La gran prensa hace silencio pese a que murió Gloria Amaya González, madre de Guido y Ariel Sigler Amaya, dos prisioneros de conciencia cubanos
Murió Gloria Amaya González, madre de Guido y Ariel Sigler Amaya, dos prisioneros de conciencia cubanos
9 de enero de 2010
Silencio. Eso ofrece la gran prensa de hoy para las personas que sufren y mueren en Cuba víctimas de la tiranía de los hermanos Castro: silencio. No hay periodistas para investigar, no hay fotos, tampoco videos, ni textos. Nada se publica. Silencio. Murió ayer en Cuba, Gloria Amaya González, madre de Guido y Ariel Sigler Amaya, ambos prisioneros de conciencia y madre también de un tercero en el exilio, Miguel Sigler Amaya, exprisionero político, pero la gran prensa calla. Es para mayor gloria de ella y de sus hijos, que han dado mucho a todos los cubanos, y al mundo, y ni eso le deben a la sociedad que tratan de salvar: la simple mención de la muerte de Gloria.
Muchos autonombrados periodistas, cubanólogos y expertos desdeñan el paso de esta humilde cubana, que lo dio todo por ver a Cuba libre de esa aberrante tiranía; dio a sus propios hijos y a sí misma en su inmenso amor por la patria que la vio nacer, porque no tenía nada más por dar. ¡Qué ejemplo de cubana! Otros, que tienen mucho, y a veces en exceso para dar, no dan nada por Cuba, pero lo peor es que viven pendiente de lo que pasa en la isla para encontrar el modo de aumentar sus riquezas personales; están enfermos de avaricia y ciegos. Que Dios les bendiga para que despierten a tiempo.
Gloria, descanse usted en paz. Descanse en Paz amorosa cubana, que usted sí es millonaria en premios muy valiosos; “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”, "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos recibirán misericordia”, "Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”. Esas y otras afirmaciones en el capítulo 5 de San Mateo son ya reales para usted. Sus hijos se llenarán ahora de bendiciones y podrán destacarse en cuanto proyecto social se relacionen a sus deberes, porque tienen ya una gran abogada en el Cielo.
Pido misericordia para los periodistas del silencio, y que hablan demasiado de los tiranos para endorsarlos, auparlos y mantenerlos; ellos necesitarán ayuda por sus pecados de omisión. Cuando se quiere hacer algo, se buscan medios. Cuando no se quiere hacer algo, se buscan justificaciones. Que Dios los bendiga y que bendiga abundantemente a esta famila cubana Amaya González Sigler, donde los cubanos todos tenemos un faro de luz. Amén.
Cubamainfo.com
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