BARACUTEY CUBANO

Tomada de Cuba Matinal.com


Ortega se abre camino en Nicaragua ante fracturada derecha


Los fracasos para combatir la pobreza, la inseguridad y los escándalos de corrupción durante 16 años de gobiernos de la derecha en Nicaragua han allanado el camino para que el ex presidente izquierdista Daniel Ortega recupere el poder en los comicios del domingo.



MANAGUA - Pero el sandinista Ortega tendrá que ganar en primera vuelta si no quiere enfrentarse en segunda ronda a una derecha que podría fortalecerse con un candidato único.

Pese a que Ortega, que gobernó hasta 1990 tras la revolución de 1979, trae recuerdos de la guerra civil que encabezó contra los "contras" apoyados por Estados Unidos y que dejó más de 30.000 muertos y desaparecidos, el sandinista es el favorito en los sondeos para vencer a los conservadores.

Sin embargo, otro factor que favorece al ex mandatario, candidato del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), es que la derecha está dividida y participará en las elecciones con dos candidatos que se atacan duramente entre sí, además de que enfrenta escándalos de corrupción.

"Los liberales no han hecho nada bien las cosas, esta vez yo creo que sí ganamos los sandinistas, va a ser mejor para los pobres," dijo optimista Francisco Suazo, policía de una empresa privada de 30 años, que gana mensualmente unos 200 dólares.

En Nicaragua, la nación más pobre de América Latina después de Haití, el 80 por ciento de la población sobrevive con dos dólares diarios o menos, según datos de Naciones Unidas.

Un analista dijo que el 47 por ciento de los 5,1 millones de nicaragüenses viven actualmente con un dólar diario o menos, contra un 45 por ciento de cinco años atrás.

Cuando terminó la cruenta guerra civil, los nicaragüenses prefirieron darle la espalda Ortega y consagraron en las elecciones de 1990 a la ex presidenta Violeta Barrios de Chamorro, postulada por una alianza derechista.

A una Semana para mover la Historia de una Región. Elecciones en Nicaragua


Por Eusebio Merladet



Una semana, la próxima semana en un País, que si geográficamente pudiera llamarse “el ombligo del Mundo” desde otras dimensiones sólo cuenta con la nobleza del carbón cuando se asume que puede ser diamante; aquí, se va a celebrar uno de los actos voluntarios de mayor trascendencia política, económica y social para toda una Región y, cuando decimos Región en tal caso, habrá que hablar de límites y fronteras insospechadas.

¿Cómo modificará el entorno de un occidente en conflicto con su propia supervivencia generacional, sustituido hoy desde las esferas de Poder?. Nadie lo sabe. Las elecciones Presidenciales en Nicaragua han adquirido una trascendencia inusitada, insospechada al tratarse de, volver como País sobre su cruenta Historia y retrotraerse a sí misma, envolverse en viejos conflictos que nunca terminaron y que a lo largo de estos años subyacen en la conciencia tremendamente presentes de sus habitantes, o seguir el camino lento, costoso pero esperanzador de su Democracia primitivista ya comenzada desde los años noventa.

Cierto es que la ocasión se presenta única, inexplorada pues, no han existido experiencias autóctonas mas allá de dos grandes fuerzas partidarias convertidas en “paralelas históricas”, antes, Conservadores y Liberales y desde1990, Liberales y Sandinistas, dejando a los votantes un voto “al uno o al otro” sin alternativas que escoger. Ahora, aunque en esencia siguen vivas las paralelas, una suerte de aparentes alternativas se muestran en el escenario electoral. Cinco Agrupaciones y Partidos intentan conquistar el voto ciudadano, tratando de encajar en, la hoy confusa clasificación de las tendencias: Derecha, Centro e Izquierda.

Es un reto interesante y único también, tratar de poner en contexto las cosas y desentrañar, fuera de las pasiones, lo inédito del acontecer, faltando una escasa semana para las Elecciones Presidenciales en Nicaragua. Nada mejor que partir en el intento, de la Persona y el Partido que todas las encuestas dan ventaja mayor o menor. Vale además, no sólo por lo impresionante y nunca visto, sino por las consecuencias y trascendencia, buscar una a una las piezas del rompecabezas, que han dado cuerpo al mimetismo político, social, religioso de un Partido montado en viejas renovadas estructuras totalitarias, para hacer de esta seudo-metamorfosis, una pieza de obligada mención en la Historia de las Democracias emergentes Latinoamericanas y sus antagonistas.

