domingo, enero 10, 2010

El gran negocio de las drogas en Venezuela y el silencio de la oposición política (Parte II)

Tomado de http://www.gentiuno.com


El gran negocio de las drogas en Venezuela y el silencio de la oposición política (Parte II)


Publicado el 09.01.2010
Por Rafael Rivero Muñoz



“… La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad…”
Nicolás Maquiavelo (1469-1527)


En este viernes rojo rojito…

Obligado es poner al día las cifras del negocio de la cocaína en Venezuela para poder comprender y asumir la trascendencia del asunto en estos dos siguientes años electorales.

Luego de la más reciente decisión presidencial en materia monetaria, con la fijación de un dólar oficial al precio de Bsf 2,60, un nuevo dólar petrolero a Bsf 4,30, además del innombrable que a pesar de que esté prohibido mencionar su precio, sin embargo, según se entiende, el gobierno reconoce su existencia con esta decisión de la intervención ya oficial en el mercado paralelo con lo cual el gobierno pretende dizque controlarlo.

En todo caso, a los efectos del negocio de la cocaína, que como bien se conoce se cotiza, se negocia y se paga en el mercado internacional en dólares americanos, si antes por cada kilo de cocaína puesto al mayor en el mercado de consumo, el “comerciante” recibía “contante y sonante”, en líquido, US$ 68.750,oo, equivalentes a Bsf. 147.812,50, a partir de la noche de este viernes rojo rojito, ese ingreso directo, libre de impuestos y de otros controles, será de Bsf. 295.625,oo; un incremento neto en bolívares que se multiplicó por dos.

Es decir, toda la cocaína en proceso de ingreso al territorio venezolano, en depósitos, en tránsito por el Corredor Seguro de la Droga (CSD), en proceso ya de ser embarcada y transportada a los mercados de consumo, derivado exclusivamente de la reciente decisión monetaria anunciada por Hugo Rafael Chávez Frías después de las 20:00 horas (Hora Legal de Venezuela) del 8 de enero de 2010, multiplicó su valor en bolívares por dos.

Enorme masa monetaria en tiempos cruciales, libre de todo control de gobierno o de oposición, y en manos de interesados. Todo lo necesario para la compra de voluntades, algunas como se sabe, puestas en el mercado y en beneficio del mejor postor. Con eso en un año electoral, se paga cualquier cosa, en cualquier momento, a cualquiera interesado.

Potencialmente, pareciera, que se inicia en Venezuela un dinámico proceso que bien pudiésemos vislumbrar como algo así como una especie de “divización” ideológica; tema de otra nota.

Prosperidad sin precedentes

En ninguno de los anteriores períodos de gobierno y bajo la actividad y la responsabilidad de siete consecutivos gobernantes, el tráfico de drogas en y desde Venezuela, ha tenido la importancia ni la calidad de desempeño que ha quedado evidenciada durante este mandato del teniente coronel (r) Hugo Rafael Chávez Frías.

Nadie puede poner en dudas a la fecha, la directa responsabilidad de las FARC en la producción y el tráfico de cocaína y, precisamente, son las FARC, según los archivos o el disco duro de la computadora de Raúl Reyes, quienes expresamente financiaron a Hugo Rafael Chávez Frías en momentos en que estaba detenido en la Cárcel de Yare, con US$ 300.000,oo en dinero líquido.

Pero ha de ser visto y entendido en detalles ese particular evento. Recordemos la directa ingerencia del Capitán de Navío Ramón Emilio Rodríguez Chacín en la edificación del comentado CSD; fijemos en fecha esa vinculación y se podría ubicar en el período que, por los eventos, lo señalan a partir del año 1982 (Cantaura), con su primera prueba de campo.

Luego se iniciarían ya las operaciones sobre el objetivo y el terreno concertado entre las FARC, los productores, los transportistas, los almacenadotes y, por supuesto, quienes sobre el terreno llevarían la carga de construir y consolidar el CSD.

Precisemos

Si estamos hablando de la construcción de un CSD que atraviesa a Venezuela de Suroeste a Noreste para habilitar y garantizar el tránsito de drogas desde Colombia a los puertos y aeropuertos venezolanos y de allí a los mercados internacionales. Si hemos sustentado que la ejecución material en la construcción del CSD ha estado por años en manos de Ramón Emilio Rodríguez Chacín.

Si durante los secuestros de Mely Carrero y de Richard Boulton, el propio Hugo Rafael Chávez Frías en rueda de prensa dejó suficientemente claro que el negociador por parte del gobierno y con los secuestradores, sería Ramón Emilio Rodríguez Chacín, a quien entre alabanzas definió expresamente como “El Rambo Venezolano”. Si en las ulteriores relaciones directas con los cuadros directivos de las FARC, el encargado para la organización de encuentros y representante oficial del gobierno de Venezuela y delegado personal de Hugo Rafael Chávez Frías, ha sido y es Ramón Emilio Rodríguez Chacín.

Si durante la entrega de rehenes por parte de las FARC a la comisión venezolana designada por Hugo Rafael Chávez Frías, fue presidida en expreso por Ramón Emilio Rodríguez Chacín., quien transmite mensajes expresos a los miembros de las FARC. Si durante el gobierno del teniente coronel (r) Hugo Rafael Chávez Frías, Ramón Emilio Rodríguez Chacín ha ejercido el cargo de Ministro del Poder Popular de Justicia e Interiores en dos oportunidades y sólo se retira luego del “espasmo cerebral” derivado del impacto producido por la congelación de sus cuentas y bienes en USA.

