domingo, octubre 12, 2008

JORNADA MACEO - ¿ CHE ?

Tomado de http://losmickeysdemiami.blogspot.com

Jornada Maceo - ¿Che?


La propaganda castrista suele valerse de meras coincidencias, como habría acontecido entre los natalicios de Antonio Maceo y Grajales (Majaguabo, junio 14 de 1845) y Ernesto Guevara de la Serna (Rosario, junio 14 de 1928). Nadie se preguntó en serio qué carajo hacían los padres del Che por Rosario, si la lógica del embarazo prescribía que la madre permaneciera en Buenos Aires. Hasta que la propia Celia de la Serna reveló a su amiga, la periodista Julia Constela, que así había ocultado su embarazo prenupcial a la sociedad bonaerense. Ernestico nació el 14 de mayo, pero fue registrado el 14 de junio para presentarlo como sietemesino (Celia, la madre del Che, Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 2004). Hasta Jon Lee Anderson se rindió a la evidencia de que un médico amigo del matrimonio falsificó la partida de nacimiento. Sin embargo, la política simbólica de Castro sigue aferrada a la falsa efemérides y sus portavoces Froilán González y Adys Cupull puntualizan: los terroristas «organizados desde Estados Unidos planificaron volar con explosivos el monumento al Che en Santa Clara y la plaza Antonio Maceo en Santiago de Cuba. Como no lograron sus propósitos pretenden [ahora] volar en pedazos el significado de los emblemáticos lugares históricos y destruir la enaltecedora fecha». Pues nada, que la difunta Celia, su amiga Julia y el biógrafo Jon están involucrados en otra «escandalosa conexión terrorista».

Foto: Ernestico entre sus padres © El Mundo
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Un quijote asmático rumbo a su destino
(FRAGMENTO )

ERNESTO GUEVARA DE LA SERNA VINO AL MUNDO EL 14 DE MAYO DE 1928, AUNQUE SU ACTA DE NACIMIENTO DICE QUE FUE EL 14 DE JUNIO. EL ASMA LE ATORMENTÓ DESDE SUS DOS AÑOS DE EDAD; SUS LARGOS PERIODOS DE ENFERMEDAD LE HICIERON UN LECTOR ÁVIDO.

TRAVIESO, INCLUSO BRIBÓN. ASÍ ERA EL PEQUEÑO ERNESTO, QUE HABÍA HEREDADO EL ESPÍRITU DESAFIANTE DE SU MADRE Y EL ATEÍSMO DE SU PADRE. NI EL ADOLESCENTE NI EL JOVEN UNIVERSITARIO MOSTRARON INCLINACIONES POR LA POLíTICA.

Su acta de nacimiento dice 14 de junio de 1928. De ser así, Ernestito Guevara de la Serna era un Géminis y se había adelantado en llegar al mundo como un sietemesino. Sin embargo, el investigador californiano Jon Lee Anderson, que durante cinco años hurgó en el pasado del argentino, afirma que en verdad fue un Tauro, que se tomó su tiempo justo para ver la luz y que llegó el 14 de mayo de 1928.

La mentira la urdieron sus padres, Celia de la Serna y Ernesto Guevara Lynch, para esconder un embarazo previo al matrimonio celebrado el 10 de diciembre de 1927. Como la sociedad conservadora del Buenos Aires de entonces hubiese visto muy mal este hecho, la pareja se fue a la lejana Misiones y allí esperó a su primogénito. Cuando se acercaba la fecha del alumbramiento, se dirigieron a Rosario. La llegada del bebé se guardó en secreto durante un mes, pasado el cual avisaron a la familia de su llegada “prematura”. Así lo reveló Julia Constenla, amiga de la madre de Ernesto Che Guevara.

(
• 1936 La familia Guevara en Alta Gracia )

“Si ese niño no hubiera llegado a ser el célebre revolucionario Che, los padres podrían haberse llevado el secreto a la tumba”, afirma Anderson. “Es una de las pocas personalidades públicas de los tiempos modernos cuyos certificados de nacimiento y defunción son falsos”. Y, como sea, “parece singularmente apropiado que Guevara, quien dedicó la mayor parte de su vida adulta a las actividades clandestinas y murió a causa de una conspiración secreta, iniciara su vida con un subterfugio”.

El niño con asma. Los pulmones de Ernesto sufrieron desde su primer mes de vida. Una neumonía bronquial afectó al bebé que, superado el percance, comenzó a crecer sin mayores problemas en medio de las plantaciones paternas de yerba mate, en Misiones. Cuando tenía dos años de edad, su madre, que acostumbraba bañarse en el río Paraná, llevó al niño al club náutico a principios del invierno de 1930. El frío caló en la humanidad del pequeño que, esa noche, sufrió un ataque de tos. El médico diagnosticó bronquitis asmática. Desde entonces, el asma se hizo crónico en Ernesto Guevara y le atormentó hasta el final de sus 39 años de vida.

El asma, explica en su versión resumida de la vida del Che, el historiador boliviano Roberto Querejazu Calvo, es un estrechamiento súbito de los bronquios que dificulta el ingreso o salida del aire de los pulmones, provocando agudos dolores y una angustiosa sensación de ahogo en la que el paciente cree que se le acaba la vida. Muchas veces, en medio de las campañas guerrilleras del Comandante en Cuba, Congo o Bolivia, sus compañeros asistieron a esa agonía que terminaba en desmayos y le obligaba a viajar a lomo de mula o de hombre.

Un niño muy travieso. Los Guevara, preocupados por la salud del chico, se trasladaron a Alta Gracia, un centro turístico a 40 kilómetros de Córdoba, en busca de un clima seco. Ernesto tenía ya dos hermanos, Celia y Roberto, y en breve nacería Ana María. Al principio no acudió a la escuela, pues su madre lo cuidaba con celo y ella misma le enseñó a leer y escribir. Sólo cuando se hizo inevitable, ella aceptó enviarlo a la primaria, donde se hizo famoso por sus travesuras, algunas de ellas verdaderos actos de osadía, según recuerdan los compañeros de curso. La directora de la escuela, Elba Rossi, le recuerda como “un muchacho travieso, inteligente, sin sobresalir en la clase pero que demostraba cualidades de líder en el recreo”. Paralelamente, sus padres, en el afán de fortalecer el organismo de Ernesto, que era un chico menudo y delgaducho, le indujeron a practicar deportes como el tenis, la natación, la equitación y la esgrima.