BARACUTEY CUBANO

EXILIO: DOLOR Y ORACIONES EN LA DISTANCIA

Estando yo en Cuba, y en diferentes momentos, recibí la noticia de la muerte de mis padres en los EE.UU. Hace muy pocos meses, y ya estando en el Exilio, recibí la noticia de la muerte en Cuba de mi tía más joven. En estos días, otra tía, también hermana de mi madre, esta agonizando en Cuba producto de dos derrámenes cerebrales. Esas tías no tuvieron hijos de su vientre, pero todos sus sobrinos lo éramos para ellas y para nosotros.

La muerte física es inevitable, pero las situaciones bajo las cuales se produce ese momento si pueden en muchas ocasiones ser modificadas por los seres humanos. De no haber existido esa maldita Revolución muchos millones de cubanos no hubiéramos tenido que llorar y orar por nuestros muertos en la distancia.

Una prima, la que me dio hoy la mala noticia de nuestra tía, me envió ayer una foto de algunos de nosotros en los tiempos en que Cuba era la Patria y el hogar de todos lo cubanos. Hoy, y desde hace relativamente muy poco tiempo, todos formamos parte de la diáspora cubana pese a que en nuestra familia nunca se pensó en emigrar antes de que se hiciera presente la hecatombe Castrista el 1 de enero de 1959. Ninguno de los que estamos en la foto, hemos podido estar al lado de nuestras tías en el momento de la partida definitiva de este mundo.

Lleguen a Dios nuestras oraciones porque termine ya la tragedia de medio siglo de la familia cubana.