martes, abril 29, 2008

LOS CHIHUAHUAS DEL JUVENTUD REBELDE

Tomado de http://www.patriadigital.com

Los chihuahuas del Juventud Rebelde


Por Nicolás Águila


Cuentan por ahí que ha sido Raúl Castro quien ha dado la orientación de que el periódico Juventud Rebelde aborde algunos temas candentes de la situación del país.

Siempre dentro de los consabidos límites, sin ir más allá de la catarsis neutralizadora, Castro II supuestamente le ha encomendado a los de su entorno (algunos citan a Carlos Aldana actuando bajo cuerda) la tarea de convertir el órgano de la Juventud Comunista en un muro de las lamentaciones. De modo que el lector al menos pueda desahogarse dirigiendo cartas a la sección 'Acuse de recibo'. Lo más seguro es que no le solucionen el problema, pero en compensación verá su nombre y su queja publicada (siempre que sea publicable, se entiende). La treta es vieja, pero sigue siendo efectiva. Desde hace unas cuantas décadas los psicólogos industriales se dieron cuenta de que podían neutralizar y aun atraer a los trabajadores conflictivos dándoles alguna voz. Comprendieron que era más conveniente prestarles atención y escuchar sus quejas a fin de canalizarles las irritaciones de la vida diaria y las frustraciones existenciales. Era la versión académica de un conocido truco: se matan más moscas con miel que con vinagre.

El raulismo parece estar ensayando esos ejercicios catárticos, pero no hay que arrendarle las ganancias a priori. No es lo mismo la irritación pasable de una sociedad normal que el cabreo absoluto en un sistema disfuncional como el cubano. No obstante, algunos se sentirán realizados con ese breve espacio en que les dan derecho a ladrar un poco, siempre que no muerdan o se atrevan siquiera a enseñar los dientes. De ahí que la 'orientación raulista' vaya en dos sentidos, pero con una sola dirección. O dicho con el eslogan que ya empieza a manejar la nomenklatura: "Granma da la noticia y Juventud Rebelde la explica".

Lo cual me recuerda, por analogía, aquel viejo chiste sobre el periódico Pravda (órgano del PCUS) y el Izvestia (organillo del Konsomol), que hace mucho tiempo me dijo en Cuba una rusa aplatanada: Pravda nye Izvestia, Izvestia nye Pravda. El chiste cobra sentido si se sabe que 'pravda' significa verdad e 'izvestia' significa noticia. O sea, que en la prensa soviética la verdad no era noticia y la noticia no era verdad. O en otro nivel de lectura, ni Pravda traía noticias ni Izvestia decía la verdad, o a la inversa.Lo mismo puede decirse del Granma y el Juventud Rebelde, aunque a etse último le permitan ahora ladrar un poco, bien bajito y sin mostrar los colmillos. Como a los chihuahas de Miguel Barnet.