BARACUTEY CUBANO

Un paso correcto

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El exilio se moviliza para ayudar a los afectados por los huracanes y exige a La Habana y Washington que levanten los impedimentos.
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Por Marcelino Miyares
Miami | 11/09/2008

El curso de la vida nos presenta situaciones, a veces dramáticas, que nos obligan a retratarnos ante nuestro prójimo. Realidades ante las cuales podemos asumir posiciones intransigentes apegadas a viejos dogmas, cuando no a las más bajas miserias, o asumir actitudes solidarias que anteponen a la persona.

El azote de los huracanes Gustav e Ike a la Isla ha causado cuantiosos daños a la ya maltrecha realidad cubana, golpeada desde hace ya 50 años por el fracaso político económico y social del régimen. Negar este fracaso es no conocer el último medio siglo de la historia de Cuba, pero negar que los recientes fenómenos naturales han tenido efectos devastadores, o lo más grave, que aun sabiéndolo, alguien pueda ser indiferente antes ellos, es muestra de poca sensibilidad humana.

El exilio cubano, que tanto ha sufrido, pero que también tanto ha construido y sabe lo que es la dignidad humana, no puede asumir posiciones que cierren las puertas a la solidaridad. No podemos imitar a quien impide que llegue el alivio a nuestros hermanos y tampoco podemos seguir dando motivos a que todavía haya quien con razón diga: "los extremos se tocan", en alusión a la intransigencia de algunos a ambos lados del Estrecho.

Consenso Cubano, concertación de más de 21 organizaciones políticas, culturales, sociales y laborales del exilio, ha convocado a la "solidaridad incondicional y generosa a nuestras hermanas y hermanos en la isla" en su declaración ante la presente "emergencia humanitaria" del pasado 6 de Septiembre. Esta declaración, que recoge el sentir de la nación dentro y fuera de Cuba, pide al presidente de EE UU que suspenda "al menos temporalmente todas las restricciones vigentes en este país que hoy pudieran obstaculizar estos esfuerzos humanitarios e imponen dificultades a las familias afectadas para comunicarse y apoyarse".

( Inundaciones en Batabanó, La Habana. (AP) )

También en esta declaración solicitamos al gobierno cubano "que levante, al menos temporalmente, todas las restricciones vigentes que puedan entorpecer u obstaculizar estos esfuerzos humanitarios o impongan dificultades a las familias afectadas para comunicarse y apoyarse. Asimismo que apoye las gestiones de Cáritas y otras instituciones humanitarias sin reservas, acepte sus donaciones desinteresadas y tome cualquier otra medida que viabilice esta solidaridad entre cubanos".

Finalmente, la declaración de Consenso exhorta "a todos los sectores del destierro cubano a que impulsen estas gestiones humanitarias y a todos los cubanos en cualquier parte y a todos los pueblos del mundo a hacer lo mismo".

'Somos un solo pueblo'

Hoy, 11 de septiembre y después del paso de Ike por Cuba, la emergencia se ha cuadruplicado y debemos poner toda la presión internacional a fin de que se levanten todas las restricciones por parte de los gobiernos de EE UU y Cuba. Ayer, el gobierno de EE UU aumentó a 10 millones de dólares la cantidad de dinero que pueden usar las ONG.

La Oficina del Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro dio a la Fundacion Nacional Cubano Americana (FNCA, miembro de Consenso Cubano) una licencia adicional para el envió de remesas a individuos y familias en Cuba no limitados a casos de familia inmediata, lo cual ha sido una gran limitación para ayudar a los que no tienen familia "inmediata" en la diáspora.

En conferencia de prensa, la FNCA anunció que ha establecido una red de cooperación con "grupos independientes de la sociedad civil para identificar a aquellos que requieren asistencia a través de toda la isla" y que "a partir de este momento está comenzando el envío de transferencias individuales por cable a través de la Western Unión, en cantidades de $100 por familia o individuo".

Esto es un paso en la dirección correcta, que sin duda desarrollará una dinámica en la que miles de cubanos comiencen a recibir ayuda de la diáspora; pero debemos de seguir insistiendo en que la necesidad es tan grande que no debe haber limitaciones gubernamentales que frenen u obstaculicen la ayuda que la diáspora cubana en todo el mundo está dispuesta a dar, y de esta manera, y en la práctica, reafirmar que somos un solo pueblo.

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