domingo, abril 12, 2009

EL MANTO DE TURÍN O SÁBANA SANTA ANTE LA PRUEBA DEL CARBONO 14

LA AUTENTICIDAD DE LA SÁBANA SANTA DE TURÍN

¿ QUÉ PASÓ CON LA SÁBANA SANTA Y EL CARBONO-14?


En orden a la fe, nada. La fe sigue igual. Nuestra fe no se basa en la Sábana Santa, sino en el Evangelio. La Sábana Santa es una reliquia que puede ayudar a la fe, pero que no la condiciona.

El resultado del carbono-14, que data la Sábana Santa entre 1260 y 1390, ha despertado un gran interrogante, dado el valor que se concede a esta prueba, y ha sido a
lgo inesperado para los que sostenemos la autenticidad de la Sábana Santa. Pero no es algo definitivo e indiscutible. No se pueden ignorar todas las anteriores investigaciones que confirman que el lienzo de lino que hoy se conserva en Turín es el mismo que cubrió el cadáver de Jesucristo en el sepulcro. El análisis del carbono-14 no puede invalidar todas las anteriores investigaciones en los campos de la historia, la medicina, la palinología, la numismática, la arqueología, la bioquímica, etc. Si la prueba del carbono-14 no concuerda con las anteriores investigaciones, hay que buscar el porqué. Otros investigadores de la Sábana Santa seguirán trabajando para averiguar las razones que han llevado a estos resultados que discrepan de las investigaciones antes realizadas.

Primero, dos palabras sobre lo que es el carbono-14.

Todos los seres vivos estamos formados a base de carbono. La química orgánica es la química del carbono. El carbono más abundante en los seres vivos es el carbono-12. Pero todos los se­res vivos tienen una pequeña cantidad de carbono-14, que tiene dos neutrones más y es radiacti vo. Mientras está vivo, el carbono-14 permanece constante, porque lo que se pierde se repone. Pero al morir, el carbono-14 ya no se repone, y con el paso del tiempo va disminuyendo. Así, por la cantidad de carbono-14 que queda en la muestra ana l
izada, se puede saber cuántos años hace que mu rió el ser vivo cuya muestra se analiza.

Pero para que el análisis del carbono-14 sea fiable hace falta que la muestra analizada haya es­tado muy bien guardada, para que el carbono no esté alterado. Por eso, el análisis del carbono-14 ha sido válido en los restos de san Pedro, que han estado dos mil años encerrados en un nicho; o en los pa
piros de Qumran que han estado dos mil años escondidos en unas cuevas del mar Muerto. La Sábana Santa ha sufrido a lo largo de la Historia una serie de avatares que han alterado el carbono-14.

Según Roberto Gallino, profesor de la Univer sidad de Turín, (1) al haber estado la Sábana Santa expuesta al aire libre, sin cristal, durante siglos, ha podido acumular gran cantidad de materia orgánica, polen, etc., que ha alterado la proporción de carbono-14. Lo mismo ocurrió con la carbo nización del tejido en el incendio de Chambéry en 1532.

Lo mismo dice el profesor Manuel Valdés
Ruiz en su conferencia del 7 de febrero de 1989 en la Real Academia de Medicina. (3)

Pero, sobre todo, el carbono-14 ha podido alterarse con la radiación que grabó la imagen y ha sido detectada por los científicos de la NASA ame ricana, y explicada por el profesor Eberhart Lind ner, catedrático de Química Técnica en la Uni versidad alemana de Karlsruhe, en el Congreso Cie
ntífico Internacional de París sobre la Sábana Santa, los días 7 y 8 de setiembre de 1989. (4)

Según un informe del profesor Luciano Pecchiai, director del Centro de Eubiótica Humana de Milán, publicado en el periódico Il Giornale, del 26 de oc
tubre de 1988, la radiación, detectada por la NASA, ha podido rejuvenecer radiactiva mente el lino del tejido en 1300 años. Es decir, la Sábana Santa puede ser contemporánea de Cristo.

Las reliquias hay que estudiarlas. Algunas no hay que estudiarlas porque ciertamente son falsas. En algún sitio te enseñan una pluma del arcángel san Miguel: evidentemente que es falsa. Otras hay que estudiarlas, porque si hay por el mundo cincuenta clavos de Cristo, los cincuenta no pueden ser verdaderos.

No se pueden aceptar las reliquias sin un estudio previo. No puedes tampoco rechazarlas sin más. Tan necio es el que rechaza una cosa sin haberla estudiado como el que la acepta sin más.

El estudio de la Sábana Santa

La Sábana Santa ha sido exhaustivamente estudiada, y todas las investigaciones han sido favorables a su autenticidad. Hace dos mil años que murió Cristo y hoy podemos contemplar su fotografía, ver su estructura atlética, su armonía de proporciones y, sobre todo, su rostro. Ver la cara que tuvo Jesús. A pesar de que la cara de Jesús en la Pasión estaba deforme. Le habían pegado un golpe. Tenía un pómulo hinchado. Pero, aunque deforme, es emocionante estar viendo la huella que dejó en el lienzo el rostro de Cristo sin que mano de hombre lo haya tocado.

Tenemos una foto tridimensional de la NASA americana, obra de los doctores en Ciencias Físicas Jackson y Jumper, técnicos de fotografía aerospacial de la NASA. Se hizo con un complicado aparato, que se llama analizador de imagen VP-8. Se hizo para estudiar la orografía del planeta Marte. Esta máquina tiene la particularidad de reproducir en relieve lo que fotografía.

