BARACUTEY CUBANO

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Ponen contra la pared al padre de la niña

CAROL MARBIN MILLER y TERE FIGUERAS NEGRETE
The Miami Herald

Meses después de haberse cortado las muñecas con un cuchillo de cocina, Elena Pérez le mandó una carta urgente a un amigo en Cuba pidiéndole que le pasara un mensaje al padre de su hija.

Sus hijos estaban con padres adoptivos. Tenía pocos amigos y menos dinero. ''Estoy desesperada'', escribió. ``No sé qué hacer''.

Pero pese a sus angustiados llamamientos y a una frenética llamada de su hijo mayor, a Rafael Izquierdo le llevó siete meses solicitar una visa para viajar a Estados Unidos y reclamar a la niña, un punto clave en el caso del Estado contra el campesino cubano que quiere regresar a la isla con su hija de 4 años.

La niña de pelo castaño, que ahora está viviendo con una familia adoptiva de Coral Gables, se convirtió en el objeto de una intensa batalla internacional el año pasado cuando Elena, hundida en la depresión y los problemas financieros, trató de suicidarse en diciembre del 2005.

Los abogados del Departamento de Niños y Familia (DCF) y el Programa de Guardia-ad-Litem en Miami están tratando de convencer a la jueza de Circuito de Miami-Dade Jeri B. Cohen que Izquierdo debería perder la custodia porque, entre otras cosas, se preocupó tan poco por el bienestar de su hija que esperó durante meses para recogerla cuando ella estaba viviendo con extraños.

El estado quiere que la pequeña, que va a cumplir cinco años este fin de semana, se quede permanentemente con Joe y María Cubas, la pareja cubanoamericana de Coral Gables que la ha estado criando durante los últimos 18 meses.

Ayer, el juicio sobre las alegaciones del estado terminó su segunda semana mientras Izquierdo, una vez más, se defendía contra las acusaciones de que era un padre indiferente con un peculiar pasado romántico.

''Así que usted la ignoró'', dijo Jason Demitris, el abogado del DCF y antiguo fiscal federal que ha estado interrogando a Izquierdo en un tribunal de Miami desde el jueves por la mañana.

``Usted ignoró sus urgentes pedidos de ayuda''.

La jueza, que tomaba notas en un computadora portátil mientras Izquierdo testificaba, dijo que ella también estaba preocupada por su aparente falta de diligencia.

''No comprendo por qué usted esperó hasta julio (2006) para solicitar una visa'', dijo. ``Estoy un poco preocupada por el hecho de que su hija estaba bajo la custodia de extraños. Me preocupa que no se mostrara más activo''.

Izquierdo pasó casi una hora tratando de explicarse ante la jueza, echándole la culpa a un nuevo sistema para solicitar visas en Cuba. Dijo que también confiaba en las noticias de sus conocidos en Estados Unidos que decían que Elena pudiera mejorar y reclamar a los niños.

Cuando se dio cuenta de la gravedad del caso de su hija, ''no he descansado ni un minuto'', le dijo a la jueza.

En contraste con su espera de año y medio, dijo Dimitris, Izquierdo solicitó una visa norteamericana en el invierno del 2004 cuando estaba contemplando la posibilidad de irse para Estados Unidos con Pérez, que había ganado una lotería de visa que le dio el derecho a emigrar. Izquierdo testificó que consideró unirse con Pérez, pero decidió después no hacerlo.

Dimitris señaló que Izquierdo no estaba simplemente pensando irse de Cuba, sino que también habría abandonado a su pareja actual, Yanara Alvarez, con quien tuvo una hija antes de relacionarse con Pérez. Izquierdo después se reunió con Alvarez mientras Pérez había quedado embarazada de su hija.

En determinado momento durante un prolongado intercambio sobre su relación con Pérez, uno de los abogados del padre, Ira Kurzban, dijo que objetaba, argumentando que la pregunta era irrelevante ya que el historial romántico de Izquierdo no tenía nada que ver con el asunto de si era o no capaz de criar a la niña de forma apropiada. ''El abogado está tratando este caso como si se tratara de un divorcio'', dijo Kurzban al hablar de Dimitris.

Cohen lo desestimó, diciendo que las preguntas eran absolutamente pertinentes. ''Están construyendo un caso por abandono infantil y lo están construyendo muy metódicamente'', dijo Cohen. ``De modo que me parece una pregunta relevante''.

Dimitris también concentró su trabajo en una llamada telefónica aterrorizada que hizo el hijo mayor de Pérez --un niño que en la actualidad tiene 13 años-- poco después de que su madre tratara de suicidarse.

El niño estaba ''desesperado'', dijo Dimitris. y le pidió a Izquierdo que viniera a EEUU y se lo llevara a él y a su medio hermana --la hija de Izquierdo-- de regreso a Cuba.

Izquierdo repitió una y otra vez que pasó mucho trabajo tratando mantenerse al tanto, diciendo que estaba en contacto siempre con personas de su pueblo de Cabaiguán que vivían en Miami, y recibiendo noticias frescas sobre cómo estaba su hija.

''No soy más que un campesino y he dejado todo detrás. Estoy aquí rodeado de papeles y de abogados'', dijo, dirigiéndose a Dimitris. ``No piense que lo que pasó puede verse aquí en un segundo. Es muy difícil estar en el teléfono y al otro lado de la línea está mi hija necesitándome''.

Momentos después, cuando a Izquierdo se le preguntó si entendía la situación de la madre de la niña, insistió en que la saga también lo había afectado a él.

cmarbin@MiamiHerald.com