viernes, octubre 02, 2009

HONDURAS: Capitanía en el sofá

Capitanía en el sofá





Por Raúl Rivero
* 28.09.2009


LOS ESCRITORES americanos del realismo mágico son unos esquemáticos reproductores de lo que ven. Tienen la materia de sus historias delante de los ojos. En ese continente aparece un barco de vapor en plena selva; una avioneta lanza un paquete de diarios que mata a una vaca desapercibida y un presidente electo entra clandestino a su país, se refugia en una embajada y llama a sus compatriotas a la rebelión.

Esto es lo que ha hecho hace una semana Manuel Zelaya. Y ahí está, en la capital de Honduras, junto a un centenar de seguidores -al amparo del gobierno del compañero Lula, presidente del Brasil-, en zafarrancho de combate para recuperar el poder que perdió tres meses atrás mediante otro lance fascinante. A Zelaya lo sacó a patadas de los sueños un comando militar. Lo encaramó en pijama en un avión y lo dejó, a la hora del desayuno, sentado a la mesa del presidente Óscar Arias en San José de Costa Rica.

La operación fue idea de Roberto Micheletti, presidente del Congreso Nacional de Honduras, y al desalojar a Zelaya se convirtió en presidente provisional. De modo que hoy ese país empobrecido, al borde de una guerra civil y empantanado, tiene dos presidentes. Y no tiene ninguno.

( Manuel Zelaya reunido con colaboradores en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, Honduras )

El huésped de Lula, un gran admirador de Fidel Castro y alumno tardío pero aplicado de la academia de Hugo Chávez, había decidido arreglar los papeles para dejar de ser el dueño de una hacienda y convertirse en el amo del país. Micheletti lo impidió, pero el método es también censurable y, aunque tiene una base legal en la constitución hondureña, ha recibido el rechazo de todas las fuerzas democráticas del mundo. Las refriegas en las calles de Tegucigalpa ya tienen muertos y heridos. Los futuros escritores del realismo mágico anotan para sus libros que Micheletti no deja a Zelaya cambiarse de ropa, ordena que lo molesten con sonidos extraños y sólo le permite usar un baño para 100 personas.

El discípulo de Chávez llama a una ofensiva final atrincherado en un sofá brasileño. Y se comunica en clave con una combatiente popular que usa este nombre de guerra: Abuela I.

Para que Honduras gane claridad y sosiego se tienen que ir los dos. Han pasado 90 días. A los cronistas les sobran episodios que asombrarán mañana. Sucesos naturales en América. Comprobados, con miles de testigos, bien documentados, como aquél caso de Herminio Corrales considerado el hombre más rico de una comarca porque consiguió acumular, en 50 años de vida, 14.307 botones de nácar.