BARACUTEY CUBANO

Editorial
ABC de Sevilla
España
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José F. Sánchez
Analista
Jefe de Buró
Cuba
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Julio 29, 2008

Conforme avanza su gestión como «numero uno» del régimen, se ve con mayor claridad el verdadero perfil de Raúl Castro. Quienes esperaban del sucesor de Fidel grandes transformaciones y una cierta apertura del régimen se pueden quedar sentados: ni su estilo ni sus objetivos tienen aspecto de ser muy diferentes de los de su hermano.

En el tradicional discurso del aniversario del ataque al cuartel Moncada, la gran novedad que Raúl Castro ha anunciado a los cubanos es que lo van a pasar aún peor y que la crisis económica internacional hará sus vidas aún más desafortunadas. Lo único que se ha reformado en Cuba bajo Raúl es que ya no está prohibido comprarse un ordenador o alojarse en un hotel; lo que no ha cambiado es que los cubanos siguen siendo tan pobres que ni en otros cincuenta años de régimen revolucionario serían capaces de ahorrar lo suficiente para ello.

( metáfora del Inmovilismo )

Tampoco cambiarán nada las cosas en relación con Estados Unidos: aunque en noviembre ganase la elección el senador Obama -que ha prometido una nueva política hacia Cuba-, desde La Habana se seguirá mirando a EE.UU. como un enemigo, porque una parte fundamental del sustento ideológico de la dictadura es tener siempre un «alguien» a quien culpar de sus males y con el que justificar sus abusos contra los derechos de sus cuidadanos. En cuanto a la Unión Europea, que abrió sin pudor sus puertas al diálogo político, Raúl la ha ignorado en un gesto de soberbio inmovilismo.