BARACUTEY CUBANO

Nota del blogguista Entrando en el genero de la politica ficcion pero teniendo en cuenta el pasado de Fidel Castro Ruz, lo mas probable es que casi hasta ultima hora Fidel Castro hiciera " el papel de guapo " (valiente) pero ya con la muerte cercana se acorbardaria como se acobardo con Masferrer en Cayo Confites y frente al Capitolio, con el coronel Lutgardo Martin Perez en el bufete de Bordelio y Castellanos, en el Cuartel Moncada cuando el tiroteo se puso en su apogeo, en Alegria de Pio cuando empezo el tiroteo en contra de su tropa, en la batalla de Giron cuando despues de posar energico para las camaras en el central Australia, se fue a toda velocidad para La Habana, , cuando al triunfo de la Revolucion demoro su arribo y el de la mal llamada Caravana de la Libertad a La Habana hasta que todo estuviera bajo control y sin peligro para el, cuando los guardacostas norteamericanos le dispararon al buque mercante "Hermann" , sospechoso de narcotrafico, y este no se detuvo pese a que pocos anos antes habia enviado a los aviones MIGS cubanos a hundir embarcaciones de Bahamas como la llamada " Flamingo" y a romper la barrera del sonido en la capital de Republica Dominicana aterrorizando a la poblacion dominicana, cuandovisita las provincias cubanas y tiene que mover y utilizar a miles de hombres para su proteccion, etc.. Disculpen los acentos ortograficos y demas, pues no puedo activar la tecla del idioma espanol.

Por Orestes Lorenzo *
Orlando
Florida
E.U.
Colaboración
La Nueva Cuba
Enero 16, 2006
Desde el hospital madrileño Gregorio Marañón nos llegan ahora los detalles del padecimiento de Fidel Castro. Ocurre justo semanas después de la conferencia de prensa dada por el doctor José Luís García Sabrino. Los medios no andaban preguntando ahora, nadie presionaba en estos momentos al hospital para verter luz sobre lo que el propio Sabrino había callado por respeto a "la privacidad del paciente". Todo parece indicar que el Secreto de Estado no aguanta más, y el gobierno cubano ha decidido preparar a la opinión pública para lo inexorable: Fidel Castro morirá en unos días.
Y el momento nos hace recordar lo que hubiéramos querido muchos cubanos: enjuiciarlo por sus crímenes. Ha sido un deseo que hemos soñado durante años. ¿Cuántas veces no imaginamos la expresión en su rostro cuando se viera enfrentado a las víctimas que testificarían en su contra? ¿Dónde estaría su mirada cuándo los presos políticos que pasaron décadas en celdas tapiadas describieran al tribunal las atrocidades que sufrieron en prisión? Sus manos tan fotografiadas, su índice determinante… ¿temblarían cuando los sobrevivientes del Remolcador 13 de Marzo contaran cómo los niños, embestidos por los barcos a sus órdenes, eran lanzados en la oscuridad y tragados por el mar y el espanto? ¿Cómo haría para no escuchar los gritos de las víctimas infantiles, ahora reproducidos en el testimonio de sus familiares, cuando a las afueras de Canímar las torpederas cubanas abrieron fuego contra la embarcación en que viajaban? ¿Cómo explicaría los lujos y las cuentas bancarias personales descubiertas por las nuevas autoridades? ¿Le temblarían las piernas con el peso de tantos muertos sobre los hombros? ¿Cómo habría enfrentado la sentencia, y al pelotón de fusilamiento? ¿Habría, como Saddán, enfrentado la justicia con actitud desafiante? Probablemente, dejando en la memoria de millones la imagen de un hombre en lucha.
Pero Fidel se nos va de manera diferente. Por justicia divina, con la dignidad escapándosele en forma de excrementos que vierte por el abdomen, con la dependencia absoluta de personas a las que antes despreciaba, con la sospecha de que no lo curaron a propósito, con el temor a que le arranquen el último suspiro. Sin amigos al pie de la cama, sin cuentas saldadas, y sin paz… Es la imagen que nos deja en la memoria. Se nos va como un Secreto de Estado, tan oscuro como su vida y su legado. ¡En hora buena!
************
* Orestes Lorenzo, Mayor de la Fuerza Aérea cubana, quien escapara de Cuba en un avión Mig-23 que tripulaba, poco después regresó a Cuba en un temerario vuelo clandestino a fin de rescatar a su esposa e hijos.