miércoles, diciembre 06, 2006

LA PROPUESTA DE RAÚL. UN ANÁLISIS

Nota del Blogguista.

Cuando las excolonias sudamericanas se independizaron de la Metrópoli Española, éstas tenían un desarrollo socioeconómico, pero no político, superior a las Trece Colonias norteamericanas. Las luchas intestinas y el caudillismo, en particular los caudillos que se enseñorearon sobre sus pueblos, hicieron que iberoamérica fuera quedándose rezagada en su desarrollo con respecto a la América inglesa de la que habló José Martí. En el siglo XX baste un ejemplo: Perón y el peronismo fue un desastre para la sociedad argentina en su desarrollo socio económico y sin embargo, todavía el peronismo sigue siendo una fuerza política significativa en Argentina.

La mal llamada Revolución Cubana ha sido un factor que indudablemente ha influido sobre esta ola de gobiernos de izquierdas, pero no ha sido de ninguna manera el único factor: la corrupción y la mala administración de partidos políticos tradicionales de centro y de derecha así como la inclinación natural al cambio en las personas y en las sociedades ante la no cristalización de sus anhelos, han sido otros de los tantos factores que han influido en esta nueva geografía partidista e ideológica en América Latina.
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LA PROPUESTA DE RAÚL. UN ANÁLISIS



Por Jorge Hernández Fonseca


No caben dudas que Cuba hoy atraviesa un momento especial, con sabor a libertad. Ya es evidente el engaño sistemático que la cúpula gobernante ha sometido al mundo, informado erróneamente ‘el dictador mejora’. Pero este trato pueril, dando siempre en el interior de la isla con ‘la masa’, la inexperta cúpula gobernante la ha extrapolado a jefes de estado que fueron a Cuba engañados como bobos con el señuelo de ‘ver a Fidel’.

Lo cierto es que Castro ya no cuenta más como factor de riesgo en el futuro político cubano. Esté vivo o esté muerto (como se rumora a partir de su inexplicada ausencia del desfile militar del 2 de Diciembre) el dictador no tiene condiciones físicas ni intelectuales que le permitan la ‘megalomanía estratégica’ que lo han caracterizado hasta el presente.

Una muestra de la debilidad del ‘raulato’, es la repetición de la propuesta a EUA para negociar ‘el diferendo bilateral’ haciendo énfasis en la conocida y engañosa propaganda referida a que el problema cubano se debe a EUA y no a la dictadura que los hermanos Castro han impuesto al pueblo de Cuba. Sin embargo y a pesar de la evidente muestra de debilidad de Raúl, EUA no se interesa realmente en resolver ‘el problema cubano’.

Estados Unidos oficialmente ha respondido a Raúl de manera evasiva. Es evidente que no ha habido un análisis profundo de las implicaciones intrínsecas, tanto en la propuesta rauliana, como en la respuesta norteamericana. No es que en lo expresado por EUA exista algo que no sea como fue dicho; lo que sucede es que la respuesta no ha sido sopesada como un asunto prioritario por el actual gobierno norteamericano, abrumado por la victoria demócrata, la guerra de Irak, el Medio Oriente, Irán y el problema Coreano.

Para los cubanos que queremos solucionar pacíficamente la situación de miseria y dictadura en que Castro ha sumido al país en los últimos 48 años, es evidente que esta respuesta evasiva de EUA lo que tiende es a “quitarse el problema de encima”. El diferendo Cuba-EUA no es la causa de la dictadura, pero forma parte indisoluble del problema, como también forman parte los intereses de Europa y de la oposición cubana.

¿Por qué se crean mesas de discusiones múltiples en torno al problema del Medio Oriente --por ejemplo-- o para discutir el problema nuclear iraní, o incluso la bomba atómica coreana? ¿Por qué en la guerra de Irak participaron tantos países enviando tropas, como se hace actualmente en Afganistán? ¿Será que el problema cubano, que ha desestabilizado toda una región, no merece una mesa de negociaciones múltiples como la mereció Yugoslavia, por ejemplo, en la que participen los países con intereses en la isla?

