viernes, julio 13, 2007

LA SOGA EN CASA DEL AHORCADO

Tomado de El Nuevo Herald.com


La soga en casa del ahorcado

Por Oscar Espinosa Chepe

La Habana -- Si en algo son especialistas las autoridades cubanas, muy en particular su domesticada prensa oficial, es en la búsqueda de entuertos y desgracias en otras latitudes. En tanto, la sociedad cubana se desploma a pedazos por la acumulación de añejos problemas irresueltos. En particular, Estados Unidos es observado con atención para criticarlo en todo momento.

Un ejemplo de esa obsesión puede apreciarse en la primera página de la edición del diario Granma del 2 de julio, donde se señala la alta población penal existente en el vecino del norte, enfatizándose las asimetrías existentes en detrimento de las minorías, especialmente los negros. Se indica que los hombres negros representaban un 37% de la población carcelaria el 30 de junio del 2006.

Paradójicamente, Gramna no tiene en cuenta la situación de las personas encarceladas en Cuba, con un índice de 487 reclusos por 100,000 habitantes, según estimaciones del Pocket World in Figures 2007 de The Economist, o sea, la más alta de Iberoamérica y la octava a nivel planetario.

Quienes hemos tenido el ''privilegio'' de estar hospedados en las cárceles cubanas, tanto en Guantánamo, como en Boniatico, Santiago de Cuba o el Combinado del Este, en la Habana, conocemos que aproximadamente del 80% de los prisioneros en la mayor de las Antillas son mulatos o negros. Porcentaje no proporcional al 36% en conjunto de los ciudadanos de esos grupos raciales del total de la población, de acuerdo al Censo del 2002.

Sería conveniente que antes de emitir opiniones sobre la situación de las cárceles en otros países se hiciera una evaluación de las prisiones cubanas, donde los reclusos se encuentran hacinados, con terribles condiciones higiénicas, una alimentación deficiente y, en muchas circunstancias, con atención médica deplorable.

Sería oportuno que esos depósitos de seres humanos fueran visitados por observadores de la Cruz Roja Internacional y organizaciones tan respetables de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, al igual que lo permite la inmensa mayoría de los países. Paralelamente, es recomendable realizar un estudio de los motivos por los cuales Cuba tiene una tasa tan alta de presos y, en particular, por cientos tan elevados de personas de raza negra.

Al mismo tiempo debería brindarse, como hace Estados Unidos, las cifras exactas de presos con los porcentajes pertenecientes a los distintos grupos raciales, así como las cantidades de suicidios en las cárceles cubanas debido a que muchas personas no pueden resistir las terribles condiciones imperantes. Si esto se hiciera, seguramente se hallaría un vínculo muy estrecho entre la profunda crisis que sufre el país desde hace años --que afecta en particular a los sectores más humildes-- y la desdichada situación de muchos compatriotas, en un alto porcentaje empujados a delinquir por la perversa coyuntura económico-social actuante o encarcelados bajo absurdas y arbitrarias leyes como la presunción de peligrosidad.

En Cuba se debe mejorar la situación de los presos en general; darse libertad a los cientos de prisioneros de conciencia y políticos pacíficos injustamente encarcelados y a los condenados sin haber cometido delitos probados, bajo la mencionada injusta ley de peligrosidad. Además, tiene que revisarse el draconiano Código Penal vigente, que con sus largas condenas puede enviar a prisión por más años a una persona que haya matado a un vacuno que a otra que haya asesinado a un ser humano. Hasta que eso se logre y termine la deplorable situación en la sociedad cubana, las autoridades no tienen moral alguna para criticar los problemas existentes en otros países.

Economista y periodista independiente cubano.
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Nota del blogguista
Para analizar con más profundidad las cifras debemos decir que varios de los presos políticos excarcelados habían extinguido su sanción o habían llegado a la mitad de la misma, lo que los hace elegibles a salir cuando es su primera condena. No se tienen en cuenta los presos por delitos comunes que cometieron dichos delitos por el excesivo y opresivo control que tiene la tiranía sobre los empleos, la economía y la vida en general en Cuba.
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Se encuentran muy enfermos 35 presos políticos cubanos
AFP
LA HABANA
ALEJANDRO ERNESTO / EFE

Cuba cerró el primer semestre del 2007 con 318 presos políticos, 21 menos que en 2006, según una organización de derechos humanos, que llamó la atención ayer sobre la salud de 35 de ellos, muy enfermos.

''De estos 318 prisioneros, 105 son considerados como presos de conciencia y el resto, 213, son casos que en su mayoría pueden ser juicios amañados y/o encausados con cargos no probados'', señaló un informe de la ilegal Coordinadora Nacional de Presos y ex Presos Políticos (CNPP), divulgado en La Habana.

( LA OPOSITORA cubana Aida Valdés Santana en esta foto de archivo del 2006, cuando ofreció una rueda de prensa para informar sobre la situación de los presos políticos en Cuba. )

Del total de presos, ''35 presentan deterioro grave de salud y enfermedades no compatibles con el sistema penitenciario'', añadió el texto de la Coordinadora, que preside la opositora Aida Valdés, tras subrayar que la mayoría de ellos ''no superan los 50 años de edad'' y ``entraron a la prisión sin sufrir estos problemas de salud''.

Los datos de la CNPP difieren de los reportes de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) -también ilegal-, presidida por Elizardo Sánchez, quien estimó hace una semana en 246 el número de presos políticos en la isla.

''Es incuestionable la evidente violación de derechos humanos y la total falta de sensibilidad que muestra el gobierno cubano al tener a presos con graves dolencias en las cárceles en deplorables condiciones y sin cumplir las indicaciones médicas para cada caso'', acotó la CNPP, que calculó en 27 el número de mujeres presas políticas en Cuba. El informe también subraya ''las amenazas, la tensión, el hostigamiento, las causas arbitrarias, las advertencias de largas condenas penden sobre la cabeza'' de los opositores cubanos.