martes, diciembre 12, 2006

VOCES DE CAMBIO

Voces de cambio



Por Alberto Muller

La voz de la propia anciana desconsolada, Avelina Díaz López, abuela de uno de los tres cubanos de la raza negra fusilados por intentar salir de Cuba, es la conciencia moral de todo un pueblo, cuando sentenció: es un crimen, es un crimen que hizo Fidel, repetía con una tristeza infinita esta humilde mujer de 79 años, piel oscura y baja de estatura.

VOCES DE CAMBIO es un libro escalofriante y heroico. Definitivamente no es un texto para timoratos que temen al sudor de la piel en el atardecer o al polvo del camino soleado del mediodía. Mucho menos es un texto para esos actores de máscaras, como sabiamente los calificaba el Padre Félix Varela, siempre moviéndose en el entrecejo de las bambalinas.

VOCES DE CAMBIO expone todo el dramatismo del dolor de Cuba en las propias voces de ese pueblo sojuzgado y perseguido. En su narrativa, VOCES DE CAMBIO no deja duda de que ese pueblo de a pie será el actor principal de un país que quiere libertad y participación en su destino soberano, aunque algunos por apego a sus privilegios o comodidades, no quieran comprenderlo.

Fidel Castro en su proceso natural biológico se va despidiendo del escenario cubano, si es que ya no se ha despedido y sus cancerberos andan en los preparativos del esperado entierro faraónico.

El desmontaje, tan largamente esperado del régimen totalitario, ha comenzado con la sustitución anunciada de Fidel Castro, por una pentarquía sin legitimación posible liderada por Raúl Castro.

Los ecos que preludian los cambios necesarios en la Cuba de intramuros, con matices de verdadera autenticidad, se comienzan a escuchar con energía en todos los rincones de la incipiente sociedad civil cubana.

Auspiciado por la Fundación Panamericana para el Desarrollo (FUPAD) y en Asociación con las Bibliotecas Independientes de Cuba se acaba de publicar una singular antología de obras inéditas escritas por autores cubanos que viven en la isla y que muestran la presencia de una generación que emerge exigiendo una transición hacia la democracia para dejar atrás la desdichada historia de persecuciones, torturas y prisioneros políticos en el país.

Estos autores expresan en sus testimonios personales toda la riqueza literaria y testimonial de lo más puro del pensamiento cubano.

Las obras publicadas en VOCES DE CAMBIO son el compendio de las premiadas en el concurso literario “El Heraldo,” organizado por las Bibliotecas Independientes dentro de Cuba.

Los ganadores del concurso reciben un premio y la oportunidad de ver su obra publicada en el exterior, pues debido a la censura imperante en el país, resulta utópico pensar que se puedan publicar en Cuba.

VOCES DE CAMBIO representa la verdadera voz de Cuba y eso hace que el libro sea un aporte invaluable en la narrativa de la Cuba de hoy.

Entre los autores, Virgilio Toledo nos expone en un ensayo original y sin dobleces el vacío espiritual que el “genocidio cultural y antropológico” del totalitarismo castrismo ha creado en la sociedad cubana.

Los trabajos sobre la transición chilena hacia la democracia de Julio Antonio Aleaga Pesant y sobre la figura iconográfica de José Martí de Francisco Blanco Sanabria, tienen la matriz de lo histórico y la sabia de lo ontológico, respectivamente. Ambos estupendos ensayos.

La epístola del prisionero Omar Moisés Ruiz Hernández es un toque a profundidad de la conciencia nacional que va resurgiendo entre las cenizas de un régimen carcelario moribundo.

El testimonio de ese icono del periodismo independiente, Guillermo Fariñas Hernández, que arriesgó su vida en una prolongada huelga de hambre reclamando acceso a la prensa electrónica, es un aliento a la esperanza de todo un pueblo y una reiteración de que el miedo tiene sus adalides o contrapesos de coraje.

Los relatos espeluznantes de José Ramón Moreno y Jorge Cervantes son una prueba fehaciente de las torturas sistemáticas en la Cuba castrista.

El ensayo de Miguel Saludes sobre las Bibliotecas Independientes, hace un recuento histórico maravilloso del paradigma novedoso de las bibliotecas para fortalecer la sociedad civil. También muestra con singular veracidad la heroicidad de recoger firmas por todos los rincones de la isla para el Proyecto Varela, que intenta exigir al sistema una consulta democrática para retomar derroteros de rectificación por medios pacíficos y democráticos.

El lamento de la abuela es una denuncia escalofriante y maravillosa, que hace del libro una joya de la narrativa cubana, cuando tres cubanos de la raza negra fueron fusilados por órdenes expresas de Fidel Castro, cuyo único delito era un intento de salida ilegal del país.

El mundo entero alzó su voz para pedir clemencia, pero encontró que los oídos de la cúpula gobernante castrista estaban tapiados por un odio secular extraño.

Y fue el llanto de la abuela de Bárbaro Leodán, uno de los tres fusilados, que nos dijo que todos los días lloraba porque era su nieto preferido:

“Es un crimen, es un crimen que hizo Fidel”, repetía desconsolada esta pobre anciana.

Pienso que todo cubano que quiera compartir los dolores de su pueblo, debe leer y manosear las páginas de este libro sensacional y admirable.

En VOCES DE CAMBIO el lector encontrará los respiros de un pueblo que se encamina decidido hacia una transición pacífica para democratizar y liberalizar a Cuba.

albmul@bellsouth.net