jueves, diciembre 14, 2006

LOS MAYORES TEMORES DE LOS DOS CASTRO

Tomado de La Nueva Cuba



LOS MAYORES TEMORES DE LOS DOS CASTRO


Por Oswaldo Yañez
Periodista Independiente
Ciudad de La Habana
Analista
La Nueva Cuba
Diciembre 14, 2006


No crean que a Fidel Castro le iluminó la llama de la fe católica al mirar de frente a las cuencas vacías de la cabeza del portador de la guadaña, su terror devino cuando cayó en la cuenta de que si su infierno personal existiese, acaso sus nueve círculos infernales, como sugirió en sus poemas de “La Divina Comedia”, Dante Alighieri, podrían consistir en recibir la tortura que les recetó a los cubanos durante diez lustros una y otra vez, ab in eternum, ese pensamiento fue demasiado para él. Que le atormentaran por toda la eternidad los que el reprimió con saña revolucionaria era una idea demasiado terrorífica para tomarla a la ligera y decidió, por si acaso, intentar congraciarse con el Altísimo.

No sabemos más, a ciencia cierta, pues me temo que su estado es ya una supervivencia impuesta por las máquinas de soporte vital avanzado que mantienen el cuerpo del comandante de la revolución, su mente, no sabemos donde andará y su alma, si ha sido encontrada, es probable que este siendo sometida al juicio divino que se demorará por largo tiempo pues hay mucho sobre lo que dictar sentencia.

El miedo de Raúl Castro es otro, más que miedo pavor, si el pueblo que apoyó el proyecto fallido de su hermano es el que lo saca del juego a él y a la revolución, hará real una pesadilla demasiado terrible de soportar, sabiendo que si esto fuera así, recorrería los nueve círculos del infierno de Dante junto a su hermano, no existe un castigo peor que dure toda la eternidad.



Los esfuerzos del MININT para que la celebración del pasado diez de diciembre, en recuerdo del día de los derechos humanos, no fuera un éxito, resultaron titánicos, me congratula contarles que su fracaso fue uno de los mayores que se recuerdan pues todo el mundo ha podido contemplar la cruenta represión a que son sometidos los cubanos por reclamar unos derechos que el régimen presume defender en los foros internacionales, acta est fabula, la comedia ha acabado. A los brigadistas y miembros de la DGSI que controlan a los disidentes pacíficos más notorios se les dio orden estricta de impedir que estos elementos asistieran a la conmemoración, algunos fueron advertidos a viva voz, otros recibieron visitas amenazantes o llamadas intimidatorias. Al periodista Ahmed Rodríguez Albacia no le dieron oportunidad, ni de asistir, ni de narrarlo en sus jugosas crónicas, fue detenido sin piedad por realizar su trabajo y como de la indignación nace el verso, Facit indignatio versum, les narro lo que pude averiguar de los métodos de los segurosos. La madre de Ahmed, Margarita Albacia Sánchez lleva seis días en huelga de hambre y su historia está siendo conocida allende los mares, harían bien los altos responsables del MININT en valorar en su justa medida la indignación de una madre que no entiende como la injusticia se ceba en su hijo. Guillermo “el Coco” Fariñas ha dedicado el premio concedido por Reporteros Sin Fronteras a los presos políticos encarcelados y en especial a los periodistas independientes, Ahmed y su madre tienen su parte de este premio, tienen todo mi apoyo y toda mi solidaridad, un día espero hacérselas patentes en persona y al Coco, a parte de mi enhorabuena comentarle que en España tuvo dos defensores acérrimos de su postura en todos los foros de opinión, uno de ellos mantuvo informada a la asociación en Francia de sus padecimientos, ánimo y a recuperarse cuanto antes, se que voluntad no falta.

Siguiendo con la estrategia segurosa, les comentaré que algunos periodistas independientes fueron sometidos a registros personales, otros recibieron amenazas verbales e incluso realizaron decomisos de material presuntamente contrarrevolucionario. Con los activistas de menor renombre se está empleando una táctica más cruel y despreciable que las anteriores, si cabe. Los elementos de la DGSI reparten boniatazos, (enseñar el carne del G2), entre los jefes de los CDR y los responsables de la vigilancia para pedir los informes pertinentes sobre los disidentes pacíficos y ordenar que sean calificados como contrarrevolucionarios activos, con las posibles consecuencias negativas que ello conlleva, como por ejemplo la perdida del trabajo estatal, la vivienda e incluso la cartilla de racionamiento. No contentos con eso interrogan y amenazan a sus familiares para que persuadan a cada activista para que deponga su supuesta actitud presuntamente contrarrevolucionaria pues si no lo hiciere sus familiares sufrirían las consecuencias. Los amigos tambien son citados en dependencias policiales para que den buena cuenta de los movimientos, actividades e ideología de los investigados, el trato es cruel, el insulto su mayor recurso y las amenazas constituyen su despedida. Se llega a emplear material fotográfico para convencer al interrogado de que ya está probada la condición de desadepto al régimen del indagado y se le pone en la disyuntiva de que si no coopera con la seguridad del estado será fichado como colaborador de un elemento contrarrevolucionario. Así pues las cadenas de delatores a la fuerza son un terrible lastre con el que la disidencia pacífica debe caminar a diario y en algunos casos llegar a dar el siguiente paso resulta casi una labor más propia de los hijos de Hércules que de comunes mortales.

(Raúl con chaleco antibalas en un acto con militares.Foto de archivo)

No se creyó necesario movilizar a las fuerzas antimotines el pasado día 10 más estaban perfectamente preparadas para intervenir. Se usaron a los brigadistas más fanáticos para reprimir a los pacíficos celebrantes, las agresiones llegaron hasta periodistas extranjeros e incluso una cámara fue sustraída en medio del tumulto de manos de los reporteros, a pesar de todo las imágenes llegaron al conocimiento mundial. Todo por orden expresa de Raúl Castro, si se hubiera consentido la realización de la celebración, como ocurriría en cualquier país democrático, la próxima podría haber sido de unas proporciones tales que hiciera tambalear los horadados cimientos de la revolución castrista, no está dispuesto a ser recordado como el enterrador de la revolución por lo que no cabe duda de que si una presión exterior no hace que deje su cargo en manos de un gobierno provisional que esté dispuesto a realizar la transición a la democracia, la dictadura verde olivo podría perpetuarse ab in eternum. Debemos recordarle al hermanísimo: Temora si fuerint nubilla solus eris.

Si los tiempos te fueran adversos te hallarás solo.