BARACUTEY CUBANO

Por: Eloy A González.
eloy_gnzlz@yahoo.com




En los últimos días he leído dos noticias repugnantes que conducen al asco. Una de ellas, a la que me referiré en primer término, me llegó mediante correo electrónico, con la advertencia expresa de que debe leerse siempre que se tenga cuidado de vomitar.

Se trata de una nota aparecida en el libelo Granma, órgano oficial de la dictadura comunista en Cuba, y firmada por el profesor de la Universidad de York: Pastor Valle-Garay. Este profesor universitario, que dicta cátedra en una universidad de un país libre, - Canadá -, expresa sin la más mínima decencia, en ocasión de la enfermedad del sátrapa cubano lo siguiente:

“En el ataque al cuartel Moncada, Fidel puso la vida en la línea de fuego... Cuando La Historia Me Absolverá, Fidel puso la vida en la línea de fuego.....en el desembarco del Granma, Fidel puso la vida en la línea de fuego.... En la invasión de la Bahía de Cochinos, Fidel puso la vida en la línea de fuego. ... En el compromiso con los desposeídos de la tierra, Fidel puso la vida en la línea de fuego. La labor humanista del misionero y de su pueblo, conquistaron los corazones y el agradecimiento del mundo entero. En la intervención quirúrgica, Fidel puso la vida en la línea de fuego. Así va Fidel. Orador, revolucionario, comandante, estadista, misionero, paciente y cubano ante todo. Humano al fin. Súper hombre hasta la eternidad”.

Establecer una polémica con este ilustrado profesor universitario, es transitar por los caminos de la idiotez, rozar la inmoralidad intelectual y adentrase, sin rumbo fijo en pestilentes caminos. Me cuesta trabajo creer que un profesor universitario que se desempeña en una Universidad donde la inteligencia, la libre expresión y la información adecuada deben predominar, pueda hacer una apología de un dictador que se ha mantenido en el poder sobre un cúmulo de cadáveres. Odio la polémica, les he proporcionado esta información a ustedes, amables lectores, con la advertencia de que deben ser cuidadosos cuando accedan a lecturas tan nauseabundas.

Una segunda noticia, ésta es más controversial, sin dejar de ser repugnante. Se trata de la inauguración el mes próximo de una estatua del tirano cubano en el Parque Central de Nueva York. Dice la información que la escultura muestra al criminal en jefe “con una mirada solemne hacia el cielo”. ¡Dios nos asista ¡ Si es que se muere , como seguro ocurrirá en algún momento, no voy a mirar más para el cielo.

Esto no es una iniciativa aislada, en ella están involucrados: la galería Capla Kesting Art, el artista Daniel Edwards y la comunidad neoyorquina de Harlem, donde dicen admiran al déspota cubano, casi de forma obsesiva desde que armó aquel show mediático en el 1960 al trasladarse, primero, a un parque donde según afirman, se cocinó un pollo, para después hospedarse en un Hotel de baja categoría en la zona predominantemente negra de este barrio. El espectáculo, como otros muchos, le dio resultados incalculables. Hasta hoy, un grupo de aduladores en ese Barrio, que se mueven alrededor de una Iglesia, le han servido de corifeos y lamebotas al asesino usurpador. ¡ Dios nos libre de asistir a una Iglesia donde los demonios se conjuran ¡.

De manera que, será en el parque más conocido de esta Nación que se dice, “la cuna de la libertad” donde un dictador que lleva más de medio siglo pisoteando la libertad de los cubanos tendrá su estatua. La galería asegura que esta obra ha sido inspirada “por el reconocimiento que le da Harlem..., a las contribuciones de Castro a los derechos cívicos”. Dice el artista,- recordando a su abuelo-, “solo recordé lo bueno” para hacer ésta obra que honrará en un parque de los Estados Unidos de América al artífice de la dictadura moderna más prolongada de América.

Las palabras del Profesor erotizado y este proyecto de levantar una estatua al autócrata totalitario, son hechos que insultan la inteligencia. Se trata de decisiones funestas que promueven el irrespeto hacia la comunidad cubana en el exterior y mancillan la dignidad del pueblo cubano. Honrar una tiranía incorregible y regodearse en el amargo y prolongado infortunio de nuestro pueblo, es un acto de inmoralidad al cual debemos de responder los cubanos con resolución .

Es lamentable que nuestra reacción se haga tímida para no decir inconsistente. Las campañas no se hacen únicamente “ informándonos” unos a otros mediante mensajes electrónicos. Es menester que la comunidad cubana de una respuesta digna y adecuada a estos actos que pisotean el decoro y tratan de promocionar una tiranía ya deshecha.

Erigir una estatua al tirano comunista en Nueva York, es olvidar a los héroes y mártires cubanos que han luchado por la libertad y asimismo, a los caudales de llantos de nuestras mujeres. ¿Que tributo pueden dar hombres y mujeres que viven en Libertad a un Dictador que ha enlutado a toda una Nación?.

Cuando se erige una estatua al dictador cubano, se olvidan cinco décadas de violencia política en Cuba encaminadas a establecer un proyecto político descalificado por la historia. Este dictador y sus colaboradores más cercanos, son los responsables del costo en vidas humanas que ha representado esta mal llamada revolución social. ¿Saben ustedes cual ha sido este costo? ,veamos:

Según investigaciones de Archivo Cuba, una institución independiente que documenta todas las víctimas de la dictadura en Cuba; la Revolución de Fidel Castro tiene en su haber: 41,695 muertos, de ellos 10,305 son muertes ocurridas a partir del 1ro de enero de 1959 por acciones no combativas: fusilamientos (5,725), ejecuciones extrajudiciales (1,206) y fallecimientos en prisión por diversas causas (1,216). El número total de víctimas se eleva a 119,578 si se incluye un cálculo matemático de los balseros desaparecidos en la travesía, cuyo estimado se sitúa en 77,879. Sólo de 1,956 balseros perdidos en el mar se tienen nombres y apellidos.

Esto es sin mencionar el costo social y psicológico sobre la población cubana en general. Siendo así el profesor de la Universidad de York, cree que este asesino que hoy está metido en su lecho de enfermo bien puede calificarse de “súper hombre hasta la eternidad”.

En el Parque Central de Nueva York, estará situada tal vez la única estatua en los Estados Unidos que honra a un dictador latinoamericano, por lo demás, aún vivo y en usufructo del poder. Los que promovieron esta idea: el artista, la galería cómplice y los insidiosos políticos y presbíteros de Harlem , no han dudado ni un momento en pasar por encima de la memoria de nuestros héroes y mártires, insultando a la comunidad cubana exiliada . 41 695 muertos parece una cifra insignificante para ellos.


Article Publisher in: Panorama Hispanic Newspaper. Fort Worth , TX . November 2006. Author’s E –mail: eloy_gnzlz@yahoo.com