LA OBSESIÓN IRRACIONAL DE LA IZQUIERDA
LA OBSESIÓN IRRACIONAL DE LA IZQUIERDA
Por Hugo J. Byrne
California, diciembre 26
La reunión en Copenhague sobre “calentamiento global”, en la que se acaba de cocer un acuerdo “para sanear el medio ambiente”, está preñada de adefesios morales. ¡Qué gran sorpresa que ese acuerdo implique la necesidad de ser financiado por los contribuyentes de las naciones con libertad mercantil, exceptuando por supuesto a Brasil, China e India. Por su afectado y grotesco histrionismo, esos adefesios rituales semejan contrapartidas al también artificialmente breve y mesurado discurso del Presidente Barack Obama en esa reunión. Puro espejismo de utilería, tanto por parte de los vociferantes que denuncian al sistema financiero capitalista que precariamente sobrevive en las aún más desarrolladas y afluyentes áreas del mundo, como por los que estúpidamente desde ellas entonan absurdos “mea culpas”.
Se dice que quien calla, otorga. A lo que agrego que quien habla en voz baja pierde el debate con gritones. A un gritón se le hace callar rápido cuando no se le pueda ignorar. Y no puede ignorarse a quien provee casi el 18% del crudo que consumimos. Se me antoja que en todo esto hay gato encerrado. Un enorme gato, tan gordo, pulgoso y ronroneador que no podrá permanecer cautivo indefinidamente.
¿Cómo es posible que Hugo Chávez y su aún más ignorante tarugo boliviano, hablen en términos tan crudos, injuriosos y mendaces ante un panel científico? Eso se preguntan escandalizados los muchos ingenuos del mundo semi-capitalista. Más bien debían preguntarse qué hacían estos dos representativos del obscurantismo más primitivo en medio de una supuesta reunión de intelectuales. En ese caso se asombrarían justificadamente de la respuesta.
Para empezar, el panel en cuestión no es tan “científico” como nos lo han querido vender y no es necesario escarbar mucho para comprobar que se trata de un panel eminentemente “político” : la culpabilidad del progreso humano en el supuesto calentamiento global, nuevo estandarte del izquierdismo en bancarrota, no es razonable y muchísimo menos científicamente comprobada. Hace millones de años, cuando la aparición del género humano sobre la tierra pertenecía a un lejanísimo futuro, los océanos eran 20 grados F más cálidos de lo que son ahora y los polos carecían por completo de capas de hielo.
La noción de que el bióxido de carbono (CO2) es el gran flagelo de la Humanidad y que la Revolución Industrial sea culpable de haber desatado ese flagelo (“efecto de invernadero”), es la nueva gran obsesión irracional de la antigua izquierda roja devenida en “verde” por necesidad de mimetizar sus verdaderos objetivos políticos. En realidad el bióxido de carbono es parte integral de la atmósfera. El mito de su inmensa toxicidad es hoy ridiculizado por quienes fueron sus originales proponentes, como el Dr. Nir Shariv, eminente Astrofísico y Profesor Asociado de La Universidad Hebrea: “Hemos concluído que los llamados gases de invernadero son esencialmente irrelevantes a los cambios climatológicos”.
Los osos polares, supuestamente en peligro de extinguirse por “efecto del deshielo”, han triplicado su población en tiempos recientes , aunque “científicos notables” como el ex Vicepresidente, Premio Nóbel y productor de propaganda premiada, Al Gore, traten de ignorarlo. Restos casi intactos de mamíferos vegetarianos de la prehistoria surgen de glaciares en áreas cercanas a los polos. Los termómetros han indicado una franca tendencia a temperaturas más bajas durante los últimos años y como si todo eso fuera poco, se han descubierto correos electrónicos entre notorios proponentes del calentamiento planetario, comprobando su maliciosa alteración de la evidencia científica.
Estos falsos herederos de los alquimistas del Medioevo, vaticinadores de un Apocalipsis ambiental a la Nostradamus, no se arredran porque las evidencias científicas nieguen sus teorías. Para ellos no se trata de teorías, sino de verdades religiosas y absolutas que ya no necesitan más debate. Su intención no es salvar a la Humanidad, sino alcanzar dominio político . Durante el siglo pasado muchos de estos agoreros de un calentamiento infernal vaticinaban una nueva “Edad del Hielo”. El fin justifica los medios. Eso es lo que en verdad representa Copenhague.
Algunos comentaristas han batido palmas por que los líderes de Occidente con Obama a la cabeza, lograran un acuerdo menos oneroso para Estados Unidos y otras naciones industriales en Copenhague. Esos “pundits” apuntan a que el acuerdo se hizo mediante el previo aislamiento de los más estridentes participantes como Chávez y Morales. La pregunta que realmente debían hacerse es ¿por qué razón Estados Unidos debe golpearse el pecho y el bolsillo cuando es inocente de todo, menos de avanzar el progreso humano más que ninguna otra sociedad en la historia?
La respuesta es que no hay gran diferencia filosófica entre nuestros líderes y los renegados “verdi-rojos” , o sus menos vocingleros camaradas, como el diminuto brasilero Lula, quien firmara el acuerdo final de Copenhague junto a Obama. ¿No fue este líder carioca quien insultara nuestra inteligencia con el absurdo racista de que la crisis económica mundial era culpa de “anglos con ojos azules”? Todos, estos y aquéllos, son ingenieros sociales de distintas categorías y colores y la única real diferencia entre ellos estriba en los decibeles con que gritan su radical y obtuso discurso político.
¿Desea un ejemplo el amigo lector? Observe a los llamados “zares”, quienes detentan poder político real, tienen su propio staff, se tragan una tajada substanciosa de los gastos billonarios que arruinan a los norteamericanos de hoy y de mañana y rivalizan en poder con Secretarios como Clinton y Bates, quienes tienen que ser confirmados por el Senado (aunque la confirmación senatorial hoy en día no sea cosa de alardear).
Uno entre los más de cuarenta “zares” de Obama se llama Mark Lloyd. Su título oficial es “Associate General Counsel and Chief Diversity Officer”. Lloyd, al igual que la inmensa mayoría de sus colegas “zares”, no ha sido electo ni confirmado por nadie. Debe su designación sólo al dedo índice del Ejecutivo . No conozco el monto de su salario, pero el sueldo promedio de los “zares” es de aproximadamente $150,000 anuales.
Este señor que es abogado y antiguo profesor universitario, escribió un libro en el 2006 llamado “Prólogo a una farsa: Democracia y Comunicaciones en América”. En el mismo caracteriza la famosa frase de Thomas Jefferson de que “el mejor gobierno es aquel que gobierna menos”, como “una patraña en desuso” .
Proponente abierto de la expansión de los poderes ejecutivos, Lloyd no esconde sus inclinaciones totalitarias y su profundo desprecio por las libertades constitucionales y por quienes las forjaran. Apologista de Chávez, Lloyd lo llama el caudillo de “una revolución democrática”, celebrando sus confiscaciones arbitrarias de propiedad privada y en especial de los medios de comunicación . ¿Por qué se le otorga poder político a esta “perla”? Buena pregunta para el Presidente.
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