domingo, septiembre 09, 2007

¿PARCHES O RECAMBIO?

¿PARCHES O RECAMBIO?


Por Jorge Olivera Castillo

9 de septiembre de 2007

La Habana – www.PayoLibre.com – Se comenta que en lo que resta del 2007 y el primer semestre del 2008 el gobierno pondrá en práctica discretas libertades económicas. También los rumores indican que se les permitirá a los nacionales el acceso a servicios ahora sólo al alcance de los extranjeros, residentes y turistas.

Entre el paquete de medidas adelantado por los adivinadores de ocasión, especialistas en chismes y profetas de barrio que hablan con determinación bíblica, aparece la posibilidad de que los cubanos puedan ir directamente a solicitar los servicios de telefonía celular.

Lo significativo viene dado en que ahora, es obligatorio acudir a un visitante foráneo para poder realizar el contrato. Dentro de pocos meses, de acuerdo a los rumores, ésta reminiscencia de apartheid será historia antigua.

También se baraja entre el cúmulo de “regalos” el libre acceso a las instalaciones hoteleras, hoy sólo accesibles para los que posean ciudadanía o residencia en otro país, incluidos los cubanos mudados a otras geografías.

Pudieran parecer pinceladas de ficción, sin embargo, ambas son realidades en una nación donde los regentes del poder han hecho del nacionalismo y la soberanía, dos pilares de peso en la estructura ideológica. Increíble, paradójico, pero cierto.

Según los agoreros de las “buenas nuevas” las ofertas serán al mismo precio. Hecho que revelará una exigua clientela y un elemento para acentuar las diferencia de clases ya de por sí problemática y contraproducente para el sostenimiento del discurso revolucionario.

Pagar más de 100 pesos convertibles(120 dólares) por tener una línea de telefonía móvil y posteriormente sufragar tanto las llamadas efectuadas como las recibidas, esto último calificado de extorsión por los clientes, se convierte en un lujo que ningún trabajador cubano podría darse. De los salarios los únicos que hablan son sus víctimas, la gente que debe hacer malabares para cubrir las más perentorias necesidades con sueldos que oscilan entre 10 y 16 pesos convertibles al mes (8 y 13 dólares respectivamente). De aumentos, silencio. Una condición que sirve de leña al fuego de la ira popular domesticada hasta el momento por un terror con amplios márgenes de eficiencia.

Por otro lado, en el éter y en la boca de las estrellas del rumor, anda el comentario que subraya la ampliación de los llamados trabajos por cuenta propia(particulares) como uno de los reacomodos de las fuerzas políticas vinculadas al castrismo raulista, al parecer decidido a adoptar medidas que salven algunos “muebles” del desastre.

Raúl Castro, designado hace más de un año como el sucesor dinástico, se propone ensayar un novedoso tipo de socialismo.

Ya se alistan para extender el perfeccionamiento empresarial a una mayor cantidad de empresas estatales con el fin de hacerlas rentables, además se hacen públicas apelaciones para que se empleen en la agricultura normativas que favorezcan un crecimiento productivo sostenible y se acabe con el desabastecimiento, la inflación y los pésimos niveles de calidad.

Otras de las presuntas novedades que recorren pueblos y ciudades, son las modificaciones en las políticas inmigratorias. En cuanto a éste sector, los iluminados, dan como segura la eliminación del permiso de salida. La especie de salvoconducto que necesita cualquier cubano para salir del país, temporal o definitivamente.

Es muy difícil forjarse un panorama de lo que podría ocurrir, en el lapso determinado por la “rumorología”, para los cambios de conceptos y de estrategias.

No se puede perder de vista que los rumores son como una liebre que salta con destreza delante del cazador. El error en el tiro es factible y es lícito pensar en una distorsión de la verdadera naturaleza de lo que se murmura.

Dentro de un año se podrán ajustar los anuncios que hoy sirven de soporte a la esperanza de miles de coterráneos y lo que en realidad festejaremos o padeceremos.

Sería lamentable que en vez de un recambio, se estén fabricando simples parches para continuar la marcha. De ser así es lógico pensar en un accidente.

Los neumáticos del socialismo en Cuba no resisten otras andaduras. El reventón es posible y el abismo también. Los visionarios de barrios y cuarterías, añaden al paquete éste escenario. Puede que los hechos le den la razón.