BARACUTEY CUBANO

HA MUERTO EN CONSTANTA, RUMANIA NUESTRO AMIGO EUGEN CONSTANTIN ANGHEL


Por Ilie Cristescu
Rumania
Jefe de Buró
Europa Oriental
La Nueva Cuba
Noviembre 29, 2008


Durante estos últimos días Rumania fue conmovida por la petición dirigida por nuestro amigo Eugen Constantin Anghel al gobierno de Bucarest para que se le autorizara tener la opción de la eutanasia. Al transcender su pedido, los medios masivos de comunicación concentraron su atención en la historia de Anghel. Incluso la iglesia Ortodoxa Rumana ofreció su ayuda para tratar de obtener un transplante de hígado que pudiera salvarle la vida.

Pero ya era demasiado tarde. El deterioro físico de cinco interminables años de sufrimiento y enfermedad ya no hacía factible un transplante. A Anghel le quedaban días de vida.

La vida breve de Anghel no deja de ser una triste lección para todo el mundo. Debió haberse obtenido un transplante, pero ello se convirtió en una tarea imposible.

Su muerte debiera ser acicate en las conciencias de todos, sobre la importancia de continuar la lucha a fin de que en toda nación del planeta existan sociedades civilistas, abiertas, en las que imperen los 30 artículos de la Carta Universal de los Derechos Humanos. Un mundo en que cesen los experimentos sociales concebidos en manuales y los paraísos artificiales de los extremistas y fanáticos.

Entregado por sus padres al estado rumano apenas días de nacido, Anghel creció en un orfelinato de la era del dictador Ceasescu. Los orfelinatos rumanos de aquella época fueron escenarios de tratos crueles, abandono y todo género de infortunios.

En los orfelinatos, los niños eran sometidos con frecuencia a transfusiones de sangre que les permitirían convertirse en los formidables "hombres nuevos" del mañana. Muchos de ellos contrajeron graves enfermedades. Cuando finalmente alcanzara la mayoría de edad, a fines del pasado siglo, Anghel salió del orfelinato a probar fortuna en el exterior de aquel recinto donde transcurriera su vida.

Pero Anghel no era un joven que gozara de buena salud. Había contraído hepatitis tras una de las muchas transfusiones a la que se le sometiera. Diagnosticado con un cáncer del higado desde el año 2003, Anghel había buscado ayuda médica por todos los medios posibles a su alcance.

En el año 2004, pedí al director de La Nueva Cuba, Antonio M. Rivera que nos ayudara en una campaña de divulgación para tratar de obtener un transplante de hígado para Anghel en los Estados Unidos. Yo me encontraba en contacto con LNC desde diciembre de 2003 y ya ayudaba en la búsqueda de noticias sobre los procesos de cambio y transición en Europa Oriental. A pesar de todas las apelaciones, contactos, entrevistas, emails, llamadas telefónicas no se pudo obtener un transplante.

A todos los que de alguna manera ayudaron, nuestro agradecimiento. Tuve el privilegio de conocer a Eugen Constantin Anghel y puedo afirmar que era un hombre bueno, que amaba la vida y que en su corazón nunca albergó maldad sino alegría y solidaridad por otros. Como no creo en la muerte sino en la vida, celebro hoy su vida y su amistad.
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* Ilie Cristescu, periodista e investigador de noticias rumano. Ha trabajado para La Nueva Cuba desde diciembre de 2003, y se le nombró Jefe del Buró de Europa Oriental de La Nueva Cuba en Septiembre de 2005.

* Ilie Cristescu, a romanian journalist and news researcher. Has been working for La Nueva Cuba since December 2003, and became Chief of the Eastern Europe Bureau of La Nueva Cuba in September 2005.