martes, mayo 01, 2007

FIDEL CASTRO COMO AL GORE DE POLÍTICO FRACASADO A ECOLOGISTA MATRERO

CASTRO, COMO GORE, DE POLÍTICO FRACASADO A ECOLOGISTA MATRERO


Por Jorge Hernández Fonseca
www.cubalibredigital.com

01 de Mayo de 2007
El dictador cubano acaba de entregarnos su tercera “reflexión” sobre los bio-combustibles, haciendo uso y abuso de la altura que él supone tienen sus razonamientos ante los simples mortales. Esos somos todos sus súbditos cubanos, y sus admiradores en la fauna izquierdista mundial. Las profusas referencias a la “especie humana”, acompañadas de una épica introducción histórica --digna de un documento menos matrero-- descubren una personalidad enferma de un ego amazónico que se sobrepone a su grave enfermedad y a su decrepitud.

Esta tercera entrega es un documento contra Brasil y su hazaña tecnológica imponiendo el etanol como combustible alternativo al petróleo a nivel planetario. El artículo del dictador, está lleno de mentiras, verdades a medias y pocas verdades, intentando parecer un documento serio, escrito por alguien que destruyó la ecología de una isla en la que manda y desmanda.

En un gesto típico de dictador envilecido, comienza “perdonándole la vida” a Lula da Silva al no culparlo de “las leyes objetivas de la historia”. Como si el presidente brasileño, reconocido mundialmente por sus méritos al frente del gigante sudamericano, necesitara del perdón de un dictador fracasado y moribundo, devenido defensor del petróleo de su mantenedor.

El dictador cubano, senil y enfermo, enseña puerilmente sus cartas en la primera frase, cuando desinforma al lector incauto al comenzar expresando “Nada me anima contra Brasil”, para después arremeter contra la política exitosa que ese país sudamericano ha mantenido en los últimos 35 años, con vistas a implantar un complejo sistema de sustitución de combustibles fósiles en su economía, abrazado internamente como un proyecto nacional supra-partidista.

En esta tercera entrega, el dictador se empeña en demostrar su conocida tesis contra el etanol y los bio-combustibles, adoptando una estrategia que rehuye el problema principal: las ventajas indiscutibles de la caña de azúcar en la producción de etanol. El dictador lo elude. Es un documento largo, cargado de conclusiones carentes de base, que inexplicablemente no hace referencia a la caña de azúcar y se empeña en concentrase en el alcohol maíz, usado en EUA.

El plan de sustituir parte de la gasolina con etanol procedente de la caña de azúcar, tiene las ventajas siguientes, ocultadas en la palabrería dictatorial de su tercera reflexión:

Primero: Se produciría un combustible renovable y natural, con secuencia de obtención infinita, producido por una planta --la caña de azúcar-- que es una de las mayores convertidoras de energía solar en combustibles, alimentos y materias primas varias, utilizables por el hombre.

Segundo: Durante el proceso vegetal de conversión --por la energía solar-- del CO2 en fibras, azúcares, mieles y combustibles, se ayuda paralelamente a disminuir el calentamiento global provocado por la combustión de los derivados del petróleo, purificando los gases nocivos.

Tercero: La combustión del etanol disminuye considerablemente el efecto negativo, si se compara a los gases procedentes de la combustión de fósiles, reduciendo además considerable y potencialmente los precios del petróleo, razón adicional oculta tras los ataques fidelistas.

Cuarto: Permitiría a los países pobres obtener fuentes seguras de trabajo, empleo y renta, produciendo un combustibles que tendría equiparado su precio al precio de la gasolina, propiciando una transferencia neta de recursos de los países ricos hacia los países pobres.

Quinto: Un plan de producción de cantidades considerables de etanol usando la caña de azúcar, aceleraría el desarrollo tecnológico y económico de los países cañeros, que incorporarían a la industria azucarera, la industria mecánica y del transporte, entre otras.

Sexto: La adopción del etanol como combustible sustituto de la gasolina, permitiría distribuir las riquezas asociadas a los combustibles, que hoy se concentran en pocos países y pocas manos.

Octavo: Como la caña de azúcar no sólo produce azúcar y etanol, sino también importantes cantidades de energía eléctrica, un voluminoso plan de producción de alcohol para sustituir la gasolina, permitiría el aumento considerable de la electrificación de los países pobres, usando el bagazo de caña como combustibles y eliminando adicionalmente el uso del petróleo.

Ante tantas y tan abrumadoras ventajas para la producción del etanol usando caña de azúcar como materia prima, se explica porqué el dictador cubano no haya escrito en su artículo una sola palabra de este asunto cuando toca el tema, sobre todo, sabiendo que Brasil –país al que ataca de diversas maneras en su exposición-- usa exclusivamente la caña de azúcar para su plan con el etanol y no el maíz, en cuyas desventajas productivas el dictador se concentra.

No hay que usar tanta palabrería para decir que el maíz es un competidor que pierde ante la caña de azúcar para producir alcohol y que sólo se emplea basado en compromisos políticos. La producción de alcohol a partir del maíz, según estudios de universidades norteamericanas, necesita más energía para su producción, que la energía contenida en su masa resultante.

La producción del alcohol partiendo de la caña de azúcar en compensación, no sólo produce la energía propia de la masa de alcohol resultante del proceso, como que es capaz de producir cantidades varias veces mayores de la contenida en su masa resultante, en forma de energía eléctrica (la forma más valiosa de energía producible) para ser distribuida por una red eléctrica.

Como se desprende de lo dicho antes, queda claro que los factores que impulsan al dictador a arremeter contra Brasil y su plan de etanol con argumentos ecológicos, son puramente políticos. Para demostrar lo anterior, es bueno formular algunas preguntas para que sean abordadas por el dictador en las sucesivas “reflexiones” sobre este tema en el futuro:

Primero: ¿Por qué el dictador apela a ahora a la ecología, cuando personalmente mandó a la Brigada “Ché Guevara” a desmontar todos los ecosistemas de pequeños bosques a lo largo y ancho de la isla de Cuba en los años 60, precisamente para sembrar caña de azúcar?

Segundo: ¿No es sospechoso que Hugo Chávez, único beneficiario de los argumentos castristas contra el etanol, sea también el único mandatario sudamericano que se ha unido al dictador cubano en su lucha contra la producción renovable de un combustible natural?

Tercero: ¿Porqué a la hora de los argumentos --durante la llamada “Cumbre Energética” de la isla de Margarita-- Hugo Chávez entregó sus banderas y abrazó el etanol de caña de azúcar como solución para los países pobres, ante las razones de su competidor, Lula da Silva?

Cuarto: ¿Porqué la mayoría abrumadora de la fuerza técnica y científica de la industria azucarera cubana, abrazó en los años 80 del siglo pasado un plan similar dentro de la industria cubana, frustrado precisamente por los argumentos “viejos” (y actuales) del dictador cubano?

Los análisis se comparten o rechazan con argumentos. He aquí algunos argumentos para que la Cuba del futuro --sin dictadores que creen saber de todo-- pueda tener un plan asociado a su riqueza cañera, que le permita enterrar definitivamente las penurias económicas, políticas y morales que medio siglo de autosuficiencia incompetente le ha impuesto injustamente.

Castro, igual que Gore, merece el Premio Nóbel, en este caso, de testarudez y matrerismo.

Fonte: cubalibredigital.com
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