martes, junio 24, 2008

BUFFALO BILL EN CUBA

Buffalo Bill en Cuba


Por Ana Leonor Díaz

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) – Buffalo Bill, el vaquero que aterró el oeste norteamericano en el siglo XIX, parece que cabalga de nuevo en los llanos del sur de Pinar del Río.

En una granja estatal pinareña de 500 caballerías, sólo queda un rebaño de ocho mil 800 cabezas de búfalos de agua en condiciones salvajes, que habían sido importados de Asia a finales de los años 80 del pasado siglo, como la solución para obtener mejores cosechas de arroz y una fuente local de carne y leche.

Pero las plantaciones de arroz en grandes extensiones muy pronto se fueron a bolina, mucho antes de que los pocos obreros agrícolas de la granja Punta de Palma aparecieran a domesticar un ganado que se caracteriza por su agresividad, y en los campos abandonados, abundantes de marabú, los animales aprendieron a sobrevivir y reproducirse sin control.

Hoy, los búfalos son el terror de los campesinos, choferes y la población estudiantil que vive en la zona al sur de Pinar del Río, pues en su incontenible desplazamiento en busca de alimentos, arrasan con los sembrados de boniato y frijoles, y han chocado contra varios vehículos al romper las cercas al borde de las carreteras. También embistieron a un grupo de jóvenes en los jardines de un instituto pre-universitario en el campo.

En la granja sólo se controla a un pequeño rebaño de mil cabezas que apenas aporta tres mil litros de leche cada día, y 100 toneladas de carne al año. Pero lo peor, según declaró un médico veterinario por televisión, es que los animales son insalvables, y representan un peligro para la salud humana, pues el 12 por ciento padece tuberculosis, y está afectado de brucelosis.

El médico advirtió a los potenciales matarifes clandestinos que abundan en los campos de Cuba, que la tuberculosis vacuna se transmite al hombre aún cocinando o congelando la carne; y la brucelosis sólo se destruye con un producto industrial que no se puede reproducir en una cocina doméstica. Con la escasez que padecen los cubanos, Buffalo Bill salvaje cabalga de nuevo.

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