miércoles, marzo 28, 2007

50 AÑOS NO ES NADA

50 años no es nada

Yosvani Anzardo Hernández

28 marzo de 2007


Yo adivino el parpadeo,
de las luces que a lo lejos
van marcando mi retorno …

Volver
con la frente marchita,
las nieves del tiempo
platearon mi sien…

( Cantada por Carlos Gardel, letra de Alfredo Le Pera. )

Holguín, Cuba – www.PayoLibre.com – Después de leer esto, seguro estoy, sentirán que es un soplo la vida. Y por lo menos yo, hasta hoy, nunca entendí esta canción. ¡Corajudo Gardel!, decir que 20 años no es nada. Y es una vida. Y ahí está la cosa, el tiempo vuela, que es a lo que el tango se refiere.

En el parque de Las Américas, de San Germán, un pueblo que como dije en alguna ocasión, hay personas que aseguran que no existe, hay dos bancos que pertenecen a un grupo de personas mayores por derecho de conquista.

Con más berocos que un berraco viejo me acerqué y pedí permiso para sentarme. Uno de ellos me miró y dirigiéndose a los demás pregunto:

–¿De qué familia es? –otro respondió–. Es el nieto de Israel.

–Ah bueno –dijo volviéndose hacia mí–. ¿Heredaste la llave entonces?

–Sí –respondí.

–Puedes quedarte, cierra los ojos que nos vamos.

Sin dudas el viejo, disculpen, el señor mayor, era un jodedor. Él continuó hablando y así comenzó un viaje por el recuerdo, que me permite vivir una época que no conocí. Cuando abrí los ojos el parque no era igual.

Los bancos tenían techo natural de carpas con flores rojas. Lo creó Don Miguel Cervera Fallas de Gutiérrez, dueño de la asociación que lleva su nombre, y del central, que antes se llamaba Fidelidad, o sea Fidelity Sugar Company; un buen hombre, él y sus hijos van todos los días a pie al trabajo.

Su casa está al lado de la de Alejandro Sueros, un señor que tiene caimanes en el patio de una propiedad que posee en La Habana. Pero aquí lo que tiene, junto a Cervera, es un jardín atendido por un japonés que berrea como un chivo cuando le dicen que es chino.

Salí del parque, subiendo por el crucero, y en el Gallito, un restaurante de comida rápida, conversé con Lorenzo Gelpi, periodista y dueño del diario La Voz, quien dice que Mir, el dueño del periódico El Delirio, a pesar de ser su competidor, es también su amigo. Y que junto a Joaquín Rodríguez, un ex vendedor de vianda que ahora es el dueño de la planta eléctrica, y representante de la Bacardí, se toma unas cervezas todos los fines de semana en el bar del hotel Europa de Pancho Martín.

Dice además, que la farmacia de Joaquín, sacó un nuevo preparado contra el catarro, que engorda las piernas de las mujeres y les para las nalgas. Y en las farmacias de Frías, Muñiz, Cuco Luciano y la de la compañía, aseguran que harán un preparado mejor y más barato.

Cruzando la calle está la tienda el Danubio Azul, del gallego Ricardo Gómez. Al frente vemos el hotel de madera de dos plantas, propiedad de Arturo García, y donde Crespe tiene la dirección de su compañía de ómnibus, que efectúa viajes hasta La Habana.

Al lado está la fonda donde se comen los mejores bisteces del mundo. Dicen que son de cocodrilos.

Seguí caminando y llegué al comercio de Miguel Fung, que vende maravillas para hacer regalos. Quiere casar a su linda chinita María, que no habla ni hablará nunca español, con Rafael Chan, un coreano joven y bien parecido que dentro de 50 años, o sea, allá por el 2007, dará de qué hablar por su vitalidad y ganas de vivir.

El cura Lence me saludó con la mano al pasar en su pisicorre por la esquina del Oriental (otro restaurante chino). De él se dice que debajo de la sotana lleva un par de pantalones tan bien puestos, que definirán su vida y la de toda una familia en el futuro.

Con el cura va José Manuel, un negrito, dueño de la orquesta que ameniza las fiestas del Union Club, una sociedad gallega, cuyo recinto fue construido por Amador Rodríguez, abuelo del que será dentro de 20 años, el gran maestro de ajedrez más joven del mundo.

Pero bueno, terminemos por hoy que el tiempo vuela. Y aunque ustedes no lo crean, todo esto me causa dolor en un lugar que no puedo decir.

Pero si me dejan, otro día les haré la historia de todas estas personas y de muchas más que constituyen la memoria perdida de un pueblo fantasma, que un día volverá a existir, mejor de lo que fue.