Tuve la dicha de estar en Turín en un congreso científico internacional donde se reunieron los que más saben en el mundo sobre la Sábana Santa. Allí nos presentaron una escultura de Cristo, una cabeza de Cristo sacada electrónicamente de la Sábana Santa. Era deforme, porque tenía las cejas abultadas, y el bigote también muy abultado. Empapado con la corona de espinas, que no tenía forma de anillo como representan los artis tas, sino forma de casquete.

El doctor Tamburelli, catedrático de Electrónia de la Universidad de Turín, hizo una foto robot electrónica eliminando del rostro de Cristo todo lo que era dolor. Un rostro de Cristo, también tridi mensional, pero mucho más suave que el de la NASA. Para hacer esta foto robot electrónica, Tam burelli tuvo que realizar mil millones de operaciones matemáticas. Con computadora tardó quince horas, sin computadora habría necesitado doscientos años. Así me lo manifestó a mí en Turín.

Sobre estas fotos se lograron dos fotos robot artísticas, siguiendo la técnica que utiliza la poli­cía cuando busca a un individuo al que no ha visto nunca. Con los datos que recoge reconstruye un rostro de enorme parecido. Y así debió de ser el rostro de Jesús que vio María Santísima.

Es emocionante. No ha habido pintor en la historia del arte que haya pintado una cara me jor que la que Él tuvo. Ni Velázquez, ni el Greco, ni nadie. Es un rostro que tiene majestad, belleza, grandeza, bondad, paz, serenidad, unción, dulzura y virilidad al mismo tiempo. El doctor Marañón, el famoso especialista en sexología, dijo en una ocasión al ver las fotografías de este rostro: «Así debió de ser el rostro del varón per fecto. »

En aquel congreso al que asistí en Turín había gente de lo más variado. Había un equipo de la NASA, había médicos de talla internacional, el norteamericano doctor Bucklin, el inglés Wednissow, los italianos Rodante y Morano. Estaba también el criminólogo suizo Max Frei. Por supuesto, también había teólogos, entre los que destacaba monseñor Ricci, uno de los que más saben en el mundo de la Sábana Santa.

I.- Trayectoria histórica de la Sábana Santa

En el Congreso Internacional de Sindonología, celebrado en Turín en octubre del 78, para celebrar el Cuarto Centenario de la llegada de la Sábana
Santa a esta ciudad, los 350 congresistas llegados de todo el mundo que allí nos reunimos, pudimos oír al historiador bizantino Georges Gharib que en el Oriente se conserva una antigua tradición cristiana que se remonta al año 200 de nuestra era según la cual, el rey Abgar de Edessa, hoy Urfa, en Armenia (Turquía), estaba leproso y se curó al recibir un lienzo con la imagen de Jesucristo. Entonces se convirtió al cristianismo. El lienzo se conservó en Edessa, en un monasterio de monjes, hasta que fue trasladado a Constantinopla por deseo del Emperador.

Esta tradición se conserva en la liturgia bizantina, que desde el año 94
4 celebra el 16 de agosto el aniversario del traslado de la reliquia de Edessa a Constantinopla por deseo del Emperador de Bizancio, Romano Lecapeno.

Tanto el historiador bizantino Georges Gharib como el inglés Ian Wilson, opinan que el mandylion de Edessa es la Sábana de Turín. [1]

La Sábana estaba plegada en ocho dobleces de modo que sólo aparecía el rostro a la vista. Estuvo así doblada muchos siglos. Por eso aparecen dos rayas paralelas de los pliegues por encima y por debajo de la cabeza.

Existe un testimonio del año 300 de Nina, la santa que llevó el
cristianismo a Georgia, a quien dijo Niáforis, que la Sábana, según tradición muy antigua, proveniente de la Iglesia naciente, la había recogido inicialmente el apóstol Pedro [2] .

En 1878 en Leningrado, entonces San Petersburgo, se descubrió un manuscrito síriaco, del Siglo VI, que aseguraba explícitamente ser una copia fiel de un original más antiguo que se encontraba en los archivos reales de Edessa. Este documento es conocido como Doctrina de Addai=Tadeo: Así citado en otras versiones de esta historia [3] .


Leer mas en http://www.statveritas.com.ar/
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miguelillosan

Sabana Santa - Padre Jorge Loring

- Crítica a estudios científicos del Carbono 14
' Hilos grabados a fuego por la resurrección




2 Comments:

At 4:47 p. m., Blogger Unknown said...

Correcto, nuestra Fe, no se basa en la Sabana de Turin, sino en nuestras conviciones y creencias, la pregunta es: que tan convincente es la prueba del llamado Radio carbono 14, es contundente,o es una prueba de datacion erronea?, por otro parte, acaso se practicaban crucificciones en el principio de la Edad Media?, que es algo lo hacian en la Antigua Roma, y la edad aparente de la Imagen, no es un nino, ni es un anciano, tiene como 33 anos, verdad?

 
At 5:40 p. m., Anonymous Anónimo said...

Para nuestra tranquilidad, una mujer norteamericana que se puso a investigar el tema averiguó que algunas de las fibras estudiadas correspondían a una cuasi-restauración llevada a cabo en la Edad Media por unas monjas.
Interesante, verdad?

 

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