Negociaciones directas de EUA con la dictadura cubana sería un error de consecuencias desastrosas para la libertad de la isla. Sin embargo, en algún momento hay que sentar la dictadura en la mesa de negociaciones, sin previamente conceder nada unilateralmente --como siempre ha ambicionado el dictador-- haciendo a Raúl pagar caro cada concesión que se le haga en la discusión multipartita, donde la dictadura reconocería tácitamente la presencia de una oposición pacífica, participante de el debate.

Si EUA hubiera dado el crédito que merece a esta muestra de debilidad dictatorial y la hubiera tratado como lo hace con los problemas acuciantes que le son prioritarios (mencionados antes), la respuesta claramente no hubiera sido evasiva. Una contrapropuesta a Raúl --por ejemplo-- de sentar en una mesa de negociaciones, no solo a Cuba y EUA, sino también a la Unión Europea y a la oposición cubana --en una discusión cuatripartita-- hubiera sido mucho más contundente e indicativo de querer resolver el famoso ‘problema cubano’, pero con la participación de sus verdaderos interesados, con la ventaja de colocar la opinión pública mundial en favor de la propuesta.

Como cubano, me duele tener que admitir que no solamente “la oposición”, sentada ante Raúl y sus generales (“entre cubanos”, como ha dicho EUA) resolverán adecuadamente los problemas reales que padece Cuba, porque habría que ver de cual “oposición’ se está hablando. Para Raúl es muy fácil organizar una discusión con la “oposición” que durante años --y de manera artificial-- ha ido preparando el régimen dentro y fuera de la isla con sus servicios secretos. Raúl se reúne con 4 peleles ‘opositores’ de dentro y fuera de la isla, para acordar “cambios” cosméticos en su socialismo, y así continuar en el poder:

Nadie sabe si esta es la verdadera intención de los generales de Raúl con el inicio de esta jugada, después de la cual, lógicamente que no pueden ser los norteamericanos los que “designen” a la parte cubana opositora que se sentaría con Raúl y sus generales, ya que previamente saltó fuera de la propuesta original, dejándola sólo “entre cubanos”

Es importante repetir hasta la saciedad --ahora-- que EUA es el aliado natural de la oposición política cubana. No sólo por haber hecho oposición clara y fehaciente al dictador cubano en todos los campos, sino porque ha sido el único país en acoger a la diáspora cubana, inscribiendo generosamente en sus leyes la ayuda al pueblo de Cuba.

Lo anterior no puede, de manera ninguna, limitar el análisis de la posición que EUA ha decidido adoptar respecto al problema cubano, que desde hace mucho tiempo perjudica las ansias de libertad y democracia para la isla, y como consecuencia, para el resto del Continente Sudamericano, que tampoco es prioridad para la administración de EUA.

La equivocada política norteamericana de dejar la dictadura cubana agonizar en su propia miseria (para mostrar al mundo ‘lo que no debe ser hecho’) ha resultado en una verdadera metástasis que ya alcanzó a Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador, y estuvo a punto de afectar a Perú y nada menos que México, en la frontera estadounidense, para no hablar de países con gobiernos ‘socialistas’ que tienen una política anti-EUA en el área.

No es momento de analizar lo que EUA no hizo por la libertad de Cuba cuando el ambiente internacional no le era tan adverso. El momento es de analizar como pudiera el coloso del norte, amigo de la libertad y la democracia, colocar un poco más de interés en acabar con el foco infeccioso que significa los hermanos Castro en el poder en Cuba.

Una característica típica de la dictadura cubana es que jamás ha efectuado una propuesta como esta que Raúl ha repetido por segunda vez. Eso significa su disposición a una evidente “movida de fichas” que debe ser sometida a un análisis serio por parte de los estrategas de Washington, con vistas a proponer jugadas, ahora que Raúl está dispuesto, y que consigan llevar al heredero del dictador al punto que el pueblo de Cuba desea.

Fonte: cubalibredigital.com
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