sábado, junio 28, 2008

CASTRISMO PORTATIL

Tomado de El Tono de la Voz, de Jorge Ferrer


Castrismo portátil

Por Jorge Ferrer
| 27/06/2008 19:59

Cubanos residentes en Europa escriben a Miguel Ángel Moratinos para que prohíba evento sobre Cuba a celebrarse en Madrid.

Tengo abandonada mi galería de freaks del exilio o la emigración cubanas, pero veo que habrá que continuarla. Me quedé, creo recordar, en ese lidercito de Vigilia Mambisa, sujeto de psiquiátrico.

Estos cubanos, escapados de la Cuba de Castro gracias en la mayoría de los casos a la lotería de los afectos, escriben a un canciller y se hacen llamar «cubanos en Europa», como si representaran a alguien más que a las embajadas y consulados que les dan de beber y añorar y aplaudir.

Estos cubanos, llegados a países libres, quieren perpetuar aquí la censura, la represión, el silenciamiento. Su nostalgia de Cuba no es una que se cure con memorabilia; quieren acción.

Entre las patologías que aquejan a los cubanos, esta del castrismo vivido a distancia no es de las más dolorosas, pero sí de las más cómicas. También de las que dibujan con trazo más nítido la capacidad del castrismo para convertir a miserables en potencia en miserables en permanente ejercicio.

«Síndrome de Estocolmo» se le llama a la identificación del secuestrado con el secuestrador. Habría que pensar en más económica expresión, «Síndrome del DTI», por ejemplo, para definir y estudiar el castrismo portátil que se trae esta gente.