Si durante el desempeño de ese cargo, en abril de 2002, Ramón Emilio Rodríguez Chacín, a imagen y semejanza de sus anteriores operaciones de exterminio, desde su despacho ordenaba a los francotiradores por teléfono: “… bájame otra mano de cambur…” y así, 19 ciudadanos, civiles desarmados, fueron baleados y asesinados desde las azoteas de los edificios circundantes al Palacio de Miraflores.

Si en la ocasión de una operación de propaganda, al ya conocido estilo experimentado en las masacres en la frontera, fueron captados, contratados y trasportados desde la frontera occidental hasta la ciudad de Caracas, un grupo de colombianos quienes luego serían concentrados en instalaciones, uniformados para después ser trasladados en autobús hacia el Móvil 51 de la Guardia Nacional y Base Aérea Francisco de Miranda; operación abortada por la intervención no prevista de funcionarios policiales, quienes al detener al grupo cortaron en seco el desarrollo de una planificada operación destinada a dar inicio a una masiva represión contra opositores. Ese grupo de colombianos previstos para ser masacrados bajo el argumento de ser paramilitares que trataban de asaltar instalaciones militares: Caso Paracachitos.

Preguntemos:

¿Puede alguien poner en duda quien, cuándo, por qué y para qué un personaje vinculado directamente a uno y otro interesado, gestionó en su momento y por ante la comandancia de las FARC el financiamiento del cual fue beneficiario directo Hugo Rafael Chávez Frías durante su período de confinamiento en cárcel?

¿Puede alguien poner en dudas la calidad y continuidad del expreso esfuerzo del Capitán de Navío Ramón Emilio Rodríguez Chacín en beneficio de sus intereses personales, y de aquellos cramatísticos propios a los traficantes de drogas y en especial a las FARC?

¿Puede alguien entonces poner en dudas, cuáles han sido las variables determinantes y su importancia para que en este período de gobierno, el reciente Reporte Mundial sobre Drogas (2009) de la Organización de Naciones Unidas, revele que Venezuela se ha convertido en el principal país de tránsito de la cocaína que se produce en el mundo?

¿Puede alguien poner en duda la gravedad del asunto si, comparativamente, como fue analizado en nota anterior, Venezuela recibe por su principal negocio –la explotación y exportación de petróleo– el oro negro, el equivalente promedio de US$ 55,oo por barril (135 kilos), 0,40 por kilo, mientras que el equivalente en peso de un barril en oro blanco (cocaína) al mayor, significan US$ 9.281.250,oo líquidos, libre de impuestos. En otros términos, US$ 68.750,oo por kilo, es lo que reciben los traficantes de drogas al poner la droga al mayor y disponible en el mercado de consumo?

Conclusión

Comentó alguna vez en los cincuenta un viejo policía de New York frente a las realidades del llamado Crimen Organizado: “… Cualquier policía que luche contra el Crimen Organizado por la paga que recibe, es un perfecto idiota… se lucha contra ello y contra ellos, por convicción…”

En nuestro caso, poco queda que agregar para tratar de comprender ese extraño, más nada nuevo, silencio sepulcral de la dirigencia de los partidos políticos de gobierno o de oposición.

Ayer, hoy y mañana, el volumen de la masa de dinero en efectivo que maneja y que disponen los traficantes de drogas es tan enorme, que muy pocos son aquellos –políticos o no– cuyas convicciones sean lo suficientemente aprendidas, sustentadas y arraigadas, como para aguantar los embates de unas realidades frente a la incertidumbre del hacer cotidiano.

Menos, cuando, como ha quedado suficientemente comprobado por la historia en el lapso comentado, las leyes, las investigaciones, los juicios y las condenas, se manejan en expreso y desde Miraflores.

Y esto no es desde ahora, sino desde aquella luctuosa fecha para Venezuela y los venezolanos en la cual, por razones “políticas”, Rómulo Betancourt frente a realidades fácticas, decidió entregar el control de las decisiones de los jueces, en manos de El Turco, quien luego con el tiempo y bajo esa inicial disposición, daría vida y fortaleza a la otrora famosa Tribu de David.

Hoy la misma dinámica revolucionaria funciona más descarada y en términos mucho más dramático. Hoy está en manos de uno cualquiera con pretensiones de emular a un Danilo Anderson; en manos de la “Banda de los Enanos”; en manos de “La Tribu del Muñeiras”, de “La Banda del Bigote”; del Magistrado 16 o del Magistrado 33, y cualquiera otra que al amparo del poder dispensado desde Miraflores, organice y se organice como traficante de sentencias: Esa es la Justicia Administrada.

Poca la certeza, el convencimiento, la seguridad, la confianza y menos aún la firmeza en las convicciones de quienes, hasta ahora, nacidos y criados en la ausencia de la controversia del Pacto de Punto Fijo, sólo han estado y están interesados en mantener y no perder sus espacios.


cuanto a unidad, pareciera ser ello lo único que les une: ¿Principios, ética y normas?



Eso no sube cerros, diría un afamado dueño de televisión privada.

Frente al gran y próspero negocio de las drogas en Venezuela, el evidente silencio de la dirigencia y militancia en la oposición política, tiene sus razones.

Ellos con sus razones y responsabilidades. Ayer, hoy y mañana, es cuestión de asumir las que nos correspondan, en la medida de nuestras capacidades y posibilidades.


Comisario


Rafael Rivero Muñoz
rriveromuoz@gmail.com