lunes, septiembre 14, 2009

¿ DÓNDE ESTÁN LOS AGUACATES ?

¿Dónde están los aguacates?



Diario Las Americas
Publicado el 09-12-2009

Por Pablo Alfonso

Los políticos y los especialistas en mercadeo tienen mucho de común. Son gente creativa que ofertan su producto, a veces, más allá de sus propias posibilidades. Algo semejante sucede con ciertos empresarios que se lanzan a la conquista de objetivos comerciales.

Políticos, empresarios y cabilderos han hecho gala de una inagotable imaginación a lo largo de la última década en el tema de las relaciones Cuba-Estados Unidos. Algunos con lógica inexcusable, otros con sus intereses a flor de piel y la mayoría con ingenuos argumentos que rozan el infantilismo.

En materia de comercio no he sido nunca de los que se oponen a que el diferendo político entre Cuba y Estados Unidos sea un obstáculo para el negocio. Otra cosa, por supuesto, es el ángulo político del asunto. No siempre comercio y política van de la mano, aunque sería tonto pensar que cada uno camina por una senda diferente.

Hecha la anterior aclaración en beneficio de los ríspidos, los impolutos y los apasionados conversos de cada lado, es tiempo de pasar al tema de esta columna.

Se trata de una entrevista publicada la pasada semana en el semanario cubano Opciones, una especie de periódico que pretende ser un órgano de temas económicos y financieros; tarea difícil en un país donde la economía y las finanzas, se acuestan en la misma cama de la ideología y la política.

Opciones entrevistó al empresario Jay Brickman, vicepresidente de la naviera estadounidense Crowly y algunas de sus afirmaciones fueron sorprendentes. Confieso que no sabría clasificarlas de infantiles, interesadas o ingenuas. Dejo esa tarea a los lectores.

“Cuba podría suministrar aguacates, cítricos, café, azúcar y otros productos a Estados Unidos cuando cese el embargo económico”, afirmó Brickman, quien añadió que “en un futuro, Cuba puede ofrecer ciertos productos (…) por ejemplo a la Florida, donde muchas de las tierras cultivables se están usando para construcciones y ha bajado la producción”.

La cita es textual.

La naviera Crowly transporta productos agropecuarios estadounidenses a Cuba desde su venta a la isla fue autorizada en el 2001. Bueno, uno puede entender el interés de Brickman de que el comercio no sea en una sola dirección para que sus barcos no tengan que regresar vacíos a Estados Unidos.

Pero el argumento utilizado carece de realismo. ¿Qué tan informado está Brickman de lo que sucede en Cuba?

Si las sanciones económicas a Cuba fueran suspendidas ahora mismo sería casi menos que imposible que el régimen cubano estuviera en capacidad de exportar productos agrícolas a Estados Unidos.

¿Dónde están los aguacates, señor Brickman? ¿Y el azúcar, el café y los cítricos?

Brickman parece ignorar que la agricultura cubana, al igual que la producción general de bienes en la isla, está en bancarrota.

Habría que recordarle que, según cifras oficiales, de las 6.6 millones de hectáreas cultivables del país, sólo están en uso unas 3.1 millones de hectáreas. Se podría añadir que de esta cifra sólo unas 500 mil hectáreas están en manos de campesinos o cooperativas privadas y sin embargo son responsables del 60 por ciento de la producción agrícola de la isla.

Con la ineficiente producción del mayoritario sector estatal es imposible alimentar a los 12 millones de habitantes del país.

El resultado de esta ecuación es sencillo. Debería estar claro para todos los Brickman de este mundo que para revertir esa situación, la dictadura castrista tiene que dejar a un lado el estatismo y liberar a las fuerzas productivas del país, poniéndolas en manos de los cubanos.

Casi nada. Todo un cambio de sistema. Cuando eso suceda, entonces Cuba sí estaría en condiciones de vender sus excedentes agrícolas a Estados Unidos.

Ahora mismo, si no existiera el embargo, el régimen cubano tiene muy poco que ofrecer al mercado estadounidense. El níquel está comprometido, al igual que el tabaco y el puñado de azúcar que produce.

Nos queda el sol, el mar y las arenas blancas de nuestras playas. Eso es algo que no ha podido opacar la revolución castrista.

Fonte: Identificada en el texto
http://www.cubalibredigital.com