LA COMIDA DE LA POLICÍA
LA COMIDA DE LA POLICÍA
Por Guillermo Fariñas Hernández
Yasser, que hoy tiene 24 años de edad y vive en la calle Paseo de la Paz # 104-A (Altos) entre las calles Estrada Palma y Misionero, de la marginal barriada ‘La Chirusa’, en la ciudad de Santa Clara, es un simple vendedor de alimentos y una de las últimas víctimas de las corruptelas.
A los 9 años de edad, Yasser sufrió un lamentable accidente que le produjo fractura del cráneo. Tras estar entre la vida y la muerte en el Hospital Infantil Provincial “José Luís Miranda”, se le realizó una operación para colocarle una placa de platino para proteger su masa encefálica.
Este joven no pudo continuar sus estudios, porque su Coeficiente de Inteligencia (CI) padeció un retroceso notorio. En la evaluación hecha por el Centro de Diagnóstico y Orientación (CDO), adscrito al Ministerio de Educación, se le declaró como Retardado Mental, también denominado, Fronterizo.
En su afán por ayudar a su familia, Yasser se ha visto obligado a ejecutar los más rudos y pesado trabajos. Estos han ido desde ser un estibador, hasta ejercer como ayudante de albañil. Lo importante es que nos referimos a un ser humano, que para nada teme trabajar duro.
A pesar de su deficiencia cognitiva, se relaciona con sus semejantes con respeto y cariño. Esto lo ha hecho acreedor del respeto de quienes lo conocen. Es ante todo un joven educado. Sus vecinos comentan que ya quisieran los de inteligencia normal, tener la compostura de él.
Desde hace algo más de un año, se dedica a vender frutas, viandas y hortalizas en la acera frente a su domicilio. Hasta cierto punto, Yasser asume la responsabilidad, aunque sea a altos precios, de alimentar a una parte del pueblo de Cuba. Cuestión esta que le corresponde hacer a los gobernantes y que por cierto, no hacen.
Un fatídico día 7 de diciembre del año 2008, su desgracia llegó con la tripulación de auto patrullero de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR). Estos uniformados trataron de decomisar el fruto de su esfuerzo, cosa a la que se negó de plano. Sin ofender o agredir a los agentes, pero con firmeza, se opuso.
Yasser podrá ser un joven retardado y de pocas luces, pero sabe distinguir perfectamente la alevosía con maldad. Comprendió al instante que su trabajo iría a parar gratis a otra parte, no a Ocupaciones Policiales. El rumbo era hacia los extorsionadores estómagos de la gendarmería y los de sus familiares.
Sin que mediaran explicaciones de ningún tipo, las mercancías que con tanto esfuerzo compró a los campesinos, las comenzó a lanzar hacia los transeúntes y a gritarles que se las regalaba sin costo alguno. Lo que produjo un fuerte impacto entre los allí presentes, quienes de inmediato le agradecieron Yasser.
Allí detonó una bomba social, porque los vecinos y curiosos se convirtieron en solidarios hacia el vendedor. Por ello, fueron requeridos con urgencia otros patrulleros, para tratar de dominar la situación creada. Hasta el Teniente Coronel Francisco Darías, jefe de la PNR en Santa Clara, acudió.
Ahora, el vendedor Yasser está encerrado en espera de un juicio oral, por los supuestos delitos de Desacato a la Autoridad y Escándalo Público. Sus admiradores saben con dolor, que va a ser condenado indefectiblemente. No porque haya cometido infracción alguna, sino porque regaló a los parroquianos la comida de la policía.
cocofari62@yahoo.es
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home