lunes, julio 16, 2007

SOBREDIMENSIONES CUBANAS


Nota del Blogguista
Ese alguien fue Máximo Gómez, que aunque era dominicano de nacimiento, también adolecía de ese defecto heredado de nuestra Madre Patria; su voluble actitud ante ¨los pacíficos ¨ , campesinos que no tomaban partido por algunas de las partes contendientes en La Guerra de Independencia de 1895, así lo demuestra. Para profundizar en ese aspecto puede leerse el libro ¨Apuntes de la Guerra ¨del General Enrique Loynaz y del Castillo.

En la sociedad cubana de manera paulatina, pero constante, el racismo en la población, nunca existió en las leyes de la República, iba desapareciendo. La Revolución al llegar al poder aceleró en algunos aspectos la eliminación de aquel raquítico racismo y dejó en un solapado marasmo la erradicación de otros aspectos; llegando en algún que otro aspecto a exacerbarlo indirectamente; la ¨ política de cuadros ¨es un ejemplo de esto último.

El autor escribe:

¨Una invitación a la reflexión: negros y blancos naciendo en el mismo hospital, asistiendo juntos al mismo círculo infantil (day-care), conviviendo en la misma escuela y en la misma aula, viviendo en los mismos barrios, trabajando y durmiendo largo tiempo juntos en ''la escuela al campo''; laborando en el mismo centro laboral, transportándose juntos y recibiendo ambos el mínimo salario, comprando juntos en las mismas malas tiendas, compitiendo en el mismo equipo deportivo, asistiendo a los mismos locales de fiestas; y estando juntos en la policía, juntos en el ejército, juntos en las prisiones, juntos en las balsas y juntos en la disidencia, y teniendo ambos la misma falta de derechos hacen que esas variadas y largas experiencias hermanen hombres. ¨

La inmensa mayoría de todas esas situaciones que señala en ese párrafo, salvo que antes de 1959 no habían balseros, se daban en la República anterior. Tampoco él exageres.

En Cuba no hay ODIOS raciales, pero SÍ hay PREJUICIOS raciales.
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Sobredimensiones cubanas

Por Oscar Peña

Alguien dijo que los cubanos no llegábamos nunca, o nos pasábamos. El régimen implantado en el país divulga consistentemente que el pueblo cubano es el más alimentado del mundo por calorías per cápita, el más libre, feliz y revolucionario del planeta, y el que tiene el poder en sus manos. Sin dudas se ganan el premio del mayor globo inflado. En la parte opositora tampoco entiendo a los que en su afán de lucha contra el sistema han utilizado y utilizan la sobredimensión de algunos temas. Erróneamente deben creer que hieren al adversario cuando la grave consecuencia de algunas de sus afirmaciones lo que hace es profundo daño a la nación cubana, que es nuestra historia, nuestros orígenes, nuestros hombres y mujeres, nuestras costumbres, la naturaleza del cubano, etc. Algo que está más allá del régimen actual.

Ultimamente se ha estado comentando que Cuba tiene problemas raciales hoy y los tendrá peores mañana. Es parte de esas graves e innecesarias exageraciones que han ido cementando que la población de Cuba no cree en el régimen y comience a dudar también de lo que expresan algunos en la oposición porque no es su realidad, o está muy sobredimensionada. Sobre un serio dilema racial en Cuba hoy, yo pongo en duda su existencia. No lo tuvimos ayer con fuerza y menos lo tenemos hoy. También se esgrime y es cierto que la policía cubana hostiga en las calles a los negros, pediéndoles innecesariamente el carnet de identidad, pero no se reconoce que la mayor parte de la policía es negra. Estuve preso en la Cabaña y en el Combinado del Este y la población penal es mayoritariamente negra. También lo es la guarnición que vigila y atropella.

Mi opinión es afortunada sobre el tema negro-blanco para el presente y el futuro cubano. La intención del dictador Fidel Castro desde 1959 no era hacer mejores ciudadanos cubanos, sin divisiones y arbitrariedades raciales. Su proyección era de populismo, demagogia y engaño, pero --observen qué importante pero-- su larga táctica para engatusar a todos los sectores sociales cubanos nos posibilitó una evolución del asunto racial en la sociedad cubana envidiable para cualquier país. Si tengo que admitir algún resultado positivo del pueblo cubano --no del régimen-- en el decursar de este medio siglo es la ausencia de racismo y división entre blancos y negros. Ese esfuerzo planificado y de cuotas que se hace en Estados Unidos hoy por alcanzar un alto escalón social de convivencia entre blancos y negros ya los cubanos lo hemos alcanzado. Ha sido un logro de la bondad de nuestro pueblo.

Una invitación a la reflexión: negros y blancos naciendo en el mismo hospital, asistiendo juntos al mismo círculo infantil (day-care), conviviendo en la misma escuela y en la misma aula, viviendo en los mismos barrios, trabajando y durmiendo largo tiempo juntos en ''la escuela al campo''; laborando en el mismo centro laboral, transportándose juntos y recibiendo ambos el mínimo salario, comprando juntos en las mismas malas tiendas, compitiendo en el mismo equipo deportivo, asistiendo a los mismos locales de fiestas; y estando juntos en la policía, juntos en el ejército, juntos en las prisiones, juntos en las balsas y juntos en la disidencia, y teniendo ambos la misma falta de derechos hacen que esas variadas y largas experiencias hermanen hombres.

La lectura vital y favorable para el presente y mejor futuro del país es que en el paisaje cubano de hoy no existen prejuicios y odios raciales como algunos sobredimensionan.

oscarpenacuba@aol.com