miércoles, octubre 25, 2006

DIOS LOS CRÍA Y EL DIABLO LOS JUNTA: LOS QUE SIEMBRAN DUDAS SOBRE CUBA NUESTRA

Dios los cría y el Diablo los junta: Los que siembran dudas sobre Cuba Nuestra


2006-10-25

Por Carlos Manuel Estefanía.
Director de CubaNuestra


En el principio los ataques venían de la Asociación Sueco Cubana, fundada en 1966 para defender al régimen de Castro. Ahora se abren otros flanco, los del anticastrismo representado por Miscelánea de Cuba y Cuba Democracia y Vida.


El ataque castrista

La Sueco Cubana campeaba por su respeto en Suecia hasta que llegó “Cuba Nuestra” y mandó a parar, diciendo la verdad sobre la isla y poniéndole los pelos de punta a su fundadora cada vez que uno de sus redactores se le aparecía en sus conferencias, con pregunta nada fáciles de responder en. Por supuesto, Eva Björklund ha tenido la oportunidad de tomarse la revancha, lo cual no ha hecho con dignidad. Por ejemplo el 23 de febrero de 2006, en la Asociación de Estudios ABF, de Estocolmo. Ese día participé, en representación de nuestra revista, en un panel que discutiría la situación de Cuba, bajo la rúbrica ¿Cómo la izquierda puede ayudar a Cuba? En el panel participaban también las jóvenes periodistas Caterine Åkerblom y Sara Jeswami, recién tornadas de la isla, así como Aron Etzler redactor de Flamman, publicación del Partido de Izquierda, a cuya directiva pertenece la Señora Björklund, por moderadora estaba Rebecka Bohlin de Arbetaren. Aunque las opiniones no eran exactamente iguales hubo un consenso por parte del panel sobre la falta de democracia en Cuba. Eso sin dudad fue una derrota para la Sueco Cubana.

Allí estaba también Eva Björklund y algunos de sus seguidores y a pesar de la referencia hecha desde el panel a ella misma y a su organización, no dijo una sola palabra. Su manera de combatirnos fue otra, vil y artera, como parece ser común entre los enemigos de Cuba Nuestra. En lugar de contradecirnos de frente, o siquiera hacernos alguna pregunta en caso de que nuestros argumentos no fueran lo suficientemente persuasivos, los sueco-cubanos a los que se dedicaron fue a difundir un calumnioso panfleto titulado ¿Puede la izquierda apoyar a Cuba mediante la alianza con USA? fechado ese mismo día y firmado por Zoltán Tiroler/ Asociación Sueco Cubana. En el panfleto se arremetía contra un suplemento de 13 páginas, del Periódico Arbetaren, escrito por las periodistas Rebecka Bohlin, Sara Jeswani y Annika Hjelm y que según los suecos cubanos se trataba de un ataque frontal contra Cuba. El pecado más relevante para los “sueco-cubanos” , a juzgar por la posición ocupada en el documento, casi al principio radicaba los contactos de las periodistas suecas con Cuba Nuestra. Veamos:

"...Como fuente se valen del cubano radicado en Suecia Carlos M Estefanía, anterior colaborador de la parda [entiéndase nazi] ”Contra”.
El documento remite al portal de Internet Cuba Nuestra, con Estefanía como responsable y que es financiado por “Freedom House”, una conocida organización frontal de la política exterior de dominación de USA. El apoyo viene también de la fundación internacional del Folkparti [Partido Liberal] SILC.
Las personas que están detrás de Cuba Nuestra tienen relaciones cercanas con la organización terrorista FNCA (Fundación Nacional Cubano Americana) en Miami. En el portal de la FNAC, publican sus actividades conjuntas entre otras cosas…”


Volante (fragmento) firmando por la Asociación Sueco Cubana, difundido por primera vez el 23 de febrero de 2006. En el se acusa a Cuba Nuestra de estar financiada desde Estados Unidos y de tener vinculos con la Fundación Nacional Cubano Americana


Pero la cosa no quedó ahí. El jueves 14 de septiembre del mismo año tuvo un lugar, en la universidad de Estocolmo, un debate sobre Cuba, organizado por los estudiantes de la Juventud de Izquierda. Los contrincantes serían la propia Eva Björklund y la Periodista Hannika Hjelm. Anunciamos la noticia desde nuestro portal, era presumible que cudiríasmo al debate.

De nuevo estaban los amigos de la Björklund, quienes a una orden de la jefa repartieron a todos y cada uno de los presentes el mismo panfleto. Menos mal que el conductor no atinó a darme la palabra cuando la pedí, no sé que hubiera ocurrido si de pronto aquellos jóvenes se enteran que en medio de ellos se encontraba el tenebroso hombre de Cuba Nuestra.

Llamaría la atención de que sea a nosotros y no a quines posan de anticastristas intransigentes, a quienes se le dedican tan honorables panfletos. Pero la explicación es simple, si hay alguien que puede hacer daño a la dictadura en Cuba, esa es Cuba Nuestra, pues es ella la que cuenta con la moral y la “dialéctica” -como gustan decir nuestros enemigos del exilio-, para explicarle a la izquierda que en la patria donde nacimos el pueblo no es dueño de los medios de producción, y que allí no impera esa justicia social que por 40 años Eva y los castristas que le acompañan han proclamado en Suecia.