BARACUTEY CUBANO

Por Iliana Curra.

Ya el golpista de Venezuela, Hugo Chávez, no sabe qué hacer para seguir metiendo sus narices en el vecino país, Colombia. Los que desconocían el por qué de la entrega de dos rehenes sin cobrar nada a cambio, ya deben saber que el precio ha sido poner a Chávez a buscarles a los terroristas de las FARC un status de decencia, de guerrilla luchadora por sus derechos. En fin, nada de terroristas, ni narcotraficantes, sino casi unas hermanitas de la Caridad.

También el otro ex guerrillero, cuatrero y abusador de su hijastra, ahora presidente electo de Nicaragua, Daniel Ortega, los llamó “mis amigos de las FARC”. La nueva presidenta de Argentina Cristina Kirshner se hizo la que no escuchó, Lula Da Silva tenía su viajecito a Cuba para ver al vejete medio muerto antes su viaje al Infierno y tampoco opinó. Lula, además de cauteloso y zorro, pone sus intereses por encima de cualquier cosa. José Miguel Insulza, ahora al frente de las Organización de Estados Americanos (OEA) ha dicho que esto es un asunto de los colombianos, aunque reconoce que: “el secuestro de personas es un acto contra la humanidad”, pero de ahí a reconocerlos como terroristas, no llega. Otros tantos presidentes hicieron oidos sordos a las estúpidas aseveraciones del golpista venezolano, y esto me recuerda el mismo silencio cómplice con la tiranía cubana, pues ninguno quiere verse afectado de un modo o de otro.

Las FARC son un grupo de facinerosos marxistas que han llevado el terror a Colombia, secuestrando, violando, asesinando y anegando en sangre a ese país. Muchos jóvenes campesinos son obligados a permanecer con ellos como carne de cañón y como servicio sexual gratuito para esta banda de delincuentes que se internan en la selva con rehenes a cuestas para evitar los saquen por la fuerza de allí. Usan los métodos más salvajes y bajos que haya conocido la humanidad.

Los familiares de los rehenes, desesperados y manipulados, culpan al gobierno colombiano esperando que los delincuentes de las FARC liberen a los suyos. No acaban de comprender que la desesperación que tienen les sirve para que los usen como barajas políticas. Es realmente conmovedor ver a la madre de un rehén pedir por su hijo o hija, pero en vez de culpar a los verdaderos responsables de este salvajismo, culpan al gobierno de Alvaro Uribe. Todo un drama realmente.

Me gustaría saber, ¿dónde están los premios Nóbel de la Paz, de Literatura o de lo que sea, que tanto cacarean en nombre de los derechos humanos?

¿Dónde se encuentran los famosos, las celebridades y los que tanto protestan contra la guerra? Los que tanto chillan porque se lucha contra el terrorismo, pero ahora se callan para no criticar a las FARC.

¿Dónde están los agitadores baratos que se las pasan vandalizando ciudades en nombre de la paz? ¿En qué lugar del mundo se haya los escritores famosos que tanto defienden tiranías comunistas? ¿Dónde está la izquierda trasnochada que tanto exige con violencia, pero apoya la violencia de las FARC?

La marcha contra esta organización terrorista realizada a nivel mundial es una respuesta a esos delincuentes. Que sepan que el mundo civilizado no los quiere. Que Colombia necesita realmente la paz para continuar como un país democrático y libre.

Aunque también debiera saber ese bello país colombiano, en especial su gobierno que, un Fidel Castro, ahora viejito y moribundo, ha sido, quizás, el máximo responsable de toda la desgracia por más de 40 años en Colombia, de crímenes abominables, de secuestros, y del adoctrinamiento bestial de una ideología fracasada y absurda. Es ese mismo Castro el padre biológico de una guerrilla marxista que, a la larga, se convirtió en un ejército regular que supo luego financiarse gracias al narcotráfico.

Ojala el gobierno colombiano logre entender eso para que pueda ir a la raíz del problema y no le pida más al régimen de La Habana que haga tal o más cual gestión, ni que medie en el asunto de los secuestrados. Que no olviden que el canciller Rodrigo Granda salió de una prisión colombiana y fue a parar directamente a Cuba a recibir instrucciones. Que el ELN (Ejército de Liberación Nacional), la otra guerrilla marxista en el país, ha estado intentando hacer creer que quiere conversar con su gobierno utilizando a Cuba como país mediador, cuando todos saben que es ahí justamente donde se han fraguado todas las barbaridades cometidos por ellos.

Colombia necesita el apoyo internacional de los países libres, la solidaridad de todos y saber muy bien con quién está tratando todo este asunto de la liberación de los secuestrados, pues las tajadas políticas de Venezuela y Cuba están pendientes sobre la cabeza de cada uno de los que viven en el horrible cautiverio de la selva en condiciones de esclavos negociables.

Dios permita que pronto puedan estar junto a los suyos aquellos que han sufrido la barbarie de los delincuentes de las FARC, y que Colombia no caiga en manos de demagogos marxistas con ropaje de ovejas.