Los Sandinistas con su Líder histórico “auto-renovado” Daniel Ortega a la cabeza, venden ilusiones a una masa desposeida, frustrada que sienten o ignoran, que no tienen nada que perder, con un discurso disperso, meloso y extraño (por lo tanto nuevo en ellos) a sus oídos, con el mejor ritmo de panderetas de Iglesia Metodista. Hoy se le escapa una pifia verbal al calor de la lucha entre lo que es y lo que quiere aparentar el caudillo candidato, mañana lo rectifica y jura por Dios que “donde dije digo, digo Diego”

Una lluvia de colorines, rosados pasteles, azules suaves, blancos puros y casi total ausencia del explícito rojo y negro tradicional y simbólico, envuelve cuanto acto perfectamente calculado, con fina escogencia de actores y público han venido celebrando en sustitución expresa de las históricas manifestaciones de masas en grandes espacios, para alejarse de la acostumbrada imagen de plazas llenas hasta el tope, seguidas del fracaso en las urnas. En honor a la verdad, hay que decir que es envidiable la estrategia; método y praxis han sido llevadas de la mano con la pericia de un relojero pero –como dice un amigo- ¡Se les ve el surcido!.

Hace unos días veía en la televisión entre las Noticias Rojas, un acontecimiento, que de ser en otra ocasión, sería un intrascendente pleito de vecinos. Dos Familias “casa con casa” peleaban a golpes y epítetos, porque una de ellas, simpatizante de el FSLN, había roto el parabrisas del auto de la otra Familia, porque llevaba un cartel del MRS (Movimiento de Renovación Sandinista). Los agredidos, llamaron a la Policía y estos llevaron detenidos a los agresores, quienes desde dentro del auto policíaco se les vio y oyó amenazar: ¡Dejá que triunfemos los sandinistas a ver, dónde se van a correr!.

Se estaba evidenciando en un simple hecho la candela que quema por dentro.

Un acápite aparte merece el análisis de la verdadera estrategia que se mueve debajo de esa campaña, que hasta nombre nuevo a dado al FSLN y se hace llamar ahora “Alianza Todos Unidos, Nicaragua Triunfa”. No sólo los buzones de armas que a cada rato se encuentran casi sin querer, evidencian las esperanzas no perdidas del círculo de Poder del FSLN, de volver al pasado totalitario de fuerza por las armas. Cuidaron celosamente las estructuras represivas comprometidas con la “extinta” Seguridad del Estado , las estructuras políticas comunales de base con los más comprometidos y regalados dirigentes ortodoxos o de oportunidad y, estos a su vez, mantuvieron el nexo con los incautos útiles y los desposeídos de esperanzas, por largos 16 años, esperando el momento oportuno y dándoles nutritivas evidencias de que, la cúpula Frentista, gobernaba desde abajo para ellos.

Así llegaron hasta meses después del último fracaso electoral, donde decidieron sacar del otro buzón, “del buzón de masas” y refrescar con tiempo lo que hoy llaman algunos el voto duro o, el piso de votantes en lenguaje politológico.

Casa a casa se movieron militantes para recordar “cuentas no olvidadas” a sus antiguos y dormidos simpatizantes. Casa a casa para reeditar los mal recordados CDS, Comités de Defensa Sandinistas, acopiando información que sirviese para proveer de herramientas (Cédula de Identidad) sumariamente a los votantes “confiables” y retrasar cuando menos en iguales gestiones a los no simpatizantes. Labor de hormigas, que requiere recursos, pero, por esa vía elevarían considerablemente el número de posibilidades de un voto “seguro” (las comillas son porque en esta tierra, palpablemente, no hay nada seguro) o probable.

Para ello y con suma visión adelantada, ya se habían marcado los terrenos de influencia en el famoso Pacto donde, el FSLN se empodera del Consejo Supremo Electoral, los Tribunales de Justicia y por último de las Alcaldías más pobladas del País, en elecciones pasadas, a las que dieron total importancia y apoyo; en contraste con la escasa visión que tuvo la oposición. Fue ahí, el primer ensayo estratégico del Frente. Quedaron en ese momento listos para la batalla mayor por las elecciones Presidenciales.

