martes, marzo 13, 2007

LA CRUZADA DE RAMIRO VALDES CONTRA LA INTERNET

LA CRUZADA DE RAMIRO VALDES CONTRA LA INTERNET


Misceláneas De Cuba
Sweden
Infosearch:
José F. Sánchez
Analista
Jefe de Buró
Cuba
Dept de Investigaciones
La Nueva Cuba
Marzo 13, 2007

Como una prueba más de que nada ha cambiado en Cuba y de que quienes gobiernan siguen siendo los retrógrados y represivos de siempre, están los últimos intentos del régimen comunista por limitar el muy pobre acceso a Internet de un ínfimo sector de la población que no pertenece a la esfera oficial.

Todo esta "ofensiva", como les gusta llamar a la tiranía a sus campañas represivas, se arreció luego de las declaraciones del Ministro de Informática cubano, el Comandante Ramiro Valdés, quien no por casualidad fue, durantes muchos años , el Ministro del Interior de la isla, lo que significa haber tenido la responsabilidad entre otras cosas, de las cárceles, la policía política, la corrupta Policía Nacional Revolucionaria, la persecución y represión a los disidentes y opositores y del control de la vida de los ciudadanos de Cuba.

El ministro resumió la postura del régimen ante las comunicaciones modernas con esta frase:"Se constituyen como un mecanismo de exterminio global." Realmente no puede esperarse mucho progreso en ese sentido en un país, donde el ministro encargado del desarrollo de las comunicaciones, expresa tales criterios oficiales. Los efectos de esta ofensiva, se han visto en diferentes maneras, que van desde la censura a los sitios Web de los grupos cívicos del interior de la isla, hasta el incremento de los actos hostiles y las detenciones a opositores y periodistas independientes que acuden a los servicios de Internet que presta la Sección de Prensa y Cultura de la Oficina de Interese de Los Estados Unidos en La Habana.

Todo esto no es más que la evidencia del temor que siente el régimen ante la posibilidad de perder el monopolio que tienen sobre la información que se le brinda al pueblo, no solo sobre lo que acontece en el exterior sino también en el propio país. Para nadie es un secreto que en lo referente a la salud del dictador Fidel Castro, a pesar de su propaganda que asegura existe una identificación total de la población con el gobernante, las informaciones que reciben los ciudadanos, son mucho menores que las que se conocen en el resto del mundo.

El Gobierno castrista esgrime múltiples pretextos, para nada creíbles, con los que justifica la falta de acceso a la red de Internet de los cubanos.La isla tiene uno de los más bajos índices de Latinoamérica y del mundo con un índice de un ciudadano de cada cien por ciento, que puede ser incluso mucho menor pues las estadísticas gubernamentales carecen de crédito cuando se trata de mostrar las carencias de los habitantes de La Mayor de las Antillas

. Por otra parte, las propias conexiones con la Internet también han incrementado en los últimos tiempos sus fallas "técnicas", otra modalidad de censura del régimen. La información, la libertad de prensa, el libre flujo de las ideas, el contacto con los ciudadanos del resto del mundo, la difusión también de información; todo estas posibilidades que brinda la Internet y que hacen a los pueblos más cercanos, todo ello constituye una amenaza y un mal para los sistemas políticos cerrados y represivos como el de Cuba.

Para quienes tienen esperanzas de que hoy, tras la enfermedad de Castro, hay políticos más sensatos en el Gobierno, estos, lejos de dar lo que significaría los primeros pasos para una apertura, es decir, no perseguir la libre comunicación y permitir que los cubanos se comuniquen más con el resto del planeta y accedan y difundan información libre, por el contrario, persiguen y reprimen a los pocos que hoy tienen la posibilidad de comunicarse con el mundo fuera del control del estado, y declaran prácticamente que las comunicaciones modernas casi son cuales armas de destrucción masiva. No puede haber pensamiento y posturas más retrogradas en este siglo 21 que ya se acerca al final de su primera década. Este es el pensamiento de quienes siguen teniendo en sus manos los destinos de nuestra Patria.