El Magno Paciente, otra vez nuestro único valedor frente a la esperanza retroprogre

Tomado de http://abiculiberal.blogspot.com

El Magno Paciente, otra vez nuestro único valedor frente a la esperanza retroprogre

¿Más vale poco de la Yuma que "nada cotidiana" castrista?
(Comentario al post de Zoé "Del absurdo")


Por Jorge A. Pomar, Colonia


Ya me disponía a redactar a regañadientes otro post sobre el tema del día cuando, grata sorpresa, descubrí que Zoé Valdés ya había dicho AQUÍ casi todo lo que me quedaba en el tintero respecto a las picassianas, ahora juanescas colombas prietas de la paz, que ya ahuecan impacientes el ala en los ventanales de la Casa Blanca.

De manera que, complacido antes de encender el segundo habano del día y arrellanarme ante la pantalla del televisor, me he contentado esta noche con insertar al pie de los vaticinios de mi colega el siguiente comentario, corregido y aumentado especialmente para incordiar a mis lectores más asiduos y encarnizados, o sea, a mis leales detractores por encargo:

Lo peor, decíale a la autora de La nada cotidiana, es que ya se puede dar por sentado que la obamanía ha partido otra vez en dos tanto a la oposición como al exilio, donde desde la campaña presidencial ya se había granjeado el vasallaje de una irreconocible FNCA empeñada en reclutar las nuevas generaciones pasotistas a beneficio del Mesías Negro.

De hecho, el desenfado con que suelta los galgos de su cólera en "Del absurdo" corrobora el dato biográfico de que la más leída y famosa de nuestros narradores de ambos sexos sigue siendo un ave rara en el gremio intelectual. Pero de nuevo no le falta razón: el Mesías y su Partido del Burro cuentan con una aplastante mayoría de postrados u obsecuentes también entre la intelectualidad cubana.

Y en efecto, todo revela a las claras la existencia de expeditivas negociaciones secretas entre la Casa Blanca y el Palacio de la Revolución. Con el celestinaje abierto de Zapatero & Moratinos. Su fino olfato de hija de vecina no la engaña: urge al errático Barack Hussein un suceso de envergadura geopolítica e histórica capaz de compensar su largo rosario de pifias en nueve meses de histrionismo ejecutivo, justificando el inmerecido Nobel de la Paz con la mera promesa de levantar unilateralmente el embargo financiero plus un par de gestos simbólicos más…

Tal como pintan los dados en la actual coyuntura, la única esperanza de los que preferimos el final con horror antes que horror sin final se halla en los corvos y sarmentosos dedos de otro de mago de feria: nuestro previsiblemente ingrato y despectivo Magno Paciente. Hasta ahí la herética opinión de Zoé, desde luego no la ayudará a mejorar su pésima imagen entre el progrerío del patio y el extrapatio.

A mucha honra, por gozarla yo y mi Ilustre Facsímil. El muy facha se atreve a subirle la torva parada a nuestra Reina de la Herejía Intelectual de esta guisa: pese a haber arribado, tras largo peregrinaje de rodillas, a su Canosa washingtoniano cargado de promesas de hacer y deshacer sin contrapartida a la vista cuanto sea necesario a mayor gloria de su Fetiche Afrodescendiente, lo cierto es que a todas luces su sociatizada Madrastra Patria no cuenta para nada o casi nada los planes criollos de la Casa Blanca. Para persuadirse basta escuchar a Zeta y descifrar el lenguaje corporal de los personajes en el vídeo de arriba.

Caso de haberse dado enterado, ningún estadista o politólogo del Viejo Continente ha visto en el encuentro de ambos presidentes aquella promisoria confluencia astral que, según habían anunciado las trompetas de Jericó de Leire Pajín, secretaria general del PSOE y mecenas de la AECC (envuelta ella también en un sonado escándalo de nepotismo, no huelga recordarlo aquí), cambiaría el signo del Planeta Azul. Tan breve y decepcionante fue la estancia del obsequioso inquilino de la Moncloa que la prensa europea apenas se tomó la molestia de reseñar el numinoso acontecimiento.

Por ende, cabe colegir que probablemente al anfitrión y su huésped no les haya alcanzado el escaso cuatro de hora para concertar una estrategia conjunta sobre el destino de la Isla a corto, mediano o largo. Pero igual, malicia mi perverso Alter Ego, puede ser que, de haberse producido, la omisión se debiera a dos suspicacias ausentes en la agenda cubana del fronterizo gestor de la Alianza de las Civilizaciones. A saber...

(1) Que en la misma medida en que la política de apaciguamiento de ambos países persigue el objetivo común de situar a sus respectivos empresariados en posición ventajosa de cara al poscastrismo, España y Estados Unidos son más rivales que socios.

(2) Que, teniendo lugar un martes 13, el testa-a-testa en el Despacho Oval podía surtirle al Ídolo Negro, de por sí no menos propenso que el huésped a la cursilería populista, el efecto contraproducente de que el efusivo huésped, notorio portador del virus del mongolismo social posmoderno, se lo contagiase a su fantasioso anfitrión, de por sí propenso a toda clase de virulencias retroprogres...

..Como tal vez lo sea también en el fondo de su grisácea ánima un senil Raúl Castro dejado a su libre albedrío en el Palacio de la Revolución por sustitución reglamentaria. Por eso el Abicú y su Alter Ego, que son el Policía Malo y el Policía Peor de la historieta, insisten en la conveniencia de que Raúl se libre de su envoltura carnal antes que su hermano del resto de la carcasa geriátrica.

Porque, gústenos o no, en vista del estado de indefensión, penetración policial y discordia permanente en que se encuentra la oposición interna y externa, hoy por hoy Fidel y nadie más que él, y la amenaza latente de un Mariel en mayor escala, sigue siendo nuestro único valedor, nuestra principal carta de triunfo. Por tanto, el Abicú y su Alter Ego, agnósticos a matarse, rezan por que Dios o el Diablo se nieguen a recibirlo por el lapso que fuere necesario.

No vaya a ser que, una vez fuera del alcance de su dura diestra, al Hermanísimo, flojo y sentimentaloide como es en su fuero íntimo, le dé por traicionar su legado y aspirar fuerte al Nobel de la Paz mediante el prodigio de descorrer la punta del vasto, corrugado, hermético telón de hierro del bloqueo interno.

Y millones de desafectos comparsas agazapados detrás del blindaje, fingiéndose engañados por el espejismo de verse al fin libres, se echen en masa a la mar rumbo a la Meca contrarrevolucionaria de los balseros para hacerle trizas el sueño de la reelección a Barack Hussein, igual que al "vendedor de maní" georgiano Jimmy Carter con el éxodo del Mariel en 1980.