No confrontación, unidad a toda costa, aparente abandono de las costumbres y la retórica antiimperialista, suma o compra de advenedizos con cierta representatividad política y hasta religiosa “en la otra acera” y, políticamente costosas decisiones como la contribuir de derogar el Aborto Terapéutico de la Legislación vigente; nada los ha detenido en el camino consciente y paciente que los conduzca a la Toma Definitiva –como rezan- del Poder.

A mi sano juicio, todo el andamiaje concebido con Ciencia y Arte se sustenta en el supuesto de que lograrían la suficiente credibilidad en la población, que en definitiva, es el verdadero cimiento y asidero que tiene toda estrategia electoral, porque amén de ser el blanco de las acciones desplegadas, es la que manda y decide en el último día, en el último segundo en el momento de hacer una cruz en la casilla, síntesis de lo que cree cada cual. Este error de cálculo si, no tiene nada de nuevo

La Credibilidad, si bien se busca con herramientas técnicas y con razones teóricas, necesita ineludiblemente de lo experiencial, de los hechos y de las obras; nada como la credibilidad necesita más del ejemplo patente.

Recientemente en un Canal de Tv, se daba una entrevista, para mi muy ilustrativa, con el hermano del candidato Ortega del FSLN, General Retirado Humberto Ortega Saavedra, devenido en crítico, aunque complaciente con conocimiento de causa, de su hermano.

Humberto habló de una reciente oportunidad que tuvo de una conversación a solas con Daniel y habló para decir que no tenía porqué dudar de un cambio en su hermano, pero…le dijo en esa oportunidad: -“el problema es que la gente no te cree”. Y comentó siguiendo la entrevista televisiva, según entendí, que el problema es, que el verdadero cambio es un proceso largo de razones y de hechos demostrados, que no se podía hacer creer a la gente en un cambio de confrontativo a pacífico, cuando hacía poco, algunas semanas atrás, Daniel usaba un lenguaje retórico cuyo centro era la consabida lucha de clases, la división de ricos y pobres, los epítetos de burgueses, oligarcas y vendepatrias, situaciones ausentes hoy en el discurso de Reconciliación en que ha centrado su campaña los últimos días. Nada más coherente e ilustrativo ha podido oírse en boca tan comprometida como esa del ex - General Ortega.

De mi experiencia personal, en conversaciones con “moros y cristianos” de los más variados estratos, si hay un problema subyacente, si el FSLN tiene algún bache sustantivo en su camino al Poder, construido con visos de perfección, es precisamente, un problema de credibilidad, porque se repite desde el más insignificante de sus cuadros, el asombro que dejan en sus interlocutores al oírlos hablar como en otro idioma, de la noche a la mañana.

Definitivamente no le dedicaron el tiempo suficiente a construir credibilidad y apuestan a las encuestas de opinión, al mismo elemento que apostaron siempre en los fracasos anteriores. Sólo el tiempo borra “a medias”, de generación en generación, las heridas y los recuerdos indeseables; miles de muertos por medio, el tiempo para olvidar, se hace mas largo. Fue muy dura la guerra en este País, peor los métodos represivos y obligados aplicados a la población para sustentarla, sus consecuencias marcaron profundamente a los nicaragüenses y si, si hay miedo, tiene que haberlo. No se cual es el asombro y el pecado del temor, que algunos expresan como una cualidad negativa en las personas que no quieren volver a sufrir. Le temen al voto del miedo porque ineludiblemente este voto, hace justicia.

Cada día que pasa, percibo más, que los nicaragüenses van votar, una vez más, en contra “de” algo y no a favor “de” algo, como debiera de aprenderse en una Democracia. Es lamentable si, que en vez de ser proposititos tengamos que acudir al voto castigo, pero, a grandes males, grandes remedios. Se trata de volver al pasado de triste recordación, se trata de sumir al País en una confrontación indeseable, de volver a una economía de miserable equidad, de empujar a la Región Centroamericana a un conflicto de intereses ya superado o seguir adelante en el costoso y lento proceso, pero adelante al fin, hacia la construcción de la Democracia para los jóvenes de hoy y de mañana. Yo, tengo Fe de levantarme el seis de noviembre en este último escenario.

Managua 30 de octubre de 2006