MUEREN DOS MILITARES EN UNA SUBLEVACIÓN EN CUBA
Mueren dos militares en una sublevación en Cuba
El Nuevo Herald
Las autoridades gubernamentales mantienen hermético silencio sobre un conato de sublevación ocurrido el pasado diciembre en un penal de Santiago de Cuba, en el cual murieron ametrallados dos oficiales cubanos.
Fuentes consultadas dentro de la isla confirmaron que el incidente se produjo en la prisión de El Manguito, ubicada en el municipio de Songo La Maya, cuando tres reclutas del Servicio Militar General (SMG) y dos presos comunes trataron de tomar el recinto por la fuerza.
''El hecho se está investigando intensamente'', dijo una persona vinculada al Ministerio del Interior (MININT) que pidió el anonimato. ``La gente [de Songo La Maya] está todavía aturdida con lo que pasó''.
La fuente añadió que la fiscalía considera pedir pena de muerte para los máximos responsables de la acción, que obligó a movilizar a miles de combatientes del Ejército Oriental, la división de Tropas Especiales del MININT, y fuerzas combinadas de paracaidistas y la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).
( foto de archivo)
Altos jefes militares viajaron incluso desde La Habana, incluyendo al Ministro del Interior, Abelardo Colomé Ibarra.
La abortada revuelta se produjo el 20 de diciembre alrededor de las 2 a.m. y se inició con la ocupación de la posta de entrada y un corte de la comunicación telefónica del penal, situado a unos 28 kilómetros de Santiago de Cuba. Los reclutas se dirigieron entonces a la enfermería, donde los dos oficiales conversaban con la enfermera de turno.
Cuando un oficial le reprochó al recluta Yoelvis Delgado Arvelo, de 21 años, que no jugara con el fusil AKM, éste le contestó: ''No estoy jugando; esto es de verdad'', y comenzó a disparar contra los dos militares, que quedaron tendidos en el lugar. No está claro si los insurgentes fueron hasta allí a neutralizar a los oficiales por haber sido descubiertos.
Además de Delgado Arvelo, entre los sublevados está también el recluta Irán Cabrera León. Hasta el momento se desconoce el nombre del otro soldado y de los dos reclusos. Todos fueron arrestados y permanecen bajo régimen de máxima seguridad en la sede de Seguridad del Estado en Santiago de Cuba.
Los oficiales fallecidos son el teniente Oliverio Orozco y el subteniente José Antonio Tamayo, quienes fueron sepultados con honores militares en los poblados de La Maya y Tiarriba.
La ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) está documentando el caso a partir de reportes fragmentados de residentes en el municipio Songo La Maya. La noticia fue inicialmente divulgada el 24 de enero por la Agencia de Prensa Libre Oriental (APLO) en la página digital de Cubanet, que desde Miami promueve la prensa independiente.
El Nuevo Herald pudo localizar a dos personas de esa localidad que conocían del hecho, pero que hablaron con extrema reticencia. Varios entrevistados de Santiago de Cuba dijeron desconocer lo ocurrido en la población vecina.
Según el activista Elizardo Sánchez, presidente de la CCDHRN, las autoridades policiales han advertido a los pobladores de la zona para que eviten contactos con periodistas y opositores políticos. ''Hay un velo de secretismo gubernamental sobre todo esto'', indicó Sánchez. ``La gente está muy intimidada y muchos no se atreven a hablar desde los teléfonos de sus casas, sino que nos llaman de teléfonos públicos''.
Los testimoniantes coinciden en relatar que tras los disparos contra los oficiales, los cinco jóvenes huyeron del penal portando fusiles AKM y 37 cargadores. El grupo se internó en la zona montañosa del Segundo Frente Oriental, pero apenas 24 horas después se entregaron, sin ofrecer mayor resistencia, en medio de un impresionante despliegue militar que incluyó varios helicópteros.
Uno de los reclusos resultó herido en el glúteo por dos impactos de bala tras un intercambio con fuerzas policiales en el poblado de Bolaños, a unos 10 kilómetros de El Manguito.
En un similar intento de fuga de la cárcel de Canaleta, Ciego de Avila, murieron cinco guardias y seis quedaron heridos en 1999. Los seis responsables del incidente fueron condenados a muerte.
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