¿ DÓNDE ESTÁN LOS SEIS MIL MILLONES ?
¿Dónde están los seis mil millones?
Por José Antonio Fornaris
Cuba-Verdad
LA HABANA, Cuba octubre (www.cubanet.org) - A casi dos meses del paso por territorio cubano de los dos meteoros más devastadores de la historia de Cuba, según las informaciones oficiales, aún no existe un balance definitivo de los daños.
Las cifras preliminares dadas a conocer hace más de un mes, sitúan las pérdidas en unos cinco mil millones de dólares. Hubo interés de las autoridades gubernamentales en dejar puntualizado que ese monto era en base a los estándares cubanos.
Y no podía ser de otra forma, porque no debe haber otra parte del mundo donde se valoren chozas fabricadas de palitos y tablitas viejas, y donde los trabajadores tengan salarios promedios inferiores a los veinte dólares mensuales.
Para cientos de miles de familias la situación es angustiosa, no saben cuándo podrán volver a tener algo a lo que puedan llamar casa. Los gobernantes les dicen que deben tener paciencia, porque los damnificados son muchos y el país está en situación económica muy desfavorable.
Pero hace más de tres años que echó a andar la “Revolución Energética”. Se compraron cientos de equipos electrógenos, se le vendieron a la población cientos de miles de refrigeradores chinos en sustitución de las neveras de la época soviética, y una batería de equipos electrodomésticos.
Se cambiaron millones de bombillas incandescentes por otras llamadas ahorradoras. Todo con el único propósito de ahorrarle a la nación dos mil millones de dólares anuales en gastos de combustibles fósiles.
No hay que hacer ningún esfuerzo matemático para deducir que en tres años el ahorro asciende a seis mil millones. ¿Dónde están? ¿Por qué la situación se ha tornado tan dramática?
Si las pérdidas por los huracanes fueron de cinco mil millones, y hemos ahorrado seis mil, todo puede ser repuesto y aún nos sobran mil millones.
Hace años leí en una revista Selecciones que la Unión Soviética era un país de contrastes, y entre los argumentos para esa afirmación se destacaba que mientras fabricaban aviones supersónicos de combate, les era imposible fabricar zapatos de buena calidad y aceptable diseño.
Cuba también es un país de grandes contrastes. Uno de ellos está en el pacto de exclusividad que tiene la clase dirigente con los privilegios, mientras que la inmensa mayoría de los ciudadanos a los que dice representar está sumida en la pobreza, la angustia y la desesperanza; además, obstinada por la perenne propaganda.
Los supuestos dos mil millones anuales de ahorro logrados por la llamada “Revolución Energética” no parecen ser otra cosa que burda propaganda, al igual que el discurso oficial en todas sus manifestaciones. Prueba de ello fue la permanente consigna de que el país estaba preparado para todo, que quedo completamente desmentida por los ciclones.
fornarisjo@yahoo.com
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