BARACUTEY CUBANO

Mariela y el polisexo

Por Miguel Cossio
AMariela Castro debe encantarle el sexo y la política también. Aclaro que es sólo una suposición a partir de su actuación pública y privada. Ya lo dijo Freud, el sexo mueve al mundo, en la teoría y en la práctica.

Desde su posición como directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba, la hija de Raúl Castro se ha convertido en la vocera de la familia reinante y de su tío el enfermo emperador.

El sábado declaró que Fidel está estupendo y que se recupera muy bien, adaptando su modo de vida a la edad y a su circunstancia de salud. ''Me lo imagino regresando y no regresando (al poder), porque tanto de una manera como de la otra va a estar presente y muy activo'', dijo a la agencia AP en la presentación de un libro de su madre, Vilma Espín, quien sigue sin aparecer.

Hace unas semanas Mariela combatió cuerpo a cuerpo en la gris escaramuza intelectual suscitada por la presentación en televisión de ex burócratas de la censura cultural durante los años 70. Por medio de una carta, dirigida a uno de los escritores involucrados en la controversia, confesó su deseo de participar en el debate porque, aunque no era artista ni escritora, le interesaba el asunto, ``como cubana identificada con un proyecto social revolucionario''.

El episodio le sirvió para extender su particular mundo de la sexología al terreno de su tío en la llamada ''batalla de las ideas'', donde la sexóloga mayor había hecho pasarela en el 2006, promoviendo una ley en el Parlamento cubano a favor de los transexuales y apoyando la producción y transmisión por la televisión de la telenovela La cara oculta de la luna, que abordaba temas tabúes en los medios oficiales, como el sida, el homosexualismo y la bisexualidad en Cuba.

Decía el filósofo francés Michel Foucault que el poder es la esencia de las relaciones humanas y que el sexo es otra de las manifestaciones del ejercicio del poder, principios que al parecer animan la vida de Mariela Castro, quien, de acuerdo a su biografía oficial, fue educadora infantil, licenciada en educación en la especialidad de psicología y pedagogía, y tiene una maestría en sexualidad.

Quienes la conocen afirman que Mariela es una mujer de espíritu liberal, al menos en el amor, con un abultado historial de parejas sentimentales, entre ellas un bailarín cubano, un empresario español del turismo, un fotógrafo italiano, con quien tiene dos hijos, y el prófugo de la justicia chilena Juan Maco Gutiérrez Fischmann, alias el Chele, con quien tiene una hija. El Chele es todo un personaje de colección. Según un reportaje publicado por La Tercera en el 2001, el ex yerno de Raúl Castro estuvo implicado en el asesinato en 1991 del senador chileno Jaime Jorge Guzmán, fundador de la Unión Demócrata Independiente, una agrupación política conservadora. Antes del crimen, el Chele había estado en Nicaragua en 1983, como jefe del destacamento chileno que combatió a los contras a favor de los sandinistas.

El interés de Mariela por el sexo, quizás, le venga de su tío o de su abuelo paterno, don Angel, quien tuvo una accidentada historia familiar, en un lugar del Oriente cubano del cual los Castro prefieren no acordarse. El propio Fidel engendró un buen número de vástagos reconocidos y no reconocidos, sin contar las mujeres, muchas de ellas famosas, que pasaron por su alcoba.

Tal vez algunas tesis de Freud sean ciertas en el caso de Mariela. Ella puede estar expresando los deseos políticos reprimidos de su subconsciente, con declaraciones y apariciones públicas, cada vez más frecuentes. A lo mejor un día la veamos opinando sobre el sexo de los ángeles, que es una vieja discusión filosófica.

Sigmund Freud desarrolló una teoría sobre la mente y la conducta humana. El padre del psicoanálisis quiso hallar una cura del habla para tratar la neurosis individual y colectiva. Mariela debe saber que Cuba es hoy una sociedad de histeria y angustia; aunque eso sí, de mucho sexo, dicen.

Director editorial y de noticias,

América Te Ve, Canal 41