsculos, que lograron sacar a los Comunistas soviéticos de su atribulada nación.
Para Osama, la estrategia estaba clara: “ hoy recibiremos su ayuda y hasta sus recomendaciones, mañana los atacaremos con la fuerza y las armas que nos han dado”.
Su plan, su guerra santa, comenzó por la toma del poder en la destruida nación del Asia Central.
Afganistán, literalmente la tierra de los afganos, es un empobrecido país que en 1995 era el Nº 192 en la lista de las 192 naciones de la ONU en cuanto al consumo de calorías por habitante. El 70% o más de su territorio es montañoso, está atravesado por el Hindu Kush la segunda cadena montañosa en cuanto altura del mundo, con picos mayores a los 6400 metros, con su mayor elevación en el Nowshak de 7.485 metros, y con el resto del territorio surcado por zonas desérticas con algunos valles fértiles muy poblados surcados por ríos; uno de ellos el famoso Oxus, (el actual Amu Darya) de la casi mítica civilización Bartiana.
En medio de la desesperada pobreza y el deprimido ambiente de guerras continuas y la emigración forzada de más 6 millones de habitantes, las fuerzas oscuras del Islamismo militante de las escuelas madrazas y sus talibanes tomaron el poder en asociación con Bin Laden y sus seguidores. El Mulá Omar se convierte en líder del país y la nación afgana en territorio de entrenamiento de los terroristas más radicales de Islam.
Desde allí Osma siente que la hora ha llegado y con el apoyo económico que recibía de los países musulmanes, -en particular de Arabia Saudita y Sudán donde era considerado un héroe- se dedica con toda su arábiga calma y apoyándose en el entrenamiento recibido a preparar los que serán “combatientes de la Jihad Islámica o Guerra Santa por la recuperación de los territorios “arrancados al Islán” en las Cruzadas y la destrucción del agente del demonio, que propiciaba el poder del gran enemigo, Israel.
El resto de la historia es más que conocido. Osama convence a sus seguidores bajo la influencia del Mulá Omar y las escuelas de estudios del Corán, creando una generación de suicidas fanatizados y convencidos que su muerte se acompañaría de la entrada a un mítico cielo musulmán, lleno de bellas damas y placeres sin igual.
Los entrenados combatientes suicidas hacen sus primeras pruebas en la escena internacional en Beirut y las embajadas de USA en África, pero el verdadero objetivo del millonario Saudita era el centro económico de los Estados Unidos: Wall Street.
Osma tenía claro el propósito: 1º- Atemorizar a los ciudadanos de USA. 2º- Hacerles pensar que debían abandonar su política en el Medio Oriente. 3º- Provocar un efecto económico en el gigante del Norte, sembrando el miedo en los agentes del “capitalismo judío asentado en Manhatan” y obligándolos a replegarse.
Un primer intento dirigido por un agente suyo -un clérigo egipcio ciego hoy en prisión- fracasa en su propósito de derrumbar las Torres, pero la imaginación y la constancia maligna del 17º hijo de un constructor Saudita multimillonario, ahora Jefe del Grupo terrorista más cruel y organizado que el planeta ha conocido, no tiene límite.
El fatídico día llega con la operación terrorista conjunta mas audaz de la Historia y con la participación de un numeroso grupo de suicidas que inconcebiblemente habían entrado a USA y hasta recibido en sus escuelas cursos de aviación. El hecho por lo inconcebible de su facturación, por lo irreal de su ejecución, pero quizás por lo imposible de su lógica terrible y pérfida, sorprende no sólo a USA sino al mundo entero.
Los comentaristas nacionales y extranjeros, expusieron al día siguiente del trágico y cobarde atentado del 11 de Septiembre, que los centros económicos que radicaban en la zona se mudarían buscando lugares mas seguros y que la horrorosa acción terrorista daría lugar a una crisis que acentuaría la recesión económica que se avecinaba.
Cinco años después sabemos por la información del Wall Street Journal, que no solo se fueron pocos negocios de la Zona, sino que la mayoría de los que se retiraron han vuelto; hemos visto en su recuperación moral y física que el pueblo de USA superó el dolor inmenso de despedir al mismo tiempo a cerca de 3,000 civiles perfectamente inocentes; pero por sobre todo hemos comprendido como esos terribles actos se han convertido en una casi impensable fortaleza espiritual nacional. No se dio la crisis económica y la respuesta rápida y poderosa de USA, dejó al rico jeque Saudita, huyendo como un paria para siempre, escondido en cuevas de la frontera Afgano-pakistaní y a los talibanes fuera del poder con sus seguidores convertidos en perseguidos mundiales.
No sé si algún día lo tomaran prisionero, no sé como terminará, pero la batalla de las Torres Gemelas la perdió el barbudo terrorista, que quizás muy pronto se encuentre con su carnal de Cuba en la misma caldera del Infierno.
Raúl Fernández
Fonte: PeñaCubana
http://www.penhacubana.com
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home