martes, septiembre 23, 2008

EL TERCER HURACAN

El tercer huracán


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El encarecimiento del combustible, un factor negativo para la recuperación de la catástrofe climatológica.
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Por Oscar Espinosa Chepe, La Habana | 22/09/2008

El día que penetró el huracán Ike por la provincia de Holguín, el gobierno anunció el alza considerable del precio del combustible en el diario Granma. La coincidencia podría explicarse, quizás, por estimar las autoridades que la atención del público se centraba en el fenómeno meteorológico; pero, junto a los destrozos materiales, los cubanos están impactados ante la repercusión esperada de esta medida en los precios de todos los productos y servicios.

Los precios anteriores ya eran sumamente altos, al punto de superar los vigentes al consumidor en Estados Unidos. Ahora el litro de diesel tiene un precio de 1,40 pesos convertibles (CUC), para un alza del 86,0%; el promedio de las distintas gasolinas refleja un aumento superior al 60,0%.

Ciertamente, los precios de los combustibles han aumentado en el mercado mundial y desde hacía tiempo La Habana daba muestras de que los elevaría. Pero se ha hecho de forma totalmente desproporcionada, si se comparan con los existentes en otros lugares. Máxime en un país donde el salario promedio mensual es de alrededor de 20 dólares. Y en un momento poco apropiado, pues aun cuando la cotización internacional del barril de petróleo es alta todavía, existe una discreta tendencia hacia la baja.

( Una gasolinera en Camagüey, durante el paso de Ike. (AP) )

Resulta claro que este impresionante incremento provocará un movimiento al alza de todos los precios en la economía; en primer lugar, en el transporte y la agricultura, donde el diesel es esencial para el movimiento de la maquinaria. Ya los servicios de transportación privada han hasta duplicado los precios. Este proceso de encarecimiento de productos y servicios podría ser un factor negativo para la recuperación de la catástrofe ocasionada por los azotes de los huracanes recientes.

La nota publicada por el gobierno anuncia que cada tres meses se evaluará el comportamiento de las cotizaciones internacionales del combustible para ajustar los precios internamente.

Esto indica un sensible cambio en la política económica, con vista a tener en cuenta al mercado externo, lo cual tiene visos racionales, pero no debería constreñirse únicamente a las variaciones en los alimentos, combustibles y otros productos, sino también debería considerar la realidad de los salarios que se encuentran muy por debajo de los niveles internacionales, sin alcanzar para sufragar las mínimas necesidades de las personas.

Si se quiere tomar en cuenta el mercado en la política económica cubana, que sea de forma integral. Deben terminar también las enormes subvenciones que los trabajadores han hecho a un Estado ineficiente y derrochador durante decenios.

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